Texto: Aída Castro Sánchez
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Miguel Ángel Garnica
Durante décadas las cartas que los niños norteamericanos enviaban a Santa Claus quedaban sin respuesta, se acumulaban en el servicio postal sin llegar a su destino. Fue en 1913 en la ciudad de Nueva York, cuando el publicista John Duval Gluck Jr. se decidió a cumplir los deseos infantiles y fundó la Santa Claus Association, institución de beneficencia a la que el Departamento Postal de Estados Unidos entregaba todas las cartas que le dirigían a Papa Noel.
De acuerdo con un reportaje publicado en EL UNIVERSAL el 21 de diciembre de 1930, en 1929 esta asociación ya tenía 10 mil donadores, en su mayoría hombres de negocios, quienes en muchos casos contribuyeron con alimentos, juguetes, dulces y vestidos para los niños pobres. Más de 60 mil cartas recibió en ese año cuando un gran número de ellas solicitaban vestidos, pan y carbón, en lugar de juguetes. “Tengo horribles ganas de tener unos juguetes, querido Santa Claus, pero hace mucho frío”, expresaba una niña en su carta a Santa Claus.
Su fundador John Duval Gluck Jr. nació un día de Navidad y no tardó en darse cuenta de la importancia de la fecha de su nacimiento y la consideró como una bendición. Con el tiempo se convirtió en un afortunado hombre de negocios. No tenía afición por el matrimonio, pero sentía gran inclinación a hacer obras de caridad, señala el texto.
Cada Navidad buscaba personas a quienes ayudar, en particular en hogares en que las fiestas de ese día no se celebraran por motivos económicos. Ocurrió que en una Nochebuena, al ir de regreso a su casa, vio a un chiquillo que estaba de puntillas tratando de alcanzar a poner una carta en el buzón de correo de la esquina. Cuando se acercó a ayudarlo y al reparar en la dirección: “Mister Santa Claus, Polo Norte, le vino a la mente la idea de desempeñar el papel de aquél y le dijo al niño: “Santa Claus es amigo mío, si me das la carta yo se la llevaré”.
Hizo sus compras y después de buscar el hogar del niño reflexionó que otros podrían quedar decepcionados después de escribirle a Santa Claus y no obtener respuesta. Así le llegó la idea de crear una organización benéfica bajo el nombre de Santa Claus Association (SCA) que sirviera para complacer los deseos de los pequeños que podrían sufrir una decepción por no ver cumplidas sus peticiones.
Fue hasta 1915 que se reconoció su situación legal en Nueva York. Sus actividades se extendieron hasta Canadá, los donadores se multiplicaron como hongos y las cartas dejaron de parar en la basura de las oficinas postales. Durante los años veinte las oficinas centrales de la SCA se encontraban en los edificios Knickerbocker y Woolworth.
Imagen de edificio Woolworth en la ciudad de New York, donde se ubicaban las oficinas centrales de la SCA en los años veinte. Foto AP / Mary Altaffer.
En su primer año, la SCA llevó regalos a 28 mil niños y el diario The New York Times la catalogó como “una revolución en los métodos de distribuir en la caridad”, escribió en su blog el periodista Alex Palmer en 2013.
En el Anuario que publicaba la Asociación aparecía el siguiente mensaje: “No hay centro de población que sea demasiado pequeño, ni ciudad que sea demasiado grande para organizar y mantener en funciones una Asociación de Santa Claus”.
“Dentro de nuestro sistema sin centralizaciones, cada comunidad tiene sus propias oficinas y maneja sus fondos propios. No tratamos de impedir que otros ejerzan a su manera la caridad en Nochebuena, sino que pretendemos cooperar con ellos. La Navidad de los niños es mucho más importante a nuestros ojos que el auge de nuestra organización. No hemos inventado la Nochebuena. Sólo tenemos una mira: la alegría de los niños pobres. No son mendigos, como no lo son los hijos de los ricos y tienen derecho a un poco de alegría en estos días festivos”.
En quince años de existencia la SCA tuvo un récord en Nueva York, empleó a 4 mil trabajadores voluntarios, se puso en comunicación con 250 mil donadores y contestó alrededor de 30 mil cartas a Santa Claus anualmente.
Otro “Santa” también reparte juguetes en la oficina de Correos de la ciudad de Himmelpfort, que significa "puerta del cielo". Cada año por estas fechas esta oficina alemana recibe cartas de niños de Europa, Asia y África. Y, también como cada año, cada una de las misivas es contestada portando un sello navideño de edición especial. Imagen de noviembre de 2004. La dirección es: Weihnachtsmann, Weihnachtspostfiliale, 16798 Himmelpfort, Alemania (Deutchsland). La imagen es de la agencia EFE / Patrick Pleul.
Dentro de los 10 mil donadores de la Santa Claus Association se encontraban celebridades como el actor estadounidense John Barrymore, la actriz canadiense Mary Pickford y el director Douglas Fairbanks. De la clase política estadounidense también trabajaron con la Asociación el alcalde de Nueva York, James John Walker, el gobernador de Nueva York, Alfred E. Smith, y el presidente Warren G. Harding.
Sin embargo, en 1928 se produjo un gran escándalo cuando las prácticas de recaudación de fondos de la Santa Claus Association se pusieron en duda y se vio obligada a cerrar operaciones cuando el comisionado de Bienestar Público de Nueva York, Bird Coler, exigió revisar las cuentas de la Asociación y descubrió que casi nada del dinero recaudado para la construcción del edificio de Santa Claus había sido utilizado para dicho propósito. Al parecer todos los fondos de la Asociación se quedaron en los bolsillos de Gluck.
Todos estos detalles de la vida de John Duval Gluck Jr. y su paso por la Asociación fueron investigados y narrados por su bisnieto, el periodista Alex Palmer, publicados en el libro “El hombre de Santa Claus: el ascenso y la caída de un hombre de la era del jazz y la invención de la Navidad en Nueva York”.
John Duval Gluck Jr. ex agente de aduanas, fue editor y publicista de un periódico, se convirtió en una celebridad en la era del jazz, se codeaba con las estrellas de cine y políticos de la época, incluso planeó erigir un monumento de Santa Claus en el centro de Manhattan, dice Alex Palmer.
Durante todo el año John Duval se dedicaba al periodismo pero cuando se acercaban los días de Navidad se iba de voluntario al servicio postal de Santa Claus, prodigando con su desprendimiento de tiempo y dinero. Tras crear la Asociación “el sustituto de Santa Claus se convirtió en el intermediario supremo, acumulando cantidades indescifrables de fondos por los regalos, los beneficios, la publicidad y el prestigio para él mismo” describe Palmer en su libro. Gluck murió a la edad de 73 años, en 1951, y con él terminó la historia de la Santa Claus Association.
Fuentes:
Archivo fotográfico y Hemeroteca de EL UNIVERSAL.
https://www.huffingtonpost.com/alex-palmer/santa-claus-association_b_2345495.html
https://books.google.com.mx/books?id=_Mp_CgAAQBAJ&pg=PR5&lpg=PR5&dq=John+Duval+Gluck&source=bl&ots=K4PHy5nqqG&sig=yOZQkJzR7Z9VnaiQn6ECyB64yBQ&hl=es&sa=X&ved=0ahUKEwj66b3lhprYAhUHQSYKHf_JBXg4ChDoAQg1MAI#v=onepage&q=John%20Duval%20Gluck&f=false
http://www.cityreliquary.org/the-santa-claus-association/
https://www.nytimes.com/2015/11/27/arts/design/mama-says-that-santa-claus-does-not-come-to-poor-people.html
http://alexpalmerwrites.com/books
http://www.kcrw.com/news-culture/shows/to-the-point/amazon-the-everything-store-and-the-changing-economy#seg-the-unlikely-war-over-santa-claus-letters
https://www.smithsonianmag.com/arts-culture/brief-history-sending-letter-santa-180957441/?no-ist
https://ny.curbed.com/2015/11/30/9895926/the-strange-story-of-nycs-santa-claus-building-that-never-was
https://www.voanoticias.com/a/entretenimiento-santa-claus-indiana-cartas-respuesta/3644138.html
https://www.marketwatch.com/story/how-the-santa-claus-con-man-gave-christmas-to-new-york-2015-12-22