Casi 3 millones de dólares: este es el "razonable" precio por el que te puedes llevar un esqueleto de tiranosaurio rex a casa.
El propietario del fósil es Alan Detrich, un cazador de fósiles profesional que en 2013 encontró este esqueleto en Montana, Estados Unidos
En 2017 Detrich cedió el esqueleto, de 4 metros y medio de largo, al Museo de Historia Natural de la Universidad de Kansas, que lo exhibió durante más de un año.
Pero ahora decidió ponerlo a la venta en eBay.
Se trata del fósil de un tiranosaurio rex bebé que podría tener unos 68 millones de años y que, según el anuncio, es posiblemente el único de sus características.
La oferta desató una gran polémica en la comunidad científica, que se mostró preocupada e indignada por no haber podido estudiar el fósil y por la posibilidad de que acabe en manos privadas.
Los paleontólogos aseguran que es importante que los científicos sepan dónde se encuentra un fósil y cómo se desenterró, por ejemplo.
Leonard Krishtalka, el director del museo donde estaba expuesto el fósil, canceló la exhibición del esqueleto tras conocer las intenciones de su propietario de subastarlo y se lo devolvió.
El museo, alineado con la opinión general de los paleontólogos, también solicitó públicamente a Detrich que desvinculase el esqueleto de su institución.
Pero Detrich se muestra firme en sus intenciones: "Si los científicos quieren estudiar el esqueleto, lo que tienen que hacer es comprarlo", aseguró a la BBC.
Los paleontólogos se muestran absolutamente contrarios a la venta de fósiles y acusan a Detrich de haber actuado poco científicamente.
La Sociedad de Paleontología de los Vertebrados emitió un comunicado a raíz de la polémica en el que lamenta que el fósil se exhibiese antes de poder estudiarlo y critica a Detrich por no permitir que lo analicen los expertos.
"Los fósiles de vertebrados son raros y, a menudo, únicos. La práctica científica exige que las conclusiones extraídas de los fósiles sean verificables: los científicos deben poder reexaminarlos, volver a medirlos y reinterpretarlos", aseguró.
La organización estadounidense acusa a Detrich de haberse aprovechado de la "buena fe" del museo como parte de su "estrategia publicitaria".
Y se muestra "preocupada" por la pérdida del esqueleto: "Los fósiles de vertebrados contribuyen de manera única a nuestro conocimiento de la historia de la vida. Cada uno que se pierde del conocimiento público es parte de esa historia ya fragmentaria que nunca recuperaremos colectivamente".
Por su parte, Detrich asegura que lo que están consiguiendo es que aumente el valor del esqueleto y, consecuentemente… también su precio.
De momento se desconoce si hay algún comprador interesado.