El fin de semana el gobierno de Estados Unidos cerró por falta de presupuesto. El viernes pasado, el presidente y los senadores trabajaron hasta tarde y en límite de tiempo; estaba por concluir la tercera prórroga para aprobar el gasto federal de 2018 . Sin embargo, no llegaron a ningún acuerdo porque mientras los demócratas piden fondos para los jóvenes indocumentados , Trump exige dinero para el muro con México .
Se dice que el gobierno “cierra” cuando el Congreso no aprueba el financiamiento de las oficinas federales. Por este motivo, los servicios que no son considerados indispensables, como parques nacionales y museos suspenden actividades . Las dependencias importantes como Seguridad nacional, Servicio de Inmigración, aeropuertos y Control de aduanas siguen funcionando.
Donald Trump presentó el borrador de presupuesto desde marzo de 2017 y la versión definitiva en mayo, con un gasto de 4.1 billones de dólares. En septiembre, Trump suspendió el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia ( DACA ) y desde octubre, mes en el que debió ser aprobado el gasto de 2018, no puede conseguir la aprobación de su presupuesto porque en él no hay fondos destinados para los dreamers .
Trump no es quien tiene la última palabra porque es el Congreso quien aprueba el gasto federal y, a pesar de que este presupuesto debió ser aprobado desde el 1 de octubre, su propuesta fue rechazada por cuarta vez . Desde ese mes los senadores han aprobado presupuestos temporales, es decir tres prórrogas , ésta es la cuarta.
El año fiscal de Estados Unidos comienza el 1 de octubre y concluye el 30 de septiembre; el proceso que se debe seguir para la aprobación del presupuesto es largo y pasa por varias verificaciones. Primero los quince departamentos de gobierno, como el Departamento de Defensa, de Salud y de Justicia, calculan el dinero que requieren para realizar sus funciones a lo largo del año y el presidente elabora el proyecto. Este monto pasa al Congreso, que delibera si aprobar o no el presupuesto.
El cierre fue resultado de negociaciones fallidas entre los legisladores por aprobar un gasto federal que protegiera a los dreamers. Ellos son jóvenes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños; en 2015 entró en vigor el Programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que les proporcionaba un amparo de dos años sujeto a renovación con el que obtenían un permiso de trabajo temporal, número de seguro social, identificación del estado y seguro médico.
Esta es una exigencia de los demócratas, ellos se oponen a aprobar montos en los que no estén contemplados los derechos de los dreamers y a dar fondos destinados a la construcción del muro con México.
El día lunes se suspendieron las actividades federales debido a que el fin de semana el Senado rechazó extender el presupuesto para seguir operando con normalidad, esto implicó que lugares como la Estatua de la Libertad, museos y parques permanecieran cerrados porque el gobierno no tenía fondos para pagarle a los empleados. El martes el gobierno federal volvió a trabajar con normalidad, porque el Congreso estableció una medida de gasto provisional de tres semanas, esperando que durante este tiempo los senadores y el presidente lleguen a un acuerdo.