y el inminente regreso a clases traen consigo más cuestionamientos sobre la estrategia de s alud pública para intentar frenar el paso del Covid-19 , impulsado por la variante Delta. Aumentar el ritmo de la vacunación es fundamental para atacar al SARS-CoV-2, pero muchos países en el mundo también aceleran la inclusión de otros grupos en sus esquemas, como adolescentes, y en algunos lugares , poblaciones más jóvenes .

La primera vacuna en aprobarse para estos grupos fue la de Pfizer-BioNtech . Desde hace más de tres meses, Canadá se convirtió en el primer país en el mundo en darle luz verde para el grupo de 12 a 15 años. Desde entonces, muchos han seguido sus pasos con los datos recabados en los ensayos clínicos y la autorización de sus respectivas agencias. En México, la información oficial al respecto es confusa. Se ha dicho que no se van a vacunar adolescentes con los argumentos de que es una necesidad promovida por la industria farmacéutica o que no hay evidencia científica para estos grupos, pero luego hubo un guiño de probabilidad para adolescentes de riesgo.

El doctor Carlos Magis Rodríguez , especialista en salud pública y quien forma parte de CISIDAT, un consorcio de investigación en salud para la generación de evidencia científica, asegura que a pesar de las declaraciones, Cofepris aprobó a finales de junio a la vacuna Pfizer-BioNtech para uso de emergencia en mayores de 12 años. El investigador añade que ésta también fue la primera vacuna que se aprobó para el Covid-19 en México y se utilizaron los datos de la FDA para su validación, que marcaba su uso seguro a partir de los 16 años, pero aquí solo se aplicó a mayores de 18. “Ya de arranque se le cortaron dos años a la vacuna”, puntualiza.

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Magis considera que el problema no es la seguridad en su aplicación, pues las principales agencias de salud del mundo, como la FDA, en EU, y la EMA, en la Unión Europea, las han aprobado para emergencia. “No hay duda de que la gente que tiene la información científica la ha usado para ejercer la autorización, de hecho, la FDA sigue considerando seguir bajando la edad. Es muy claro que como van las cosas, más países no solo la autoricen en adolescentes, sino en rangos de menor edad ”. Cita el ejemplo de Israel, que ha logrado ya bajar aún más la edad para su aplicación. Este país ha incluido en su esquema a niños de cinco a 11 años con comorbilidades. En Israel 85 % de la población adulta está vacunada y 39% de casos de Covid-19 se presentan en menores de 19 años.

Para expertos en epidemiología, como la australiana Catherine Bennett , mientras más tarde un país en vacunar a su población, se extienden las posibilidades de que el virus mute y se propague entre los grupos desprotegidos. Para los expertos, con las nuevas variantes, la inmunidad colectiva tiene que lograr índices de vacunación extremadamente altos en todos sus grupos poblacionales.

Panorama mundial

A finales de la primera semana de agosto se han registrado casi 200 millones de casos de SARS-CoV-2 en el mundo. Según la UNICEF , alrededor de 8% de los infectados son menores de 18 años y las muertes notificadas son del 0.3%. Seis de cada 10 de estos casos ocurren en el grupo de mayores de 10 años. Alrededor de 57% de los casos diagnosticados en menores de edad tienen comorbilidades.

Si bien es cierto que la proporción de infecciones, enfermedades graves y decesos resulta mucho menor en los infantes, los riesgos prevalecen, principalmente para quienes viven con otras enfermedades; además de que los menores de 18 años representan un sector importante en la población que también participa en las cadenas de contagio. El estudio “Duración de la enfermedad y perfil de la sintomatología del SARS-CoV-2 en niños en edad escolar”, publicado en The Lancet hace una semana, reporta que en un grupo de mil 734 niños británicos, solo un 4.4% sufrió Covid de larga duración, es decir, con sintomatología persistente después de un mes; pero las enfermedades asociadas mueven la balanza.

Precisamente Reino Unido ha decidido enfocarse únicamente en los grupos de riesgo de menores para distribuir la vacunación a partir de los 12 años. Otros países europeos los abarcan sin excepción, como Francia y España. En este último país alrededor del 18% de las personas entre 12 y 19 años ya han recibido la vacuna.

“Es muy claro, como van las cosas, que más países no solo la autoricen en adolescentes, sino en rangos de menor edad”; Carlos Magis Rodríguez, Especialista en Salud Pública.

Contemplando a todos sus adolescentes o centrándose en los que padecen comorbilidades, cada vez más países incluyen en sus esquemas de vacunación a menores de edad. En Latinoamérica son 11 países los que ya contemplan a mayores de doce. Según información de los C entros para el Control y Prevención de Enfermedades en EU , la evidencia actual sugiere que los niños con afecciones genéticas, neurológicas, metabólicas así como con enfermedades cardiacas congénitas, pueden tener mayor riesgo de enfermarse gravemente. De modo similar a los adultos, los niños con obesidad, diabetes, asma o enfermedad pulmonar crónica, enfermedad de células falciformes o inmunodepresión también pueden aumentar el riesgo.

Otro motivo de preocupación continúa siendo el llamado síndrome inflamatorio multisistémico pediátrico, asociado a una infección activa o reciente por SARS-CoV-2 que se caracteriza por fiebre persistente, valores elevados de marcadores de inflamación y disfunción de uno o múltiples órganos . A medida que se relajan las medidas de distanciamiento social, también les preocupa a los pediatras las coinfecciones en niños de SARS-CoV-2 con otros virus comunes.

Las vacunas aprobadas para mayores de 12 años en varios lugares del mundo son las de ARNm fabricadas por Pfizer y Moderna, así como las chinas fabricadas por Sinovac y Sinopharm . Algunos laboratorios realizan ensayos clínicos para lograr una vacunación segura en niños de hasta seis meses de edad, pero aún no se aprueban dosis en ningún país para tan corto rango. El único que tiene la aprobación a partir de los tres años es China.

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Vacunas compradas y aplicadas

Independientemente el color del semáforo, que ha resultado otra pieza contradictoria en la estrategia de salud frente al Covid-19, el riesgo se acentúa con la movilidad. “La gente sale más y a muchos espacios que no están adecuadamente ventilados, por lo que ahora es fundamental vacunar a las poblaciones de 18 años a 30 años, pues sin tener a este sector (el más afectado con la tercera ola ) con tasas altas de vacunación, no podemos pasar a la siguiente parte, pero no se debe eliminar la posibilidad de vacunar niños y adolescentes”, comenta Magis.

Advierte que ahora el gran reto es la velocidad de vacunación, pues a pesar de algunos tropiezos, se logró la producción de las vacunas de AstraZeneca y de Cansino. “Tampoco se ha interumpido la llegada de las de Pfizer y Sinovac, pero sí es de señalar que hay más vacunas recibidas que administradas. Hay 19 millones de vacunas que se consiguieron y se debe duplicar el esfuerzo para vacunar”.

18 a 30 años población que hoy es más urgente vacunar y que es la más afectada con la tercera ola.

Para el especialista, una estrategia de vacunación más flexible podría potenciar esfuerzos, como no dejar a los macrositios de vacunación como única alternativa. Magis señala que tendrían que sumarse otros medios para vacunar, pues hay regiones y lugares del país en donde se requiere una cercanía más directa con la gente. Propone utilizar la comprobada estrategia de vacunación en los centros de salud, adaptando el tipo de vacunas o la red fría en los casos necesarios; así como integrar brigadas domiciliarias o de atención en lugares de trabajo, sobre todo en sitios donde los macrositios no han funcionado o en zonas de difícil acceso.

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Para Magis otro problema es la falta de calidad en la información sobre cada vacuna que aplica el gobierno. “No nos quedan claras muchas cosas, como la tremenda diferencia de vacunación que existe, por ejemplo, entre Baja California y Chiapas. El primer estado tiene una cobertura del 70% y Chiapas está el extremo opuesto, como si fueran países diferentes”.

Carlos Magis dice que es complejo predecir qué pasará con el regreso a clases porque existen muchos modelos y variantes, pero ejemplifica casos en Latinoamérica como el de Argentina. “Con una epidemia menos intensa que la mexicana, tuvo su regreso a clases en marzo. Abrieron las escuelas y las tuvieron que cerrar en medio de su segunda ola. Nosotros vamos a abrirlas en medio de la tercera ola. Lo que puede pasar es que se amplíen las infecciones, pero es difícil saber en qué grado”. Los modelos de familias extendidas y una vacunación en adultos con esquema completo apenas al 18%, complican las cosas.

12 años de edad vacunas aprobadas para mayores de esa edad: Pfizer, Moderna, Sinovac y Sinopharm 

Comenta que no solo se trata de la escuela y de las inciertas condiciones que ahí se den, sino de acudir en transporte público sin las condiciones de ventilación adecuadas. “Nos queda claro que los niños se infectan menos, pero sí se infectan y algunos terminan hospitalizados y hay niños que han muerto por Covid en México, de eso no hay duda”, sostiene Magis.

Subraya que es necesario suspender la teatralización de la prevención que se hace mediante la toma de temperatura y los tapetes sanitizados. “Es una falsa seguridad, lo que se necesita es una adecuada ventilación y en todo caso medidores de CO2 para medir adecuadamente la saturación del aire en lugares cerrados, como tiendas, restaurantes y salones de clase. “La insistencia en el uso correcto del cubrebocas sigue siendo algo fundamental también en los vacunados”, insiste.

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