La comunidad científica trabaja a pasos agigantados para frenar la propagación del Covid-19 , pues si bien ya se ha aprobado el uso de distintas vacunas para prevenirlo, algunas de ellas han desencadenado efectos secundarios alarmantes en las personas inoculadas, como es el caso de la vacuna de Jonson & Johnson , la cual se ha sumado al tratamiento de AstraZeneca , como responsables de propiciar coágulos de sangre, por lo que los expertos no dejan de cuestionarse ¿qué es lo que está produciéndolos?
Pese a que las agencias sanitarias a nivel mundial han dirigido sus esfuerzos en sosegar a la población, asegurando que los episodios de trombos , ocasionados por las vacunas de AstraZeneca -aprobada a finales de diciembre del 2020-, son mínimos y sólo ocurren en casos “poco usuales” , implican un riesgo claro en la salud de las personas.
De acuerdo con estadísticas de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), de los 34 millones de habitantes -del continente europeo- inmunizados con este tratamiento, 86 padecieron una complicación producida por la coagulación sanguínea y 30 más fallecieron por los efectos de la trombosis .
Foto: Armend NIMANI / AFP, archivo
A este panorama, se añade el tratamiento preventivo de Johnson & Johnson, que desde su aprobación para uso de emergencia -a finales de febrero del 2021-,en personas mayores de 18 años y que ya ha sido administrada en al menos 6.8 millones de habitante de Estados Unidos (EU), se han notificado seis casos de coágulos de sangre.
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La Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA) junto con los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) interrumpieron la administración de la vacuna de la empresa de biotecnología, con sede en Nueva Jersey, EU, luego de sugerir que los coágulos de sangre podrían formarse como parte de la respuesta inmune de algunas personas.
Sin embargo, las autoridades sanitarias europeas aún apuestan por los beneficios de estas vacunas, los cuales aseguran que son mucho mayores que sus desventajas.
“El riesgo de mortalidad por Covid-19 es mucho mayor que el riesgo de mortalidad por estos efectos secundarios", reveló Emer Cooke, directora ejecutiva de la EMA en sus declaraciones más recientes.
Foto: AP/Rafiq Maqbool
La batalla contra el nuevo coronavirus ha supuesto la estratagema de combatirlo desde distintos frentes. Por ello, desde su aparición, los expertos no se limitaron a la fabricación de una sola vacuna, sino que las farmacéuticas alrededor del mundo, han diseñado un sinnúmero de tratamientos, basados en distintos métodos que han sido utilizados a lo largo de la historia de la medicina para atenuar los síntomas de enfermedades infecciosas.
Uno de estos procedimientos es conocido como “vector viral”, utilizado para la elaboración de las vacunas de AstraZeneca y Johnson & Johnson, además de otros 25 grupos de investigación que han notificado su uso, pero sus ensayos clínicos o fueron suspendidos o aún no alcanzan la autorización de las instituciones correspondientes para su comercialización.
Este tipo de vacunas, según la CDC, usan una versión de un virus llamado “vector” o “adenovirus” , que imita la composición del virus del que se quiere proteger, en este caso del SARS-CoV-2, transmitiendo información a las células humanas.
Foto: AP/Rahmat Gul, archivo
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La información proporcionada por el vector viral consiste en darle instrucciones al cuerpo humano de cómo producir copias de la proteína S, que se encuentra en las puntas en forma de corona -que proveen de nombre a los coronavirus- del patógeno y que ayuda a la rápida propagación del mismo.
Al replicar esta proteína, cuando el cuerpo se encuentre en contacto del verdadero virus, tendrá las herramientas suficientes para identificarlo como un agente potencialmente peligroso y atacarlo.
Los especialistas de la CDC remarcaron que, las vacunas de vector viral no implican un riesgo para la salud de las personas, ya que no contiene al SARS-CoV-2 por lo que no puede desencadenar el Covid-19 . Del mismo modo, el adenovirus es debilitado para que no pueda casuar ningún daño.
La única respuesta que podría producir en el cuerpo humano -prosiguieron- son efectos como cansancio , dolor muscular, nauseas o fiebre leve. “Esto es una señal normal de que la vacuna está funcionando”.
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Foto: EFE/EPA/RITCHIE B. TONGO, archivo
Otra de las particularidades es que la mayoría de personas, afectadas por los coágulos de sangre producidos por estas vacunas son mujeres. La EMA registró que el mayor número de afectadas oscilaban entre una edad menor a los 60 años, mientras que la FDA informó que los seis casos en EU se trataban de mujeres de 18 a 48 años.
Al respecto, la agencia europea ha desaconsejado el uso de la vacuna de AstraZeneca en personas mayores de 30 años. Por su parte la FDA esperará a la resolución de los casos de trombosis, antes de contraindicar los efectos del biológico estadounidense.
Los expertos continúan respaldando las bondades de estas vacunas, pues un estudio publicado en “Ensemble” demostró que Jonhson & Jonhson había obtenido un 85 por ciento en la efectividad de su tratamiento. De la misma manera que AstraZeneca ha registrado con un 79 por ciento de eficacia.
Sin embargo, los especialistas exhortaron a las poblaciones vacunadas con estos tratamientos a guardar la calma y mantenerse atentas a los efectos secundarios que pudieran llegar a presentar a lo largo de las dos semanas después de su aplicación.
nrv