Después de siete años de trabajo y siete meses de viaje por el espacio, la sonda estadounidense InSight logró un exitoso aterrizaje en el planeta rojo y poco después envió su primer imagen.
La NASA realizó algunos retoques finales al algoritmo que guía a la nave espacial hacia la superficie horas antes de su entrada en la atmósfera, donde la temperatura llegaba a los mil 500ºC.
El proceso de aterrizaje fue perfecto, explicó la NASA: la activación del paracaídas, el despliegue de sus patas y la reducción de velocidad de 19 mil 800 km/h a 8 km/h en apenas siete minutos.
Esta sonda de 993 millones de dólares deberá escuchar y escrutar el interior de Marte para intentar develar los misterios de su formación, hace miles de millones de años. Conocimientos que podrían permitir, posteriormente, comprender mejor la formación de la Tierra, el único planeta rocoso del que se ha estudiado realmente su interior.
El objetivo es construir un mapa en tres dimensiones del planeta, de manera que “podamos entender el interior de Marte tan bien como hemos llegado a conocer el exterior”, dijo Bruce Banerdt, el principal investigador del proyecto.
La primera foto del suelo marciano fue enviada por dos satélites que acompañaron al InSight durante su travesía a Marte.
Desde 2012 un artefacto no llegaba a Marte, después de que lo hiciera el vehículo Curiosity de la NASA, el único actualmente activo en la superficie del planeta.