Por: Carlos Landetta
Cuando Carlos Pardo iba en secundaria recibió una mesa de ping pong de regalo, sin embargo él sólo pensaba en hacer autos. Un día, su padre volvió del trabajo y lo encontró cortando la mesa con un serrucho. Su objetivo era hacer un modelo a escala del auto deportivo italiano Lamborghini Countach Lp500s, sólo con cajas, yeso y madera.
“Siempre he sido así, busco las formas de lograr mis sueños a pesar de no tener todos los recursos. Yo quería trabajar en una réplica del auto y mi papá no tenía dinero como para darme y empezar a hacer mi modelo. A mi papá le sorprendía que yo ya quería armar coches, aunque no tuviera nada de dinero”, recuerda el ingeniero Pardo.
El padre de Carlos era trabajador de la planta de Renault ubicada en Ciudad Sahagún, Hidalgo. Su gusto por los autos viene desde entonces; lo acompañaba casi todos los días a la fábrica y allí veía cómo se construían los automóviles y también cómo se desarrollaban los prototipos.
Según la Organización Internacional de Constructores de Automóviles (OICA, por sus siglas en inglés) nuestro país es el séptimo productor de vehículos en el mundo. De enero a junio de este año, se fabricaron cerca de 2 millones de autos, informó la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz.
Aunque los autos se hacen en México son de marcas alemanas, norteamericanas y japonesas. Hasta ahora no ha existido una marca nacional de coches que se produzca en serie y, mucho menos, que piense en competir contra las empresas extranjeras. Sin embargo, existen, y han existido, intentos de mexicanos que tratan de incursionar en este mercado.
Carlos Pardo dirige una empresa que se dedica a producir escalas y modelos de coches a través de encargos. Ha hecho autos de exhibición para eventos de Fórmula 1 y Fórmula E, entre otros. Sin embargo, su sueño de hacer automóviles sigue vigente y actualmente trabaja en el Andrea Go, uno de los primeros autos mexicanos 100% eléctricos.
¿Una marca nacional?
El taller del ingeniero se encuentra a unas calles de la zona centro de Ciudad Sahagún, en Hidalgo. Está escondido entre las casas que lo rodean, por fuera, parece una vivienda más. Cruzando el portón cambia el panorama, hay un patio lleno de piezas de fierro acomodadas por todas partes y algunos de sus trabajadores pintando o cortando los modelos a escala.
Pardo explica que hay múltiples proyectos para desarrollar un automóvil mexicano, sin embargo “todos tienen una estrategia diferente y cada uno piensa que es la mejor”. En México han existido algunos intentos de crear un vehículo con sello nacional. Algunos ejemplos son el Mastretta que en 2014 tuvo que frenar su producción; el Inferno Exotic Car o el Ron RXX que son autos de producción en escala menor.
Carlos lamenta el fracaso de proyectos como el de los hermanos Mastretta y espera que pronto puedan aparecer con nuevas ideas. “Espero que algún día haya una marca nacional de alto volumen. Todos los que han surgido son de bajo volumen y pues es una forma de empezar. Yo creo que la principal razón por la que no existe esa marca mexicana es porque los millonarios que hay en nuestro país no le apuestan fácil a este tipo de proyectos”, reflexiona
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Andrea Go, un auto eléctrico mexicano
Mexicano crea auto eléctrico
Para Carlos el principal obstáculo para que el proyecto llegue a la calle es el tiempo, pues el auto apenas se encuentra en pruebas piloto después del cambio de diseño que tuvo. “Para que empiecen a llegar las inversiones primero se debe tener un producto tangible”.
El nuevo diseño del Andrea Go está pensado para ser un auto citadino, que se use en distancias cortas y con propósitos de movilidad. Además, habrá modelos de dos y más asientos. El cambio más significativo es convertirlo en un automóvil eléctrico de cero emisiones para lo que se utilizará la “plataforma multimodal”.
Carlos explica que la “plataforma multimodal” es algo que ya existe como concepto, pero buscan crear la suya. Se trata de una placa con cuatro ruedas donde irá conectado todo el sistema eléctrico, sobre ésta se colocará la carrocería, según el modelo que se esté fabricando.
Todo el dinero invertido viene de otros proyectos automotrices que se desarrollan en su empresa. Aunque ha intentado participar en programas del gobierno no ha podido conseguir apoyo de ellos, “sólo se han quedado en pláticas que no terminan en ningún seguimiento del proyecto”.
“El Andrea Go no costará más de 300 mil pesos”, dice Carlos. Más barato que otros autos eléctricos comercializados aquí en México como el Nissan Leaf, que supera los 500 mil pesos o el Zacua, otro auto eléctrico mexicano, que en sus dos modelos existentes tiene un precio base de 460 mil pesos.
Mexicano crea auto eléctrico
“La finalidad es que cuando tú lo veas, lo uses y lo manejes tengas la garantía de que vas a tener un vehículo que a pesar de los años siga estando ahí, con una muy buena durabilidad en todos los aspectos; y que lo que pagues por él haya bien valido la pena. No me baso en el margen de utilidad, sino en la satisfacción del cliente”, dice Carlos Pardo mientras ve sus manos y sonríe.
Los autos eléctricos en México
Los venta de autos eléctricos en el mundo comienza a tener un crecimiento importante en relación con los coches de combustible. En el mundo se vendieron alrededor de 750 mil vehículos hibridos y eléctricos, de acuerdo con la publicación Global EV Outlook 2017 lanzada por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico y la Agencia Internacional de Energía.
China es el líder en este rubro con 75 mil unidades vendidas. En este país asiático el gobierno, preocupado por la contaminación ambiental, incentiva la compra de autos eléctricos con el objetivo de reducir la contaminación. Según un estudio de la Universidad de Berkeley, al día mueren 4 mil chinos por problemas relacionados con la contaminación ambiental.
En nuestro país, apenas se empiezan a tomar acciones para fomentar el uso de este tipo de transporte. Sin embargo, el proceso es lento. De acuerdo con un reporte de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AIMA), en el primer semestre de 2016 apenas se vendieron 20 unidades.
Los motores de los autos eléctricos son potenciados a partir de una batería que se carga directamente de las tomas eléctricas, en algunos casos pueden ser dos. Entre sus principales ventajas se encuentran que es un automóvil que no genera emisiones y su coste de mantenimiento es mucho menor.
A su vez, según explicó Francoise Lavertu directora de Tesla México en entrevista con El Universal, un usuario de un coche eléctrico puede ahorrar hasta 56 mil pesos de gasolina en un plazo de cinco años.
Cabe mencionar los beneficios que el gobierno otorga para estos automóviles. Según la AIMA un dueño de este tipo de automotor no paga el impuesto de la tenencia. También están exentos del programa de verificación vehicular aplicado semestralmente, por lo que tampoco tienen la restricción del programa “Hoy no circula”. Inclusive tienen lugares preferenciales de estacionamiento debido a que cuentan con el engomado “E”.
Otra de las ventajas es que no generan el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN) y la Comisión Federal de Electricidad les ofrece la opción de instalar un medidor de carga, independiente del consumo del hogar, para los vehículos en la casa de los usuarios con la promesa de que no aumentará significativamente el gasto.
El principal problema para un mexicano que tiene uno de estos vehículos es su desconocimiento y novedad. Lo que genera dificultades para encontrar mecánicos que le hagan el servicio al auto y poder localizar puntos de recarga conocidos como “electrolineras”. Además, de que no ve su ahorro en gasolina hasta tiempo después debido a que el precio de los autos es muy elevado.
En la Ciudad de México apenas existen 16 puntos de recarga, aunque se espera que se instalen 28 más de la CFE para llegar a 42 a finales de este año. A su vez, existe un proyecto para crear “corredores eléctricos”, carreteras con puntos de carga, que conecten a la CDMX con Toluca, Puebla y Cuernavaca, pero no estará listo hasta 2018, dijo Martín Gutiérrez Lacayo, coordinador ejecutivo de la Comisión Ambiental de la Megalópolis (CaMe).
“Siempre he estado inmerso en el mundo automovilístico y creo en ese nicho de mercado, por eso hicimos el Andrea Go eléctrico,” concluye Carlos, mientras afirma con la cabeza. En su taller, hace réplicas y modelos de todo tipo de coches. Ya no corta mesas de ping pong ni usa yeso y cajas, ahora tiene todos los materiales para ver sus ideas realizadas.