Con 743 votos, el doctor Antonio Lazcano fue elegido por sus pares para ser miembro de la Comisión Dictaminadora del Área II: Biología y Química del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) , por un periodo de tres años. Pero tras las críticas que ha publicado sobre la actual administración de Conacyt , sólo bastó un correo para destituirlo.
El pasado viernes, el SNI excluyó a Lazcano por “dejar de asistir sin causa justificada a reuniones plenarias”, se lee en la notificación que le enviaron. El doctor reconoce que faltó a dos reuniones debido a compromisos académicos pero que informó, en su debido tiempo, al director del SNI , Mario de Leo Winkler , el motivo de estas ausencias.
“A diferencia del doctor De Leo, los miembros de las Comisiones somos investigadores en activo, tenemos compromisos académicos nacionales e internacionales. Las fechas para instalar las Comisiones cambiaron y concordaron con una conferencia que tenía programada en Alemania y ser parte de un curso en Francia
”, explica Lazcano, a EL UNIVERSAL.
Detalla que, para esta reunión, celebrada el 19 de junio, le notificó al director del SNI que no podría participar. “Le envié un correo anexando los justificantes de mi ausencia, él contestó muy cortésmente que no había ningún problema y que lo tomaba en cuenta”. Para la segunda sesión de trabajo, que se realizó en agosto, “me mandaron la invitación, pero con la fecha equivocada”, agrega Lazcano.
“Al doctor De Leo le conviene revisar su calendario antes de tomar este tipo de decisiones”, sugiere Lazcano. Estas decisiones del Conacyt se dan después que el también miembro de El Colegio Nacional publicará una editorial en la prestigiosa revista Science sobre el recorte de presupuesto a la Ciencia, en especial a los Centro Públicos de Investigación.
“Me parece una coincidencia extraña (que la destitución se dé tras las críticas), supongo que en el país hay libertades y uno tiene derecho a dar sus opiniones y no tienen por qué ser reprimidas. Creo que estas decisiones se pueden atribuir a una falta de experiencia, a una rigidez ideológica, a una soberbia y, desde luego, a una incapacidad para entender cómo funciona el SNI”, apunta Lazcano.
Aunque el SNI justifica que esta destitución está en apego al artículo 13 de los Lineamientos de las Comisiones Dictaminadores, el doctor comenta que, de acuerdo a las asesorías que ha recibido, su destitución carece de una “falta de documentación y motivación; no puede haber una notificación sin firma, esto viene en el Artículo 16 de la Constitución”, debido a que el correo que recibió Lazcano no fue signado.
Además, el correo menciona que con la “finalidad de evitar la impunidad y la laxitud de administraciones pasadas, la Dirección del SNI debe cumplir la normatividad vigente y remover su nombramiento”. Para Lazcano esta frase es “muy aventurada, porque el director del Sistema indica que, en los últimos 30 años el SNI, se ha manejado en impunidad. Es una afirmación arriesgada que pone en duda la probidad de las Comisiones. Es una aseveración que el doctor De Leo debería comprobar legalmente”.
En diferentes ocasiones, el investigador de la UNAM ha señalado la falta de experiencia de Mario de Leo, pues nunca ha pertenecido al SNI, ni ha dirigido tesis de posgrado, ahora esté al frente del Sistema.
“Estas acciones demuestran las limitaciones que tiene el doctor De Leo para entender cómo se debe apoyar a la investigación. El SNI no es una dádiva del Estado, no es un regalo de la sociedad. El SNI es un mecanismo para garantizar que haya un aparato científico de investigación, que sea equilibrado y al que se pueda acceder a partir de los méritos académicos. Esa es la parte que el doctor De Leo no ha terminado de entender”, señala.
El investigador aclara que este lunes enviará su respuesta formal al SNI, “subrayando la manera irregular en la que ha procedido Conacyt”, apunta. Además de que se reunirá con algunos amigos abogados en caso de que tenga que proceder jurídicamente, “no porque pretenda hacer el problema más grande sino porque están violentando los derechos que tenemos los investigadores”, especifica.
Respecto a la administración de María Elena Álvarez-Buylla, al frente de Conacyt, comenta que la primera gran sorpresa que se llevó la comunidad académica fue el silencio de la directora sobre el recorte que sufrió la ciencia en el primer año de Gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
“Comprendí que la doctora Álvarez-Buylla sólo es una funcionaria del gobierno, del Presidente y no una representante de la comunidad científica. Fue muy ingenuo de mi parte pensar que ella nos iba a representar, ella sólo representa al presidente. Atrás de todas estas decisiones hay inexperiencia administrativa y política para saber llevar las cosas en armonía, en una comunidad que es, de manera natural, crítica”, dice el investigador.
En las últimas semanas, la directora de Conacyt ha intentado dejar fuera a organismos autónomos que inciden en la política científica, como el Foro Consultivo. “Una democracia sólo puede existir con contrapesos, un aparato científico sólo se puede desarrollar en una atmosfera de crítica abierta, sana, participativa y respetuosa. La doctora Álvarez-Buylla está favoreciendo un modelo muy vertical, en el cual ella tendría la última palabra en una serie decisiones; aún estamos a tiempo de corregir”, puntualiza Lazcano.
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