El Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología ( Conacyt ), encabezado por María Elena Álvarez-Buylla, ha realizado reformas al reglamento del Sistema Nacional de Investigadores ( SNI ), ha modificado los criterios de evaluación y, recientemente (el 31 de mayo), ha publicado la convocatoria para el ingreso, permanencia o promoción de los investigadores en el SNI, pero sin tomar en cuenta al Consejo de Aprobación —denominado actualmente como Consejo General—, algo que va en contra de la ley, porque un juez ordenó al Conacyt reconocer a la investigadora Gloria Soberón como integrante de ese consejo para el periodo 2018-2021.
El Consejo de Aprobación estaba conformado por personas a cargo de diversas direcciones del Conacyt , subsecretarías de la SEP y los tres integrantes del SNI que formaban parte de la Mesa Directiva del Foro Consultivo Científico y Tecnológico , que en este caso eran: Gloria Soberón Chávez , Ricardo Pozas Horcasitas y Roberto Leyva Ramos.
Sin embargo, desde el año pasado ninguno de los tres investigadores fue convocado a las sesiones del Consejo de Aprobación y por ello, en agosto de 2020, Soberón promovió un juicio de amparo para que se le reconozca en el cargo para el que fue electa, pues entre sus funciones está el aprobar las convocatorias del procedimiento de ingreso o permanencia al SNI, definir el número y características de las comisiones que realizarán las evaluaciones del Sistema y designar a los miembros de las comisiones dictaminadoras.
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El 9 de febrero pasado, Juan Gabriel Regis López , juez Décimo Sexto de Distrito en Materia Administrativa del Primer Circuito, ordenó al Conacyt reconocer a Gloria Soberón como representante electa del SNI, e informar “el nombre y apellido de las personas que fungieron como representantes de los investigadores en el Procedimiento de Ingreso o permanencia en el Sistema Nacional de Investigadores 2020, si es que los hubo, así como las razones del desconocimiento de los representantes SNI electos”.
Para los científicos, los sucesos alrededor del Sistema Nacional de Investigadores son un “desastre administrativo sin una guía académica”. Imagen de una investigadora del Cinvestav. Foto: CORTESIA CINVESTAV
Esas órdenes no fueron seguidas por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, lo que lo convierte en un organismo que ha operado en desacato, señalan Gloria Soberón, doctora en Investigación Biomédica Básica, Alma Maldonado, del Cinvestav, y el biólogo Antonio Lazcano .
“El Conacyt está en desacato. No tomaron en cuenta la resolución del juez y no fui convocada a las reuniones en las que se decidió modificar el reglamento del SNI, sacar la convocatoria (2021) y modificar los criterios para las evaluaciones. Ahora no hay representantes electos frente a la comunidad ante ningún órgano colegiado”, asegura Soberón, quien ingresó al SNI desde su creación en 1984.
El cargo de Soberón era honorífico, no recibía ningún salario. Lo obtuvo después de que el Foro Consultivo —organismo que también ha sido desconocido por Conacyt y que incluso Álvarez-Buylla lo ha acusado de haber operado con “irregularidades”— organizara unas elecciones.
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"Están tratando de moldear la ciencia a unos criterios que no tienen nada que ver con ciencia. Hay ciencia que se hace con rigor y otra que no”
Gloria Soberón, investigadora
El 11 de mayo pasado, durante la cuarta mesa del ciclo “Hacia la primera ley general en materia de HCTI en México”, organizada por el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología, Lucía Mantilla , de la Universidad de Guadalajara, fue presentada como representante del SNI en la Junta de Gobierno del Conacyt, y declaró que el Foro Consultivo “secuestró la participación de los académicos y legitimó como si los académicos estuviéramos participando, cuando era un grupo que privatizó la participación”, aunque Soberón afirma que Mantilla participó como “representante electa de elecciones que no se llevaron a cabo”.
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Alma Maldonado indica que además de los cambios hechos por Conacyt, está la reciente renuncia de Mario de Leo Winkler a la dirección del SNI: “Estamos en una situación de incertidumbre, porque está la convocatoria (del SNI) con una plataforma que no sirve, con problemas de legitimidad , con un desacato legal y con muchos problemas de pagos a investigadores”.
Por su parte, Antonio Lazcano define a toda esa serie de sucesos en el Sistema Nacional de Investigadores como un “desastre administrativo, sin una guía académica. Desafortunadamente, la doctora Álvarez-Buylla, que conoce la historia del Sistema, en lugar de preocuparse por mejorarlo, lo ha manejado como si fuera una dádiva del Estado, donde ella actúa como intermediaria y con funcionarios absolutamente incapaces . El desconocimiento en cómo debe funcionar el SNI y el empeño en no tratar de mejorarlo es sorprendente, porque los cambios se hicieron sin consultar a la comunidad, como establece la legislación, y las modificaciones reflejan una visión parcial y en desacato, por no haber convocado a Gloria Soberón”.
“Estamos en una situación de incertidumbre, porque está la convocatoria con una plataforma que no sirve, con problemas de legitimidad”
Alma Mladonado, investigadora
Nuevos criterios
Entre los cambios en el Sistema Nacional de Investigadores están los nuevos criterios de evaluación específicos, que contemplan, entre otros aspectos, el desarrollo tecnológico de vanguardia e innovación abierta, es decir, “demostrar participación en actividades de desarrollo tecnológico e innovación articuladas entre los elementos de la Pentahélice (Gobierno, Academia, Industria, Sociedad y Ambiente), relacionadas directamente con la atención y resolución de problemas de prioridad nacional a través de la generación, optimización e implementación de tecnología mexicana, eficiente y eficaz en las condiciones actuales del país”.
También se establece la transferencia de tecnología, donde se deberá “demostrar la capacidad de transmitir habilidades y/o codiseñar métodos, procesos y conocimientos desde las instituciones que llevan a cabo el desarrollo hacia el sector productivo , social, y gubernamental”.
Además hay otros criterios específicos para las nueve áreas: Físico-Matemática s y ciencias de la Tierra , Biología y Química, Medicina y Ciencias de la Salud, Ciencias de la Conducta y la Educación; Humanidades, Ciencias Sociales; Ciencias de Agricultura, Agropecuarias, Forestales y de Ecosistemas; Ingenierías y Desarrollo tecnológico; así como Interdisciplinaria.
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Esos nuevos criterios, sostiene Gloria Soberón, únicamente llevan “a que las evaluaciones se vuelvan discrecionales, se vulnere la evaluación por pares, la independencia, y están apegadas a una agenda nacional de ciencia que definieron de manera unilateral, sin tomar en cuenta ni la historia, la opinión ni el desarrollo científico. Están tratando de moldear la ciencia a unos criterios que no tienen nada que ver con ciencia, como la ' ciencia neoliberal ', cuando habría adjetivos que no tendrían que usarse para calificar a la ciencia. Hay ciencia que se hace con rigor y otra que no. La doctora Álvarez-Buylla ha definido una agenda que politiza la ciencia ”.
"El desconocimiento en cómo debe funcionar el SNI y el empeño en no tratar de mejorarlo es sorprendente, los cambios no se consultaron”
Antonio Lazcano, biólogo
Aunado a ello, indica Maldonado, la diferencia entre lo que sucedía con otras administraciones y la actual es que antes las comisiones de evaluación estaban conformadas por personas electas: “Sin embargo, ¿cómo van a interpretar los (nuevos) criterios? Es algo que siempre sucede, el problema aquí es de legitimidad y confianza , porque ahora nos dicen que el acceso universal es muy importante, pero ¿quién va a evaluar eso?, ¿es difusión? Son cosas que ahora estarán a criterio de una comisión que no tiene la legitimidad”.
Al respecto, Antonio Lazcano señala que a él, como integrante de parte de la Comisión Dictaminadora , no se le avisó sobre los nuevos criterios ni del retraso de la publicación de la convocatorio 2021 y que, hasta el momento, no se sabe cómo será el proceso para renovar a los miembros de la Comisión a la que pertenece.
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Pero el caso de Antonio Lazcano es particular, porque en 2019 le notificaron vía correo electrónico que ya no formaba parte de esa comisión “por dejar de asistir sin causa justificada a reuniones plenarias”. El investigador de la Universidad Nacional Autónoma de México se amparó y aunque no ha sido convocado, espera que se le notifique sobre el trabajo a dictaminar:
“En caso hipotético de que no se me convoque para este año, el Conacyt tendrá que demostrar legalmente que está capacitado para hacer eso. Vamos a esperar a ver cuándo se nos convoca”, dice Lazcano.