Texto: Carlos Villasana y Ruth Gómez

Fotografía actual:

Gabriel Barajas

Diseño web:

Miguel Ángel Garnica

Las calles de la Ciudad de México están llenas de historias y, a veces, sus nombres suelen darnos pistas de su pasado ya que tomaban el mote de los oficios que ahí proliferaban, de los personajes que ahí vivían o por las leyendas-mitos que pasaban de generación en generación entre los habitantes capitalinos, tal fue el caso de “Puente de La Morena”, en las cercanías de Tacubaya.

De acuerdo con el investigador Juan Carlos Briones, la historia de esta calle está íntimamente ligada con la leyenda colonial de “La Casa de La Morena”, una casa de citas que era administrada por una mulata conocida tal cual como “la Morena” en una de las zonas más acaudaladas de aquella época: “estaba dirigida a este tipo de personalidades, por esta razón es que se habla que hasta el propio virrey en turno solía ser cliente de este establecimiento”.

Se encontraba entre el Río la Piedad y la calle del rancho de Xola -que no hemos de confundir con el Eje 4 Sur Xola- y era igual de famosa que visitada. Los frailes dominicos de la zona, del cercano convento de La Candelaria, solían quejarse de la existencia del lugar ya que el ruido y desorden que se producía al interior no los dejaba tranquilos por las noches; sin embargo, también se habla del poco caso que se hizo a estas quejas debido a que precisamente altas autoridades civiles se encontraban entre la clientela predilecta de tan mal prestigiado sitio.

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

En este mapa de 1925, se señala en rojo el área donde alguna vez estuvo la casa de citas de “La Morena”: entre las actuales calles de Puente de La Morena (que anteriormente llevó el nombre de Xola), Viaducto y la calle Mártires de Tacubaya. Colección Villasana - Torres. 

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

Imagen de la Parroquia de La Candelaria, en medio a la derecha y vista hacia el Norte, en la década de los 20. En la esquina la cantina La Colonial, la cual aún existe sobre lo que hoy es Revolución antes de la desviación a Parque Lira.

Además de esta casa, existió otra que compartía el mote de Casa o Rancho de La Morena: tenía dos pisos y estaba situada en las actuales Xola y Avenida Revolución. La construcción carecía de una planeación arquitectónica -crónicas de la época describen que tenía ventanas “en donde les vino en gana”-, tenía techos caídos, vidrios rotos, balcones o ventanas atravesados con maderas, con un portón alto y ancho, cuyas bisagras “sonaban terriblemente al abrirse”, estaba semi abandonada.

Según el conocido cronista e historiador Francisco Fernández del Castillo, el lúgubre aspecto le trajo cierta fama, haciéndola protagonista de cuentos y leyendas que decían que en su interior había fantasmas que espantaban a quienes pasaran por sus alrededores, alterando a los pobladores de un barrio tranquilo. Sin embargo, no tardaron en descubrir que no se trataba de ningún espíritu, sino una banda de bandidos que, aprovechándose del miedo de los vecinos a lo sobrenatural, hacían estruendo para llegar a la casa.

También se dice que alguna vez hubo un circo en este lugar, y “advirtiendo los empleados el extraño aspecto de la casa” se acercaron con la “médium” que trabajaba con ellos, misma que les encomendó buscar un tesoro en las inmediaciones; los cirqueros nunca encontraron nada y se cuenta que en abril de 1941 al ampliarse Xola, los albañiles encontraron un barril con monedas de oro; “también inútil es decir que pronto desaparecieron, tanto las toneladas como los albañiles que se las encontraron”.

La zona y las “morenas”

Tacubaya era un pueblo de origen prehispánico, importante por la abundancia de agua que había en la zona. El nombre náhuatl era parecido a “Atlacuihuayan” -siendo Tacubaya su castellanización- y que se puede traducir como “lugar donde se toma, vierte o tuerce el agua”. Ya en la época colonial, este asentamiento estaba a “las afueras” de la Ciudad de México, donde familias adineradas tenían ranchos o casas de descanso.

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

Algunas de las casonas de Tacubaya se pueden conocer gracias a las planas de El Mundo Ilustrado de febrero de 1900.

Sin embargo, desde los años cuarenta del siglo pasado la actividad agrícola decayó al igual que la idea que se tenía de Tacubaya como sitio de descanso e inició la urbanización de muchas localidades que hoy ya son parte de la capital. Ana Luisa Sánchez Echenique escribió que para los años cincuenta se “consolidó el proceso de modernización que terminó por desparecer el paisaje campestre de Tacubaya.

En aquellos años se entubó el río de la Piedad y sobre él se construyó el Viaducto Miguel Alemán; así fue como la famosa casa de la Morena se demolió en el proceso de la construcción de la autovía”.

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

Cruce de Viaducto de la Piedad rumbo a Bella Vista y Observatorio. En la imagen a la altura de la desviación a Parque Lira, en la Colonia Tacubaya. Foto antigua: Colección Villasana-Torres, imagen actual Gabriel Barajas, cortesía.

La creciente población de la capital como del parque vehicular demostraron que los caminos eran insuficientes para conectar diversos puntos de la ciudad, por lo que se tuvo que ensanchar un camino cercano al ferrocarril México-Cuernavaca y quedó como resultado el Anillo Periférico, que como su nombre lo dice rodearía a la capital.

Otro de los proyectos que terminó por cambiar para siempre el paisaje urbano de la zona fue la construcción del Metro Tacubaya, que en la actualidad conecta a las líneas 1, 9 y 7; en el proceso se destruyeron los portales de Cartagena y el antiguo mercado. Posteriormente, la cantidad de tráfico requirió de la apertura de pasos a desnivel y conexiones para el Puente Morena, Avenida Jalisco y Parque Lira.

Por último, el investigador Juan Carlos Briones nos compartió que “la diferencia entre las hoy calles de Puente de la Morena y Morena o La Morena, es que la primera, en las inmediaciones de Tacubaya, tiene que ver directamente con la leyenda y la presencia de la supuesta casa en ese lugar; la segunda, es un referente evocativo de este pasaje en el imaginario urbano”.

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

Vista de la calle Puente de La Morena, en medio, a la derecha Avenida Revolución y a la izquierda Viaducto Miguel Alemán, hacia el Aeropuerto. Foto: Alejandra Leyva/EL UNIVERSAL

El prostíbulo que bautizó a una calle
El prostíbulo que bautizó a una calle

Así luce ahora el Puente y calle de La Morena. Foto: Alejandra Leyva/EL UNIVERSAL

Nuestra fotografía principal es de 1930, se trata del cruce del Río Tacubaya, hoy Viaducto Miguel Alemán, y la avenida Morelos, antes llamada Morena y ahora Revolución, en Tacubaya. Se aprecia el paso conocido como "Puente de la Morena", nombre que hoy lleva una calle cercana a este cruce; en el fondo, una cantina y otros locales que ya no existen. Colección Villasana - Torres.

En tanto que la fotografía comparativa antigua se trata del Viaducto Miguel Alemán, en su cruce con la avenida Revolución, al fondo. La vista es hacia el Aeropuerto de la capital. Años 60. La foto actual es de Gabriel Barajas, cortesía.

Fotografía antigua:

Colección Villasana - Torres. El Mundo Ilustrado febrero de 1930.

Fuentes

: Investigador Juan Carlos Briones. Sánchez, Ana (2009). Percepción de la Ciudad de México, educación visual del citadino (Tesis doctoral). Universidad de Sevilla, España.

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