“Me siento muy feliz. Conocía el evento desde mis inicios y soñaba con venir. Ahora, ¡¿ganarme la vaca?! Creía que era un evento muy europeo. Me siento orgulloso, contento”, dijo Ángel Boligán, ganador del Gran Premio del Humor Vaca, en la Feria Internacional de la Caricatura, Dibujo Editorial y Humor, en Francia.
“La Vaca” es un premio que se entrega cada año en el pueblo francés Saint-Just-le-Martel a los mejores caricaturistas del mundo desde hace 36 años. La mayoría de los ganadores han sido franceses, a excepción del año pasado, en que un israelí ganó el Gran Premio y hoy, lo ganó un cubano-mexicano. “Participé con 30 dibujos, todos han sido publicados en El Universal”.
Boligán cuenta que en Francia muchos adolescentes se le acercan para preguntarle por su obra y que entre ellos debaten los posibles significados de cada uno de sus cartones.
“Interpretan los dibujos de manera diferente (a como lo hacemos en México), por ejemplo, con los dibujos sobre migrantes que van a Estados Unidos. Ellos los comparan con los desplazados sirios”.
Ángel Boligán nació en San Antonio de los Baños, la Habana, en 1965. Llegó a México en 1992 y desde entonces colabora en medios nacionales. "No sé si soy un cubano enraizado en México o si soy un mexicano que nació en Cuba. Tengo esa duda, yo no sé si soy de aquí o de allá", dijo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, el año pasado.
¿Por qué una vaca?
Hay más de una razón para entregar una vaca en este concurso de caricatura. Una de ellas es que el poblado de Saint-Just-le-Martel se caracteriza por su producción ganadera, pero la razón principal la explica Blanche Vandenbroucke, cofundadora y organizadora del evento:
“El Humour Vache (humor vaca) es cuando alguien dice cosas justas. La vaca critica, hace comentarios fuertes. No es humor para reír, es para pensar”.
Blanche opina que los dibujos de Boligán tienen las características del Humour Vache: “sus dibujos ‘cogen’ el ojo. Primero son bellos, más que bellos, no encuentro palabras. Pero cuando se les mira mejor, sus dibujos hablan, son dibujos muy fuertes”.
Dice que está contenta por el reconocimiento a Boligán “porque Boligán es el mejor del mundo y todos los dibujantes dicen que tienen suerte de encontrarlo aquí. Sus dibujos les gustan”.
Boligán recibió una pequeña vaca blanca de porcelana y una vaca real con la que paseó por las instalaciones de la feria. El próximo año será el encargado de diseñar el cartel del evento y comenta que invitará a otros caricaturistas mexicanos para que su obra sea reconocida fuera del país.
Los cartones de Boligán han cruzado fronteras porque en sus propias palabras “más que políticos, son sociales. El mundo no es una aldea. Con la globalización todos estamos ‘en el mismo saco’. Así, nuestro trabajo se convierte en universal y se acomoda a la situación de cada quien", concluye.