Una nueva terapia psicológica basada en un programa de realidad virtual (RV) podría ayudar a reducir el miedo a las alturas de las personas diagnosticadas clínicamente con acrofobia .
Así lo muestra un ensayo publicado hoy en la revista científica The Lancet Psychiatry , el primero en el que se emplea la tecnología de RV -que introduce al usuario en un entorno virtual- para nuevas intervenciones psicológicas.
La acrofobia es la fobia más común y una de cada cinco personas asegura haberla padecido a lo largo de su vida, mientras que una de cada veinte está clínicamente diagnosticada con la afección.
El experimento, dirigido por Daniel Freeman , de la Universidad de Oxford (Reino Unido), empleó una muestra de cien personas diagnosticadas con acrofobia que no estaban recibiendo ninguna terapia psicológica.
Cerca de la mitad de los participantes (49) fueron tratados con el software de RV, mientras que la otra mitad (51) recibió el tratamiento habitual.
Cada individuo tuvo que cubrir cuestionarios sobre la gravedad de su acrofobia al inicio y al final del proceso, y asistir a una reunión de control a las cuatro semanas de finalizar.
La terapia de RV consistió en seis sesiones de media hora durante dos semanas en las que, gradualmente, los usuarios se adentraban en espacios complejos donde tenían que enfrentarse a su miedo a partir de tareas simples, como mirar a través de una barrera,
Durante el juego se le puede escuchar diciendo: "La razón por la que tenemos miedo de las alturas es porque pensamos que algo malo va a pasar. Y eso nos hace sentirnos ansiosos. Entonces acabamos evitando las alturas porque son escalofriantes. Pero te enseñaré cómo mirar estos pensamientos de una nueva manera".
Todos los usuarios que finalizaron el tratamiento de RV aseguraron que su acrofobia se había reducido y, en la sesión de seguimiento, 34 personas declararon no tener miedo a las alturas; pero las 51 del otro procedimiento estaban como antes.
"Los tratamientos de realidad virtua l tienen el potencial de ser efectivos, más rápidos y más atractivos para muchos pacientes", dijo Freeman, al tiempo que agregó que puede ser un sistema de "alta calidad para mucha más gente y a un precio asequible".
No obstante, los expertos reconocieron algunas carencias en el ensayo, como no compararlo con las otras terapias actuales para fobias o el hecho de no evaluar el miedo en un escenario real.
Un participante aseguró que notaba cómo en su día a día era "menos adverso a los bordes, los escalones, las alturas".
"Sigo teniendo una pequeña reacción, tanto en la RV como fuera, pero es más breve y puedo sentir cómo mis muslos se relajan, ya que no siento la necesidad de ir y agarrarme al borde", señaló.
El siguiente paso es probar si los tratamientos automatizados mediante programas de realidad virtual pueden ser efectivos a la hora de tratar otros trastornos de salud mental.
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