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La revista científica Nature publicó un estudio en el que se sostiene que subvariantes de ómicron fueron desactivadas por té verde, matcha y té negro.
"Aquí mostramos que las subvariantes de Omicron fueron inactivadas efectivamente por el té verde, Matcha y té negro", dice Nature.
La revista informó previamente que el galato de catequina (-) -epigalocatequina del té (EGCG) y sus derivados, incluido el teaflavina-3,3'-di-O-digalato (TFDG), inactivaron fuertemente el SARS-CoV-2 convencional al unirse al dominio de unión al receptor.
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En el estudio titulado "Efectos del té, las catequinas y los derivados de catequinas en las subvariantes Omicron del SARS-CoV-2" se señala que EGCG y TFDG suprimieron fuertemente la infectividad de las subvariantes BA.1 y XE, mientras que el efecto en BA.2.75 fue más débil.
El ensayo de neutralización mostró que EGCG y TFDG inhibieron la interacción entre BA.1 RBD y ACE2. Los análisis in silico sugirieron que las mutaciones N460K, G446S y F490S en los RBD influyeron de manera crucial en la unión de EGCG/TFDG a los RBD.
Además, el estudio destaca que el efecto también se encontró en dulces, pues "los voluntarios sanos consumieron un dulce que contenía té verde o té negro, y la saliva recolectada de ellos inmediatamente después del consumo del dulce disminuyó significativamente la infectividad del virus BA.1 in vitro".
El estudio puede sugerir bases moleculares para la posible utilidad de estos compuestos en la supresión de virus mutantes que podrían surgir en el futuro y causar la próxima pandemia, señala Nature.
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"Nature ya acepta cualquier cosa que se vea fancy"
Sin embargo, el estudio publicado en la revista científica enfrenta algunas críticas de investigadores como Carlos Frontana, quien señala que "este trabajo es una verdadera lástima. Los materiales y métodos no permiten una comparación metodológica del efecto y someten a soluciones de partículas del virus a una infusión caliente. Lo que se sugiere (tomar té = menos actividad), es falso".
Frontana también critica a la revista, pues "está visto que Nature acepta ya cualquier cosa que se vea 'fancy'. Y le ponen estudios de dominios y regiones moleculares que no tienen absolutamente nada que ver con los experimentos".