Mientras que, ayer por falta de quorum, no avanzó la iniciativa para de extinguir 109 fideicomisos, incluidos una treintena de ciencia, Fidecine y el Fondo de Desastres Naturales (Fonden), en la comunidad científica hay un constante temor ante la falta de certidumbre por el futuro de sus investigaciones, porque a través de los fideicomisos se reciben recursos para desarrollar estudios relacionados, por ejemplo, con el Covid-19 o con el cáncer cérvicouterino.
Los científicos también se sienten decepcionados porque este gobierno y estos legisladores habían prometido recursos para la ciencia y la tecnología.
Por ello, ayer integrantes del Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional (Cinvestav) se manifestaron afuera de la Cámara de Diputados contra la iniciativa, pues representaría la extinción del Fondo de Investigación Científica y Desarrollo Tecnológico del Cinvestav.
Una veintena de investigadores y estudiantes del Cinvestav llegaron a San Lázaro para evidenciar su rechazo, porque con la iniciativa, dijeron, se afectarían investigaciones como la de Daniel Luna, estudiante de la maestría en Ciencias con especialidad en biotecnología. Luna trabaja en la identificación de nuevos componentes de hongos con capacidad antibiótica que ayudarán en la búsqueda de nuevos antibióticos. Pero esa investigación es sólo un caso, también está la de Diana Moreno, residente del Cinvestav, que busca crear inmunidad contra el cáncer cérvicouterino.
La comunidad se manifestó bajo la consigna “Sin ciencia no hay futuro”. Después del medio día, los diputados morenistas Marivel Solís, Alberto Villa, Edith Castañeda y Eugenia Hernández, de la Comisión de Ciencia, Tecnología e Innovación, salieron a decirles que no habría ningún tipo de recorte.
El investigador del CIDE José Antonio Aguilar, el astrofísico José Franco; Brenda Valderrama, presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos, el biólogo Antonio Lazcano, y el físico Gerardo Herrera Corral coincidieron en que la iniciativa representa un retroceso para la ciencia, pues se centralizarán los recursos y provocará discrecionalidad.
El biólogo Antonio Lazcano advirtió que la extinción de los fideicomisos es una “especie de requisa”, porque el Estado se quedará con recursos que no son suyos, pero al mismo tiempo habrá afectaciones en otras áreas
“La incomprensión estatal hacia la importancia de la ciencia acaba de recibir un golpe equivalente al que se recibió en 1968, cuando el presidente Gustavo Díaz Ordaz amenazó la vida institucional de las universidades y centros de educación superior. Esto muestra no solo el desdén del gobierno actual hacia la ciencia, sino la contracción que está sufriendo el aparato de la ciencia”, dijo Lazcano.
Brenda Valderrama, presidenta de la Academia de Ciencias de Morelos, aseguró que la extinción de los fideicomisos será un gran golpe:
“Tengo 25 años haciendo investigación, en ese tiempo he visto como se fue construyendo el andamiaje que permitió que el acceso a los recursos fuera más equitativo y estuviera mejor evaluado, menos vulnerable a temas de discrecionalidad o mal manejo, y justo lo que estamos viendo es que se rompe ese andamiaje, no es que no se pueda volver a reconstruir, pero nos va a llevar mucho tiempo, fue un trabajo de más 20 años”.
José Antonio Aguilar, investigador del CIDE, opinó que la eliminación de los 109 fideicomisos es “una de las ocasiones en la vida de México donde el poder ha ignorado de manera flagrante, sin argumento, todas las razones que se han expuesto, los argumentos y la evidencia, para que esta barbaridad no se cometa. Cuando el poder se ejercita divorciado de la razón, es gravísimo para la vida del país”.
Los fideicomisos de los 26 Centros Públicos de Investigación –incluido el CIDE–, serían extinguidos con esta iniciativa; sin embargo, como detalló Aguilar, gracias a esos fideicomisos, los Centros pueden recaudar fondos: “Por eso, esto es una especie de expropiación de un dinero que los Centros lograron generar para proveer sus necesidades”. Añadió que “esta es una estrategia para centralizar y hacer discrecional el manejo de los recursos para la ciencia en México”.
En varias ocasiones los legisladores han afirmado que sí habrá apoyos económicos para la ciencia y tecnología; sin embargo, el astrofísico José Franco consideró que esas promesas son “una tomadura de pelo. La palabra del legislativo no vale nada porque el año entrante habrá elecciones y habrá otros legisladores, así que es imposible saber ahora cómo van a reaccionar y qué harán los que siguen. Ahora dicen que sí habrá apoyos; será palabra muerta. Es atole con el dedo”.
Antonio Lazcano y Gerardo Herrera Corral coincidieron en que las nuevas generaciones sufrirán las consecuencias. “Los investigadores más consolidados a veces tenemos más posibilidades de hacernos de recursos en el extranjero, pero los jóvenes que trabajan en sus proyectos, en sus tesis, no; la parte más afectada son estos jóvenes que son el relevo, que son el futuro de nuestro país”, dijo Herrera Corral.
Lazcano dijo que se ha padecido la falta de visión de los gobernantes: “No hay continuidad transexenal. Uno de los pocos mecanismos que teníamos para garantizar la continuidad y mantenimiento de la infraestructura, la continuidad de proyectos de investigación, la formación de científicos jóvenes se echa por la borda con una ceguera absoluta. Se revela que el Presidente no tiene una idea de la importancia de la ciencia, no tiene el menor interés en entender qué es lo que está ocurriendo”.
La falta de quorum por ahora detuvo un proceso que ha generado una reacción sin precedentes en la comunidad científica. El martes se retomará en la Cámara de Diputados la discusión que tiene 400 propuestas de modificación y reservas. De aprobarse, entonces iría al Senado para su discusión. Los científicos y académicos prevén que, incluso, llegarán hasta instancias judiciales para revertir la medida.
60 investigaciones sobre sobre Covid-19 en Cinvestav dejarán de recibir los apoyos que tenían con los fideicomisos.
“Están pasando por encima de proyectos que van más allá de las personas o del sexenio para afectar el futuro intelectual y académico del país”, Antonio Lazcano, biólogo.
“La palabra del legislativo no vale nada porque el año entrante habrá elecciones y habrá otros legisladores. Sus promesas fueron atole”, José Franco, astrofísico.