Solo hay 30 millones de dosis de vacunas para una población aproximada a 127 millones de habitantes. Ante la imposibilidad de inocular a todos, nos concentramos en grupos de riesgo de complicaciones, advierte el infectólogo Alejandro Macías.

La influenza causa alrededor de 650 mil muertes al año , de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y, sin embargo, muchas personas no se vacunan contra ella, en parte porque no lo creen necesario o porque algunos médicos lo contraindican pero, ¿en qué consisten estas decisiones?

Durante el simposio sobre vacunación de Sanofi Pasteur del XIX Congreso de la Asociación Panamericana de Infectología , el doctor Alejandro Macías, infectólogo y profesor de la Universidad de Guanajuato, explicó, que es importante hacer la distinción entre grupos de riesgo de infección y grupos de riesgo de complicación, pues aunque generalmente las autoridades priorizan a los segundos, todos corremos riesgo de enfermar.

“En México hay alrededor de 127 millones de habitantes para 30 millones de dosis de vacunas. No se puede vacunar a todos y entonces se vacuna por grupos de riesgo de complicaciones”, dijo el doctor; estos datos quedan respaldados por la Secretaría de Salud en su reporte: “México preparado ante aumento de casos de influenza”.

Los grupos de riesgo de complicación se conforman por niños pequeños, ancianos, personas crónicamente enfermas y personas con enfermedades metabólicas como la diabetes, sin embargo, el Comité Asesor sobre Prácticas de Inmunización (ACIP por sus siglas en inglés) recomienda que todas las personas deben de vacunarse aunque, ante la falta de abastecimiento, el doctor recomienda que se inmunice por lo menos a 70% de la población. “Hay que quitarnos la idea de que ‘a ti no te toca la vacuna de la influenza’”.

Por otro lado, es importante desmentir algunos mitos sobre la vacuna contra la influenza, como el que afirma que es dañina para las personas diabéticas o que puede poner en riesgo a las mujeres embarazadas.

El doctor Macías mostró cifras que indicaron que la vacuna previene hasta en 79% el riesgo de hospitalización por complicaciones de influenza en pacientes diabéticos y que poco más de 60% de las mujeres que se vacunan transmiten la inmunidad a los bebés que, hasta pasados los 6 meses, no son candidatos a recibir la vacuna.

Enfermarse pese a la vacuna 

Suele pasar que algunas personas evitan la vacuna porque de igual manera hay un riesgo de enfermar. El doctor Macías explicó que sí, ese riesgo existe porque las vacunas contra la influenza se preparan con los virus que se presentaron durante la última estación y estos pudieron haber mutado, pero que la inoculación evita que la enfermedad se complique y termine en hospitalización o muerte.

“No siempre le podemos atinar al virus que va a circular después, la eficacia va variando de 50 a 60 por ciento”. Por ello, lo más recomendable es aplicarse la vacuna tetravalente que protege contra las d os cepas de influenza A (AH3N2y AH1N1) y las dos de influenza B (Victoria y Yamagata).

Aunque a la fecha el sistema público de salud mexicano solo aplica la trivalente, que protege contra las dos cepas de influenza A y una cepa indistinta de influenza B, la tetravalente puede obtenerse con médicos privados y es importante promover que también se vuelva accesible al público en general.

“El costo de la vacuna para la salud pública puede oscilar entre los 5 y los 10 dólares. Una hospitalización para influenza puede costar de 100 mil a 200 mil dólares. La vacunación es también eficiente desde un punto de vista administrativo”, concluyó el doctor.

Informción del Foro Consultivo Científico y Tecnológico

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