De acuerdo con la Estrategia y plan mundiales sobre el envejecimiento y la salud 2016-2020 , de la Organización Mundial de la Salud , es necesario que todos los países se comprometan a implementar medidas para favorecer el envejecimiento saludable.

Entre esas medidas se menciona la construcción de entornos adaptados a las personas mayores, el establecimiento de sistemas sostenibles y equitativos de atención crónica, mejorar la medición, seguimiento e investigación, así como hacer partícipes a los adultos de edad avanzada en todas las decisiones que les conciernen.

Igual de importante es la red de relaciones familiares y sociales. Así lo muestra el estudio Autoeficacia y red de apoyo social en adultos mayores realizado por las doctoras María del Refugio Acuña Gurrola y Ana Luisa González-Celis Rangel de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Iztacala de la UNAM.

“La red de apoyo social constituye una de las claves centrales de la experiencia individual de identidad, bienestar, competencia y protagonismo o autoría del adulto mayor.”

Mediante la aplicación de 100 encuestas a individuos de la tercera edad en el Jardín de Adultos Mayores en el Bosque de Chapultepec, las investigadoras detectaron una relación significativa entre el apoyo emocional familiar, de amigos y grupo comunitario con la percepción favorable que tiene el individuo sobre su capacidad para realizar actividades cotidianas.

Estas se relacionan con el autocuidado como preparar alimentos, bañarse, vestirse, asear su habitación; actividades recreativas físicas y mentales como hacer ejercicio, caminar, jugar juegos de mesa, leer; sociales como salir de paseo con la familia o amigos, asistir a centros de convivencia; y de protección a la salud, como asistir a consulta médica o seguir las indicaciones médicas.

Capacidad de adaptación

Las especialistas consideran que si bien las condiciones físicas cambian durante el envejecimiento con la aparición de enfermedades degenerativas, la percepción de la capacidad que las personas tienen de sí mismas dependerá de la satisfacción y el fortalecimiento de sus redes de apoyo.

Si estas son positivas, los individuos pueden tener una adaptación favorable al entorno social, mejorar su salud y también disminuir la idea general de dependencia y discapacidad en relación con la edad. Por el contrario, el adulto mayor puede generar una idea negativa de sus capacidades, lo que ocasionaría un detrimento en su salud y bienestar.

Por tanto, el reto personal y social es construir y enriquecer esas redes desde etapas anteriores de la vida.

Dirección General de Divulgación de la Ciencia, UNAM 

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