La noche del 4 de marzo la Secretaría de Salud (Ssa) confirmó cuatro casos de sarampión en la Ciudad de México , dos de ellos fueron detectados en infantes de 8 y 10 años, y el otro par en hombres de 37 y 39 años.
La presencia de la enfermedad infecciosa sorprendió a las autoridades mexicanas, pues no se presentaba un brote de este virus desde hace más de 20 años. Según datos de la Dirección Nacional de Epidemiología el último paciente afectado por este mal, dentro de nuestro país, se manifestó en 1995.
Recordemos que el sarampión ataca el aparato respiratorio, extendiéndose progresivamente al resto del organismo. La enfermedad es muy contagiosa, se transmite por contacto y vía aérea a través de un virus derivado de la familia de agentes infecciosos conocidos como “ paramixovirus ”.
Pese a que desde 1963 se comercializó la vacuna para erradicar la enfermedad, el sarampión ha provocado millones de muertes en todo el mundo, posicionándose como una de los principales causas de la morbimortalidad (muertes ocasionadas por enfermedades) en niños.
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Durante el 2001 se presentó la Iniciativa Sarampión y Rubéola (ISR) , la cual estaría liderada por un consejo mundial representado por la Cruz Roja , los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) , el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y la Organización Mundial de la Salud (OMS) , que a través de un acuerdo se comprometían a “lograr que ningún niño muera de sarampión o nazca con síndrome de rubéola congénita”, mediante la asistencia de los países en que se presentara la enfermedad.
Entre 2000 y 2016, la ISR y la Alianza para las Vacunas (Gavi) evitaron un aproximado de 2 1 millones de muertes.
En 2012, la Asamblea Mundial de la Salud aprobó el Plan de Acción Mundial sobre Vacunas que buscaba combatir el sarampión en cuatro regiones para el 2015 y en cinco para 2020.
Desafortunadamente, durante el 2017, esta infección bacteriana ocasionó el deceso de 110 mil personas que, en su mayoría, eran niños menos de cinco años. La falta de atención continua a la cobertura vacunal causó el rebote de epidemias locales en distintas regiones.
Mientras que el sarampión se posicionaba una vez más como uno de los padecimientos más letales, asesores de la OMS aceptaron que la iniciativa que se había comprometido a que ningún niño perdiera la vida por esta afección se encontraba “seriamente amenazada”.
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En la actualidad, la potencialidad del virus resurge en diversos países que habían logrado eliminarla o estaban cerca de conseguirlo, como es el caso de Argentina , el cual a traviesa el brote más grave desde 1998, según asegura en Ministerio de Salud del país vecino, mientras que en Brasil se registran 18 mil 200 afectados en 2019 y 280 casos en lo que va del año.
mlc