Aunque se practica desde hace décadas, tiene un índice extremadamente alto de efectividad (cerca del 100%) y en muchos de los países se ofrece de forma gratuita, la vasectomía no es el método preferido por las parejas para evitar los embarazos no deseados.
La falta de conocimiento sobre este método anticonceptivo masculino que corta el suministro de espermatozoides al semen, así como su asociación errónea con la castración, hace que muchos hombres se muestren reacios a someterse a este procedimiento.
Pero si crees que puede ser una modalidad de control de la natalidad idónea para ti o tu pareja, aquí podrás encontrar respuestas a preguntas básicas sobre este método.
Recuerda que esta es solo una guía y que, antes de tomar una decisión, debes siempre consultar a un médico.
Es un método de control de la natalidad masculino que corta la provisión de espermatozoides al semen de forma permanente.
Se realiza haciendo un corte en los conductos deferentes que transportan a los espermatozoides. Estos conductos se cortan, bloquean o se sellan con calor.
Esto significa que, cuando un hombre eyacula, el semen no contiene esperma y por tanto no puede fertilizar al óvulo de la mujer.
"El esperma representa en promedio entre el 2% y el 5% del volumen de la eyaculación", le explica en The Conversation James Dunn, profesor adjunto de anatomía y biología celular de la Universidad Western Sidney, en Australia.
Esto significa que "queda al menos el 95% del producto final, pero se elimina el riesgo de embarazo", agrega Dunn.
2 - ¿Qué quiere decir exactamente permanente?
Antes de someterte a este procedimiento debes estar seguro de que ya no quieres tener hijos.
Es cierto que puede revertirse. Pero, para empezar, no todos los servicios nacionales de salud que ofrecen una vasectomía gratuita ofrecen el procedimiento inverso, llamado vasovasotomía.
Y, en segundo lugar, el éxito de la reversión es inversamente proporcional al tiempo transcurrido desde la vasectomía: a menor tiempo transcurrido, mayor porcentaje de éxito.
Según el servicio británico de salud pública, conocido por sus siglas NHS, el éxito es de:
Por otro lado, tras una reversión, es posible que no se logre concebir aunque haya incluso esperma en el semen, porque éste puede haber perdido movilidad después de la vasectomía.
Por lo general se hace con anestesia local y toma entre unos 15 y 30 minutos. Actualmente hay dos tipos de procedimiento, uno quirúrgico (el más convencional) y uno sin bisturí. El médico es quien discute con el paciente cuál es el más apropiado en su caso.
En la vasectomía convencional, se hacen dos pequeños cortes en la piel a cada lado del escroto para alcanzar los conductos deferentes que transportan el esperma. Se corta cada conducto y se le quita una pequeña porción.
Luego se cierran atándolos, o mediante la aplicación de calor. Los cortes se cosen con hilo, que se disuelve en una semana.
En la vasectomía sin bisturí se hace un pequeño agujero en el escroto para llegar a los conductos deferentes y luego se los cierra de la misma manera que en el método tradicional.
Esta última modalidad no requiere puntos. Se estima que es menos dolorosa y menos proclive a causar complicaciones.
Según le dijo al periódico británico The Guardian Carmela Cordero, experta en salud reproductiva de la organización EngenderHealth, esta modificación en el procedimiento "facilitó la difusión de la vasectomía en el mundo, ya que antes solo podía practicarla un urólogo", mientras que ahora la pueden hacer enfermeras o parteras entrenadas.
"Tampoco se necesitan equipos médicos sofisticados o un quirófano".
Como toda cirugía (en el caso del método convencional) existe un riesgo bajo de infección. El riesgo mayor, en realidad, es que si se cambia de opinión en el futuro, cómo explicamos antes, revertir el proceso tiene sus matices.
De acuerdo a la Clínica Mayo, también hay riesgo de dolor crónico (aunque esto solo puede afectar a entre un 1% y 2% de los hombres).
En general, para la mayoría de los hombres, la vasectomía no provoca efectos secundarios evidentes, y las complicaciones serias son raras.
No obstante, no es un método recomendado para los hombres que padecen dolor testicular crónico o sufren de enfermedades testiculares.
Este es un temor infundado: la vasectomía no afecta ni el deseo sexual, ni el rendimiento, ni la capacidad para disfrutar del sexo.
Un hombre que se ha hecho una vasectomía tendrá erecciones y eyaculará normalmente. La única diferencia es que su semen carecerá de esperma.
Una vez hecho el procedimiento, no podrás mantener relaciones sexuales por una semana.
También deberás utilizar otro método anticonceptivo por varios meses (o aproximadamente 20 eyaculaciones) para asegurarte de que se han eliminado todos los espermatozoides del semen.
No.
Para protegerte, debes continuar utilizando preservativos.
Aunque la ligadura de las trompas de Falopio -o esterilización femenina- es un método de control de la natalidad permanente, no es un equivalente exacto a la vasectomía.
Se trata para empezar de un procedimiento mucho más costoso, que consume más tiempo, debe hacerse en un hospital, requiere en algunos casos anestesia general y puede dar lugar a complicaciones serias.
Y revertirla es un proceso complicado que no siempre funciona.