La materia oscura en nuestro vecindario estelar puede estar moviéndose a gran velocidad, lo que podría producir una firma que las futuras búsquedas de materia oscura estarían en condiciones de detectar.
Esta predicción se basa en un nuevo estudio de una colección cercana de estrellas que se mueven en la misma dirección.
Se cree que esta llamada corriente o "huracán" S1 es el remanente de una galaxia enana que fue tragada por la Vía Láctea hace miles de millones de años. Según los autores de un nuevo estudio, la materia oscura de esta galaxia tan lejana podría pasar a nuestro alrededor a unos 500 kilómetros por segundo . Tal "huracán de materia oscura" podría dejar una huella detectable en los datos de las búsquedas de materia oscura.
El flujo S1 se identificó el año pasado en una encuesta de miles de millones de dólares realizada por el satélite Gaia. Esta no es la primera corriente estelar; de hecho, los astrónomos han detectado previamente alrededor de 30 de estas multitudes en movimiento en nuestra galaxia. El entendimiento aceptado es que cada una de estas corrientes son los escombros de una pequeña galaxia que se estrelló en la Vía Láctea.
El interés único en S1 proviene del hecho de que su camino cruza el del Sol. Ciaran O'Hare, de la Universidad de Zaragoza, y sus colegas calcularon el efecto de S1 en la materia oscura de nuestra región . El equipo consideró diferentes modelos para la densidad y distribución de la materia oscura que entra por la galaxia progenitora S1 . Luego predijeron posibles firmas de esta población en rápido movimiento en búsquedas de materia oscura.
Los detectores actuales que buscan partículas masivas de interacción débil (WIMP, por sus siglas en inglés), u na forma ampliamente discutida de materia oscura , probablemente no vean ningún efecto de S1, pero es posible que sí ocurra con los futuros detectores de WIMP.
Las posibilidades son mejores para los detectores de axiones , ya que el espectro de energía de la materia oscura axiónica debería exhibir una gran protuberancia con un pico estrecho adicional si el huracán S1 realmente golpea nuestras orillas.
Esta investigación se publica en Physical Review D.