Texto: Aída Castro Sánchez
Fotos actuales: Luis Cortés y Aída Castro
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Miguel Ángel Garnica
Con más de cuatro siglos de antigüedad el Niñopa “es el centro de la vida religiosa de los barrios históricos de Xochimilco”, dicen sus fieles devotos. “Niñopa es un vocablo compuesto, niño en castellano y pan que es un vocativo en náhuatl y junto quiere decir ‘El lugar donde está el niño’ y que con el paso del tiempo se quedó como nombre propio de la imagen”, dice el mayordomo saliente Enrique Martínez.
El mayordomo saliente Enrique Martínez este año entrega la custodia del Niñopa.
Cuando la gente acude a visitar al Niñopa le lleva regalos, le platica, le canta, le reza, le llora, le pide ayuda. Por las noches es arrullado y lo llevan a dormir a su cuna. De lunes a sábado visita casas particulares y todos los domingos sale de su casa en procesión acompañado de danzantes, cohetes y flores para escuchar misa, hasta “toritos” con cohetes y dulces. Durante todo el año se realizan varias festividades entorno a su culto.
Uno de los 12 “toritos” que obsequiaron al Niñopa el 2 de febrero de 2017.
Otro significado que le han dado a la palabra Niñopa es “niño padre” o “hijo de Dios”, de acuerdo con la investigadora Araceli Peralta Flores, autora del texto El Niñopa: símbolo de identidad cultural xochimilca.
La antigüedad del Niñopa no es precisa y la temporalidad exacta de la imagen, dicen los expertos, sólo podría obtenerse mediante las pruebas de carbono 14 o de algún método más exacto.
El Niñopa es una escultura tallada en madera de colorín y representa a un niño Dios semidesnudo. Mide 51 centímetros de largo y pesa 598 gramos sin ropa. Sus ojos están elaborados con vidrio y tiene pestañas “naturales”, de acuerdo con los datos de la Coordinación Nacional de Restauración del Patrimonio Cultural (CNRPC) del INAH, la cual se encarga de su mantenimiento desde 1995.
Antes de que la CNRPC del INAH se encargara del cuidado y mantenimiento de la escultura del Niñopa, otras personas la restauraban, le hacían modificaciones a su cara, le colocaban pestañas, le pintaban las cejas de otro color y por eso decidieron que el INAH se encargara del chequeo anual para tenerlo en el mejor estado de conservación posible, explicó el mayordomo saliente Enrique Martínez.
El texto de la investigadora Araceli Peralta y otros historiadores, mencionan que “existe la posibilidad de que haya sido esculpida en el siglo XVII por los artesanos del Colegio de Artes y Oficios del Convento de Xochimilco, fundado en 1609”. “Juan Badiano y Martínez de la Cruz, originarios de Xochimilco, estudiantes del Colegio de Santa Cruz Tlatelolco tallaron la imagen en madera de un niño Dios con características físicas xochimilcas”, según la información que aparece en la Novena al Niñopa, donde hay una breve reseña de su origen, así como rosarios y cantos.
Otros datos sobre su procedencia están publicados en el texto Historia de la religión en Mesoamérica y áreas afines, en donde se señala que el Niñopa perteneció a una pareja española que no tuvo hijos y, al fallecer, fue entregado a los padres franciscanos.
Con casi 400 años de antigüedad, el Niñopa ha acumulado una gran cantidad de objetos que la gente le ha obsequiado a través del tiempo como ropa, juguetes, muñecos de peluche, cunas, campanas, éstos se encuentran inventariados y durante 2017 estuvieron resguardados en casi 18 salones.
El Niñopa a lo largo de casi más de cuatro siglos ha acumulado cientos de vestidos.
Además de rezarle, pedirle algún favor o milagro, la comunidad lo trata como un infante verdadero. Todos los días lo limpian, visten su cuerpo con ropa, le cantan, lo arrullan, le regalan juguetes y de manera simbólica, le dan de desayunar, comer y cenar. Cada noche, en punto de las ocho, los 365 días del año, en casa del mayordomo se le reza un rosario al Niñopa y al terminar se ofrece una merienda a los que acuden al lugar.
Todos los domingos del año el Niñopa permanece en casa del mayordomo y a las cuatro o cinco de la tarde, dependiendo de la distancia de la mayordomía a la iglesia el niño sale en procesión rumbo a San Bernardino de Siena para la celebración de su misa dominical que se realiza a las seis de la tarde. “Salimos con sus chinelos, con sus cohetes, con su estandarte y con toda la gente que quiera acompañarnos y de regreso al término de la celebración regresa al rosario”, comenta el mayordomo saliente.
Los chinelos, danzantes de la localidad, portan en sus trajes una imagen del Niñopa y lo acompañan con sus danzas cuando sale de procesión.
“El Niñopa es muy querido por la gente que lo conoce, lo venera y lo respeta. La gente entra de rodillas, le pide, le llora, le platica, le canta, le reza, hay muchas manifestaciones de fe a la imagen. Nos deja muchas cosas muy bonitas y positivas, es un gran regalo que la vida da a los católicos y el niño es un gran regalo”, dice el mayordomo Enrique Martínez.
De acuerdo con la investigadora Araceli Peralta “para sus devotos, el Niñopa es la representación viva de un hecho social concreto que tiene significado a nivel individual y social, involucra sentimientos, emociones y tradiciones ancestrales, por ello se le ve como un ente sagrado con necesidades afectivas y orgánicas, generando en quien lo venera sentimientos de fe, emoción, alegría, confianza, fortaleza, amor, perdón, dulzura y tranquilidad.
Una de las celebraciones importantes entorno al Niñopa es la que se realiza el 2 de febrero porque en ese Día de la Candelaria se hace el cambio de mayordomía, es decir, la persona que tiene en custodia al Niñopa durante un año lo entrega al nuevo mayordomo en la parroquia de San Bernardino de Siena, ubicada en el centro de Xochimilco y que hoy presenta daños por los sismos de septiembre pasado.
Dentro del sistema de personas que hospedan en su casa al Niñopa están en primer lugar los mayordomos, que son dos personas que forman un matrimonio católico y que están a cargo de su cuidado durante un año. Luego siguen los posaderos y los hospederos.
La mayordomía se encuentra comprometida hasta el año 2037, es decir, que el niño está apartado hasta esa fecha. “Los mayordomos deben pagar comidas o cenas en celebraciones importantes, la banda de viento que lo acompaña en sus procesiones, comprarle algunos vestidos, los cohetes, las misas, las flores, entre otros gastos”, indica el mayordomo saliente.
“Estamos seguros en Xochimilco que el niño escoge a sus mayordomos”, afirma el ingeniero Enrique Martínez, cuya familia esperó casi 30 años para tenerlo en su hogar, ubicado en el Barrio de San Pedro y este año entrega la mayordomía a la familia Velasco Medina, la cual a partir del 2 de febrero recibe al Niñopa.
“En este tiempo que desgraciadamente ha sido muy corto, un año ha significado todo, desde el momento en que uno se registra para ser mayordomo cambia totalmente la vida de uno, esos 30 años de espera de advenimiento sirven como un afianzamiento de la fe”, expresa el ingeniero Martínez.
Durante un año estuvo hospedado el Niñopa en casa de la familia Martínez Troncoso.
La nueva mayordoma será la profesora jubilada Gloria Medina, ella y su familia esperaron 33 años para tenerlo en custodia. En charla con este diario la señora Medina dijo que en todo este tiempo de advenimiento ahorró para su llegada y hasta le puso un altar en la sala de su casa, ubicada en el número 26 en el callejón Camelia, en el Barrio Xaltocan, en cuya fachada también se observa un letrero adornado con flores que da la bienvenida al Niñopa.
Este año la familia Velasco Medina recibe al Niñopa en su hogar, ubicado en el Barrio Xaltocan.
En segundo lugar dentro del sistema que cuida al Niñopa están los posaderos, quienes son los encargados de cada una de las nueve posadas del ciclo navideño. En dicha celebración, una de las más importantes dentro de las tradiciones de la población en Xochimilco, literalmente tiran la casa por la ventana porque dentro de los gastos realizados deben pagar la misa, los cohetes, las flores, los chinelos, las invitaciones, los recuerdos, el desayuno y la comida para todos los invitados.
En tercer lugar se encuentran los hospederos, quienes piden al niño en un día común, se lo llevan a su casa para agradecerle o solicitarle un favor, lo colocan en un sencillo altar, realizan una misa o rosario, dan el desayuno, la comida, pagan los cohetes, los chinelos, las flores y la música.
En mayo de 2017 la familia González Rosas, que vive en la colonia Sector Popular tuvo en su casa al Niñopa. Su hijo mayor, Antonio González comparte con EL UNIVERSAL que la experiencia de posaderos del Niñopa es una tradición que su familia ha vivido desde hace casi 10 años y le piden salud para toda su familia.
En la última visita los gastos que les generó fue pagar a los danzantes Chinelos (5 mil pesos), la banda de música (8 mil pesos), el desayuno que dieron a la gente que acudió a visitarlo, compraron atole, pan y tamales (5 mil pesos), en la comida (10 mil pesos), el vestido que le regalaron al Niñopa (2 mil pesos), las flores para adornar el altar (5 mil pesos), y pagaron las dos misas (500 pesos).
La familia González que vive en la colonia Sector Popular tuvo en su casa de visita al Niñopa en 2017.
El estado de deterioro del Niñopa es delicado por su antigüedad, el manejo cotidiano y los factores ambientales, señalan los especialistas. Desde hace dos años, en septiembre o en octubre el Niñopa es enviado al INAH para su mantenimiento anual a través de la CNRPC, la cual fija una fecha que haya disponible durante esos dos meses para ingresarlo a sus talleres de restauración, es a partir de julio de 1995 que se lleva a este lugar para su conservación.
De acuerdo con la restauradora Alicia Islas, de la CNRPC, al Niñopa no se le puede sostener por sus piernas, brazos o cabeza y se debe levantar con suavidad. La ropa interior que usa deberá ser adecuada a su tamaño e inmovilidad y se deben evitar cambios constantes de ropa. También se deben evitar temperaturas variables, así como la cercanía de lámparas de luz incandescente y humedad. No se le debe poner en exceso adornos y joyas porque es frágil y la carga pesada en su cuerpo puede provocarle fisuras.
Desde 1995 especialistas del INAH se encargan de dar mantenimiento y conservación a la figura del NIñopa. Desde hace dos años, entre septiembre y octubre la escultura se lleva a sus instalaciones.
Cerca del altar donde la familia Martínez Troncoso tuvo al Niñopa hay una vitrina en la que se exhibía un traje de pastor, de color azul y que fue usado por un niño que participó en una pastorela en 1910 para adorar al Niñopa. Este traje fue propiedad del señor Luis Morales, del Barrio de San Cristóbal, ya que sus abuelos fueron en esa época mayordomos del Niñopa. El traje de Niño Pastor hoy está en manos del mayordomo saliente Enrique Martínez y nos explica que éste fue exhibido en una exposición en 1990, realizada por la asociación Xochicopalli Michihua, AC, a la que él pertenece.
Este traje de pastor fue usado por un niño que en 1910 participó en una pastorela.
El 6 de enero de este año, niñas y niños vestidos de pastores bailaron y dieron regalos al Niñopa.
El mayordomo saliente dijo a EL UNIVERSAL que actualmente no hay ningún apoderado legal de la imagen desde que el Niñopa estuvo en un litigio a fines de los años 60, cuando el párroco de aquella época José Reyes Chaparro no quería que el pueblo de Xochimilco se manifestara en esta expresión tan popular, con sus procesiones, con sus danzas, entonces prohibió la entrada del niño a la iglesia y él mismo no le ofrecía misas, la gente buscó alternativas para celebrar la sagrada misa al niño, el profesor Fernando Arenas estaba al frente de los mayordomos y apoyó para que se ganara la custodia del niño a favor del pueblo de Xochimilco y se quedó como apoderado.
Dijo que después, la PGR les respondió en un escrito, que no tenía la facultad de imponer a ninguna persona como responsable de un bien que es patrimonio de una comunidad, patrimonio de México, así es como la Comisión del Niñopa, integrada por cinco futuros mayordomos, es la encargada de dar seguimiento a las actividades de la imagen. La comisión es un órgano coadyuvante en las fiestas del Niñopa, pero la decisión y responsabilidad recae sobre los mayordomos en turno.
Para devotos, creyentes y no creyentes el Niñopa tiene una energía que les trasmite fe, amor, esperanza, dulzura y paz. El padre Aldo decía a los parroquianos que “el pueblo de Xochimilco orgulloso a diario sale portando a Dios, a su Niñopa por las calles”. Para otros es “un gran regalo que la vida da a los católicos”.
Imagen del Niñopa cuando se dirige a la Parroquia de San Bernardino de Siena, para efectuar el tradicional cambio de mayordomia.
Fotografías antiguas:
Archivo de El Universal; foto procesión para cambio de mayordomía tomada del Facebook El Santo NIño Pa de Xochimilco
Fuentes:
Archivo fotográfico de EL UNIVERSAL y entrevistas propias. Araceli Peralta Flores: “El Niñopa: símbolo de identidad cultural xochimilca”. Barbro Dahlgren de Jordán: “Historia de la religión en Mesoamérica y áreas afines”. https://www.youtube.com/watch?v=VsCddVbvzg4. https://www.youtube.com/watch?v=vGL7gRYgDJ0. https://www.facebook.com/El-Santo-NI%C3%B1o-Pa-de-Xochimilco-255852021130959. https://www.facebook.com/oficialninopa/?hc_ref=ARRAmPZ7cHJXUjcWEhkahu8lN_0UPrK1gPk07TITLAKaZwp2WYkwN_DfOIIKBU97KWc.