La revista científica “Science” realizó y publicó una investigación en torno a los despidos injustificados de investigadores mexicanos del programa Cátedras del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) , en la que los testimonios coinciden en el “modus operandi” con que fueron prescindidos de sus puestos, al obligarles a firmar su renuncia y dejar de recibir su sueldo al negarse a hacerlo.
La investigación, publicada bajo el título "' A lack of humanity': Hundreds of early-career researchers forced out by Mexico's science agency " ("Falta de humanidad": cientos de investigadores de carrera temprana expulsados por la agencia científica de México) señala las inconsistencias con las que ha actuado el organismo descentralizado desde el 2018, año en el que María Elena Álvarez-Buylla Roces se convirtió en su directora.
La revista estadounidense, de la Asociación Estadounidense para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus silgas en inglés), entrevistó a una serie de investigadores que forman parte de los 145 demandantes activos que reportan despidos injustificados; aseguran haber sido presionados para dejar sus puestos sin razón aparente.
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Este es el caso de Adriana Gómez Bonilla, quien trabajaba en El Colegio de Michoacán desde septiembre de 2014; el Consejo la presionó para renunciar en marzo de 2018. La solicitud del Conacyt argumentaba que la labor de la bióloga era deficiente. Gómez Bonilla dijo que el argumento era inexacto y rechazó abandonar el puesto. Meses más tarde, el Consejo optó por dejar de remunerarla.
Oliver Huerta, ingeniero aeronáutico, reportó un cambio en el trato que recibió desde el 2019, cinco años después de incorporarse al programa. El experto refirió que un día su correo electrónico institucional se encontraba bloqueado. Esta acontecimiento coincidió con la fecha en que debía entregar un informe anual de actividades.
El investigador notificó el problema y fue citado a la sede madre del Conacyt, ubicada en el centro de la Ciudad de México, en donde su renuncia ya estaba preparada para que fuera firmada. Ante su negación, Huerta dejó de recibir su sueldo y fue dado de baja del programa Cátedras.
Meses más tarde, el experto presentó una demanda que se mantiene con un progreso casi invisible: "Estamos colgando en una nube", declaró.
María Jazmín Chávez Álvarez, ex investigadora de Cátedras, declaró a "Science" que el Conacyt le solicitó su renuncia en 2018. La geóloga expuso que la entonces directora de Cátedras, Lorena Archundia , la persuadió de abandonar el puesto bajo el argumento de que era lo mejor para su hija: “Mira, de esta manera puedes dejar de preocuparte y luego puedes concentrarte en tu hija”.
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“Eso realmente me molestó”, dijo la afectada, y aseguró que no firmó el formulario que le fue proporcionado, en ese momento. Fue así que el Conacyt dejó de pagarle.
Ante estas declaraciones "Science" envió múltiples solicitudes a Archundia, para ahondar en el caso. Ninguna de ellas fue respondida.
Una arqueóloga, que pidió mantenerse en el anonimato, explicó a la revista "Science" que fue despedida después de notificar su embarazo de alto riesgo. Posteriormente, como ocurrió con Oliver Huerta, intentó cargar su informe anual pero la plataforma no funcionó. Cuando intentó resolver el inconveniente, fue cuando se le avisó vía telefónica que estaba despedida.
“Hay una falta de humanidad que está completamente impregnada en Conacyt”, señaló la arqueóloga.
Claudia Patricia Juan Pineda, abogada que representa a más de 20 ex investigadores de Cátedras, consideró que hay un “patrón de absoluta ignorancia en materia de género”. La jurista señaló que “parece que quedar embarazada es como un crimen".
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En este contexto, la directora del Conacyt ha negado, categóricamente, las acusaciones colectivas: "No", asevera. "No es verdad", dijo a "Science". La botánica no ha respondido a más solicitudes de la revista desde dichas declaraciones.
Pese a que en 2020, el presupuesto del programa aumentó a 68 millones de pesos, un 23% más del presupuesto del año antepasado, el Conacyt no ha ofrecido nuevas vacantes desde 2018.
Aunado a esto, las denuncias son cada vez más y apuntan abusos semejantes. Los investigadores despedidos aseguran que los funcionarios del Conacyt intentan obligarlos a renunciar con la promesa de una indemnización, al negarse, la agencia deja de pagarles.
Actualmente, el programa Cátedras no cuenta con ninguna persona al frente, pero fuentes de la revista científica señalaron a Diego Axel López Peláez, subdirector de evaluación y seguimiento, como el responsable temporal del área. Por su parte, los demandantes esperan que el nuevo sindicato, Siintacatedras, garantice “apoyo a la investigación y seguridad laboral”.
fjb