La variante británica del Covid-19 se ha asociado luego de una investigación con una tasa de mortalidad significativamente alta, lo cual brinda más información sobre las mutaciones del coronavirus .
Epidemiólogos de las universidades de Bristol y la de Exeter publicaron los resultados de su estudio en torno al B.1.1.7. en la British Medical Journal , luego que han logrado encontrar la tasa de mortalidad más alta por esta variante entre los adultos que la padecen.
Los investigadores recordaron en su trabajo que esta variante fue hallada en la comunidad de Kent a finales del año pasado y debido a su nivel de contagiosidad se extendió por todo el mundo.
"Centramos nuestro análisis en los casos que ocurrieron entre noviembre de 2020 y enero de 2021, cuando tanto las variantes antiguas como la nueva estaban presentes en el Reino Unido", afirmó Leon Danon, científico de la Universidad de Bristol y uno de los autores principales del trabajo.
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Los expertos sostuvieron que la variante británica es entre un 30 y un 100 por ciento más mortal que las cepas anteriores, esto de acuerdo con el análisis que llevaron a cabo.
Para dar con la información se llevó a cabo una comparativa entre las tasas de muerte con la nueva variante y las que estaban infectadas con otras cepas. Así que encontraron que de 54 mil 906 pacientes 227 fallecieron por B.1.1.7 .
Danon agregó que al maximizar el número de "coincidencias" y reducir el impacto de otros sesgos, se logró comprobar el riesgo que representa la variante británica.
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"El SARS-CoV-2 parece capaz de mutar rápidamente, y existe una preocupación real de que surjan otras variantes con resistencia a las vacunas que se implementan rápidamente", añadió.
No obstante, Ellen Brooks-Pollock, quien también formó parte del estudio, afirmó que fue suerte que este cambio del coronavirus ocurriera en una parte del genoma que es cubierta por pruebas de rutina, porque otras pueden surgir en otros lugares y extenderse sin control .
"Junto con su capacidad para propagarse rápidamente esto hace que B.1.1.7 sea una amenaza que debe tomarse en serio", añadió Robert Challen, científico de la Universidad de Exeter y otro de los investigadores principales.
nrv