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Las subastas de esqueletos de dinosaurios se han convertido en un terreno donde los coleccionistas privados adquieren valiosos ejemplares a cambio de millones de dólares, en detrimento de algunos paleontólogos y museos , que asisten impotentes al fenómeno.
"Lo triste es que no podemos competir con ellos", se lamenta el paleontólogo francés Francis Duranthon , poco antes de que salga a subasta en París "Big John" el mayor esqueleto de tricerátops del mundo, con un precio de venta estimado entre 1.4 y 1.7 millones de dólares.
"Eso equivale a 20 o 25 años de nuestro presupuesto de adquisiciones", explica este científico, director del Museo de Historia Natural de Toulouse (sur de Francia ).
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Como muchos otros fósiles vendidos en subastas, lo más probable es que "Big John" termine en manos de un coleccionista privado, lo que le aleja de los museos y el público.
Aunque en este caso particular, la frustración ante su posible desaparición a los ojos de la ciencia es menor.
"Tricerátops hay muchísimos", responde Pascal Godefroit , paleontólogo del Instituto Real de Ciencias Naturales de Bélgica .
La silueta de un hombre, delante del esqueleto de un Unenlagia Comahuensis, un dinosaurio con caracteres avianos. Foto: EFE / Franck Robichon, archivo
La especie está estudiada y "tenemos esqueletos completos", añade Duranthon. "Pero este es el más grande".
"Pero aunque se trate de un tricerátops, hay muchos aspectos que no se conocen", puntualiza Annelise Folie , conservadora de las colecciones de paleontología del Instituto belga.
"Puede haber huesos con un mayor grado de conservación que puedan aportar datos nuevos", puntualizó.
"Nadie puede saber con antelación si nos dará información que no tenemos", añade Nour-Eddine Jalil , paleontólogo del Museo de Historia Natural de París. "Pero en este caso es un mal menor", confiesa, porque el espécimen que se subasta este jueves en París ya fue estudiado.
Algo que no se puede afirmar de otros esqueletos de dinosaurios que se ponen a la venta en el mercado, que no han sido estudiados ni catalogados.
"La mitad de lo que se vende no tiene ni pies ni cabeza", afirma con enojo Pascal Godefroit. "A menudo son piezas interesantes, pero que están mal identificadas o se reconstruyen mal, mezclando huesos con trozos de plástico, por ejemplo".
Y así pasan bajo el radar especies desconocidas o poco analizadas. "Si se trata de una nueva especie, la pérdida es inmensa, no sabremos ni si ha existido", dice Annelise Folie .
Para el paleontólogo Steve Brusatte , autor del libro "Auge y caída de los dinosaurios", estos fósiles "constituyen nuestro patrimonio natural" y "además dan pistas para aprender sobre la evolución en la Tierra ".
Las subastas de esqueletos de dinosaurios plantean otro problema: el acceso del público a estos restos fósiles. "Exponer un tricerátops en un museo es una posible vocación para los niños", afirma Francis Duranthon, del Museo de Toulouse.
"Ver el esqueleto del tiranosaurio rex Sue (el mejor conservado del mundo) en el museo Field de Chicago despertó mi deseo de ser paleontólogo cuando era adolescente", recuerda Steve Brusatte , que participó como experto en la película " Mundo Jurásico 3 " (estreno previsto en 2022).
Este experto asegura que su vida podría haber sido muy diferente si ese esqueleto hubiera estado en el salón de un adinerado hombre de negocios.
La venta de restos de dinosaurios existe desde que el ser humano empezó a encontrar fósiles, pero el estreno de "Parque Jurásico" en la decáda de 1990 relanzó este mercado, sobre todo entre los famosos.
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Actualmente no se puede obligar a los compradores a dejar los fósiles en manos de los científicos para su estudio. Pero a veces se puede "llegar a un acuerdo", afirma Pascal Godefroit.
Además, este negocio permite "actualizar" ciertos fósiles, sobre todo en Estados Unidos . Que se puedan vender (bajo ciertas condiciones) puede motivar que se hagan nuevas excavaciones en algunos países, recalca Nour-Eddine Jalil.
melc