La gasolina a base de nopal que Miguel Aké Madera, de 68 años, y Rogelio Sosa López, de 66, crearon en Zitácuaro, Michoacán, cuesta 12 pesos; lo cual representa un ahorro de 40% frente al litro de combustible Premium que actualmente ronda los 20 pesos.

Por Blanca Ángeles Cruz

Este proyecto ha despertado el interés de personajes internacionales como el ex ministro de Energía de Indonesia, quien quiso comprar el invento de Rogelio y Miguel, sin embargo ellos se negaron porque “este invento está hecho por y para mexicanos”, afirma Rogelio.

De acuerdo con datos del Índice Nacional de Precios al Consumidor, en junio de 2008 la gasolina Magna tenía un precio aproximado de 7.17 pesos y en junio del presente año cuesta 18.58, es decir que en 10 años su costo se elevó 156%. Si hoy en día se comenzara a utilizar la gasolina ecológica de Rogelio y Miguel, el encarecimiento de 2008 a la actualidad sería sólo de 36%.

A pesar de la visibilidad en el extranjero y de que en el Plan Nacional 2013 - 2018 se propone “contribuir a mejorar la calidad del aire, y reducir emisiones de compuestos de efecto invernadero mediante combustibles más eficientes”, Rogelio y Miguel sólo han recibido apoyo por parte del gobierno federal una vez a lo largo de 10 años. Aun así, actualmente los socios están por abrir al público Nopalimex, su planta distribuidora de biogás.

“Nosotros utilizamos una cactácea mexicana para reemplazar el uso de una sustancia contaminante, al mismo tiempo que beneficia la economía”, explica Rogelio. En el 2013, el Instituto Mexicano para la Competitividad aproximó que en 2018 habría 37 mil 488 muertes prematuras y una pérdida económica acumulada de 20 millones 300 mil pesos originadas por la contaminación del aire que generan los coches.

Energías orgánicas: una locura

“Eso no es posible, yo no voy a evaluar eso”, fue lo que su sinodal le dijo a Miguel Aké cuando presentó su tesis sobre energías no convencionales. Era 1982 y el presidente José López Portillo tenía un discurso de abundancia que hacía al petróleo la base de la economía y energía mexicanas.

“En ese año me tildaron de loco porque López Portillo venía anunciado que vivíamos en la riqueza porque nadábamos en petróleo, entonces hablar de energía renovable era la locura”, recuerda Miguel.

Él siguió experimentando con productos orgánicos como el maíz, cebada y caña de azúcar, sin embargo en el nopal encontró un alto contenido energético. Sólo necesitaba a un socio que confiara en el proyecto.

Rogelio es de origen campesino. Cuando era joven y trabajaba largas jornadas bajo el sol, se preguntó si no habría otra actividad que se pudiera realizar en el campo. Desde antes de fundar Nopalimex trabajaba en la industria del maíz y las tortilleras; cuando los precios del gas LP y la gasolina aumentaron, vio su economía afectada.

“Tira tus guayabos para sembrar nopales”, le decía Miguel a Rogelio, quien tenía un plantío de esa fruta. Al inicio Rogelio tenía dudas pero finalmente aceptó y arriesgó todo su patrimonio. “Pregúntale si hoy en día se arrepiente”, bromea Miguel.

Desde que se conocieron gracias a un amigo mutuo, Miguel le dijo a Rogelio que era posible generar energía capaz de sustituir al gas LP a partir del nopal. Sin embargo, Sosa López no cedió tan fácil, pero comenta “me convenció porque había muchas guayabas y nadie estaba dispuesto a innovar, querían resultados diferentes pero no es posible si se hace lo mismo”.

Arriesgar todo su patrimonio no fue una decisión sencilla, pero se animó porque afirma no entender a la gente que tiene dinero y prefiere acumularlo antes a invertirlo en algo positivo. “No le tengo miedo a quedarme pobre, lo peor ya lo pasé. Mis hijos tienen estabilidad económica, ya cumplí como padre y lo demás lo quiero usar para dejar un buen impacto en la población mexicana”, asegura Rogelio.



A base de prueba y error, Rogelio y Miguel crearon una variedad de nopal a partir de polinizar 150 especies de nopal diferentes; con esta especie pueden cosechar de 600 a 800 toneladas por hectárea, cuando el promedio de cosecha se encuentra entre 200 y 800. Es decir, la producción de Nopalimex es muy rentable, además de que no afecta la alimentación de los mexicanos porque ésta no es una variedad destinada al consumo.

“Inicialmente la meta era producir gas de nopal para ya no quemar gas LP porque es muy contaminante y abaratar los costos para tener siempre un precio estándar. Cuando lo logramos, creímos que ya habíamos alcanzado el objetivo pero nos dimos cuenta que era el inicio de tantas bondades que tiene el nopal”, comenta Rogelio.

Isis Romero Ibarra, doctora en Ciencias Químicas, confirma que “es muy importante darle valor agregado a un producto nacional, y tomando en cuenta que México es uno de los principales productores de nopal, se tiene una gran ventaja para explotar este recurso.”

Lucha por la patente

Cuando Miguel entró al laboratorio de la Universidad Tecnológica del Norte de Aguascalientes notó que estaba frente a una réplica idéntica de la planta que él y Rogelio habían construído en Zitácuaro.

Tres años antes, uno de sus empleados pidió prestada la camioneta del trabajo para atender unos asuntos en Aguascalientes: se llevó los prototipos y se los vendió a Cruz Azul. A partir de 2012, Nopalimex y la cementera se enfrentaron para conseguir la patente.

En 2013 la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Social, Pesca y Alimentación (Sagarpa) los apoyó con equipo para la planta de biogás, ese ha sido el único apoyo que han tenido por parte del gobierno federal. Dos años después el gobernador de Michoacán les dio un financiamiento menor para probar el funcionamiento del biogás en autos, pero después de eso no hubo más colaboración.

En 2015 el Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) les informó que no les daría la patente porque su propuesta no tenía ningún descubrimiento tecnológico. Para rebatir la decisión, Miguel y el ingeniero José Luis Arvizú, investigador del Instituto Nacional de Electricidad y Energías Limpias (INEEL), analizaron punto por punto el informe del IMPI y demostraron que la innovación está en producir energía únicamente con nopal.

Para que Nopalimex obtuviera la patente se tomó en cuenta que no emite contaminantes en ningún momento de su producción ni utilización, por lo cual es ecológico; que los campesinos realizan un trabajo digno sin tener que emigrar y que “la economía se queda en el lugar de origen, no como la energía eólica y solar que equipos extranjeros vienen a México, usan nuestros recursos, se llevan el dinero y aquí sólo queda escasez”, explica Rogelio

A pesar de que el gobierno federal no les ha dado seguimiento, ese mismo año les fue otorgado el Premio del Trabajo por parte de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social en el sector agropecuario por la ingeniería aplicada en la producción de biogás.

El doctor en Ciencias Químicas, Ottmar Reyes, asegura que a pesar del camino recorrido, el cambio de gasolina convencional a biocombustibles “no será de la noche a la mañana porque la industria automotriz debe adaptar sus diseños para que los coches puedan procesar completamente el biocombustible y eso es algo que tomará tiempo”.

Producción completamente limpia

Un centenar de nopales, sin importar su tamaño o estado, son llevados al molino para su trituración; es así como comienza el proceso de elaboración del biogás. Posteriormente la mezcla es trasladada a un tanque de fermentación donde las bacterias y microorganismos descomponen el nopal en ausencia de oxígeno, generando metano.

Cuando los socios comenzaron con el proyecto, los primeros resultados arrojaron que el gas tenía sustancias nocivas, para limpiarlo buscaron la ayuda de la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (ONUDI). Ramiro Magaña, coordinador nacional de la misma, mandó a Viena las muestras del producto y los datos mostraron que el producto tenía una alta cantidad de biomasa, material capaz de ser transformado en combustible.

Ambos contactaron al doctor Jorge Huacuz Villamar, gerente de Energías no Convencionales del INEEL, visitó la planta con incredulidad porque los investigadores del Instituto habían trabajado sin resultados en el mismo proyecto que Miguel y Rogelio. “Al inicio nos dijo que no era posible, le mostramos las pruebas, se convenció y nos dijo: esto lo debimos hacer nosotros desde hace 20 años y ustedes ya lo tienen”, recuerda Miguel.

El Instituto les ayudó a perfeccionar la técnica de limpieza en la que eliminan el ácido sulfúrico, que es altamente corrosivo, y otras sustancias nocivas. Firmaron un convenio con el INEEL para utilizar sus datos y experimentos, los aplicaron en la planta y fue así como desarrollaron el biogás que reemplaza la gasolina tradicional.

“Movernos a las energías más limpias y renovables es muy importante tomando en cuenta que siempre hemos sido dependientes del petróleo. Aunque la cantidad de energía renovable que se utiliza actualmente es muy baja, se está comenzando a incursionar en el terreno de las biomasas”, explica la doctora Isis Romero, investigadora y docente del Instituto Politécnico Nacional.



Ahora, Rogelio y Miguel realizan la purificación en tres filtros en los que se extrae ácido sulfhídrico, dióxido de carbono y otras sustancias dañinas para el mecanismo del auto y el medio ambiente; en este punto el gas de nopal ya puede reemplazar al gas LP. Para lograr el sustituto de la gasolina todavía se necesita secar el biogás para eliminar la humedad y posteriormente comprimirlo; después de esto puede ser cargado en el tanque del vehículo.

Los socios probaron la gasolina a base de nopal en un Chevy 98 con la intención de demostrar que sin importar el coche que se tenga, la población en general puede acceder a este invento. “Cuando el carro se presentó en el centro de verificación no pudo leer nada porque ahí miden residuos contaminantes, pero cuando sale el biogás está prácticamente limpio, entonces el centro de verificación no lo pudo leer”, recuerda Miguel.

El agua y el sedimento resultantes de la fermentación son reutilizados para aprovechar al máximo las propiedades del nopal. La primera sale del tanque con un alto contenido de nitrógeno, el cual es benéfico para las plantas, por este motivo los trabajadores de Nopalimex emplean el agua como fertilizante orgánico en el mismo plantío y con el sedimento se crea una composta que produce abono orgánico.

“Para abrir la planta al público en general no nos hacen falta clientes, porque los pobladores de Zitácuaro ya le preguntan a Rogelio por la inauguración; lo que necesitamos son inversionistas que apoyen este proyecto tan poderoso y novedoso para la sociedad mexicana”, concluye Miguel.

 

 

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