La emergencia sanitaria causada por el Covid-19 nos ha forzado a adaptarnos rápidamente a los cambios que fue necesario implementar para protegernos de posibles contagios.
Uno de esos cambios fueron las clases en línea, las cuales han sido una buena opción para quienes tienen acceso a una computadora e internet en casa. De esta manera, muchas personas han sido capaces de continuar su educación de manera segura, sin tener que exponerse a los peligros actuales que conlleva salir de casa y permanecer en lugares cerrados donde se concentran grupos grandes, como lo es un salón de clases.
Por supuesto, estos cambios conllevan un nuevo conjunto de reglas que los estudiantes deben seguir en beneficio de todos. No son pocos los casos en que el mal uso del micrófono o la cámara ha hecho pasar momentos bochornosos a estudiantes y maestros que no han terminado de ajustarse al nuevo sistema.
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No obstante, existen casos en que esas reglas, más que fomentar el orden en el salón en línea, revelan problemas ligados a la discriminación e ignorancia de quienes las promueven. Por desgracia, la joven estadounidense Marcella Mares pasó por esta desagradable experiencia en días recientes.
Hace algunos meses, Mares compartió en su cuenta de Instagram la alegría y satisfacción que le da el amamantar a su pequeña hija . A pesar de confesar que no ha sido una experiencia fácil para ella, aseguró que le ha permitido crear una profunda conexión con su bebé y está maravillada con la capacidad de su cuerpo para cuidar de su hija.
“Mi cuerpo percibe cuando ella tiene hambre y comienzo a lactar cuando llora o gimotea. Es tan hermoso ser capaz de alimentarla con mi cuerpo”, dijo la estadounidense en la red social.
Aunque la joven madre opina que amamantar es una experiencia asombrosa que puede compartir con su bebé, infortunadamente, hay gente que lo ve con una perspectiva totalmente diferente por la cual han llegado a recriminar a las mamás por amamantar a sus pequeños hijos en lugares públicos por considerarlo un acto inapropiado y ofensivo.
Marcella Mares fue víctima de discriminación por parte de una de estas personas, situación que denunció en Instagram. En una publicación que se viralizó, Mares, quien es alumna del Fresno City College, contó que uno de sus maestros le prohibió amamantar a su bebé durante la clase en línea toda vez que ella lo hacía con la cámara y el micrófono apagados.
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Mares contó que el profesor en cuestión mandó un correo con las nuevas reglas de la clase en donde mencionaba que los estudiantes debían tener las cámaras y micrófonos prendidos durante toda la clase para contar con los créditos por asistencia, a lo cual ella contestó que no tenía ningún problema pero que quizás tendría que apagarlos por un momento para poder amamantar a su hija. Según contó Mares, la respuesta del profesor fue: “ Eso no es lo que deberías estar haciendo en clase. Hazlo en tu tiempo libre ”.
No contento con su respuesta, el profesor inició la clase exhibiéndola frente al resto del grupo diciendo que había recibido un “correo extraño” por parte de una estudiante que afirmaba tener que hacer “ cosas inapropiadas durante la clase ” e instó a los estudiantes a entender que ahora tienen prioridades y que debían de “dejar todas esas distracciones de lado o ser creativos cuando sus hijos los necesitan y poner completa atención a mi clase”.
Marcella Mares dijo sentirse humillada ante las acciones del profesor, quien no sólo estableció reglas sobre lo que ella puede o no hacer en su propia casa sino que demostró una gran falta de sensibilidad al exhibirla con sus compañeros como si amamantar verdaderamente se tratara de un acto ofensivo y no del cuidado normal y saludable que una madre debe tener hacia sus hijos, especialmente cuando son tan pequeños y su salud está de por medio.
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Fue así que la estudiante reportó la situación con las autoridades escolares y logró que el profesor accediera a que amamante a su bebé de ser necesario.
“Lamento las molestias con respecto a su intención de amamantar a su bebé. De ahora en adelante, tiene derecho de amamantar a su bebé en cualquier momento durante la clase”, le escribió el profesor en otro correo electrónico.
Por fortuna, esta historia tuvo un final feliz para Marcella Mares y su bebé, quien podrá seguir disfrutando de los múltiples beneficios de la leche materna . Sin embargo, no hay que olvidar que miles de mujeres en todo el mundo son víctimas de este tipo de discriminación causada por gente que tiene un concepto erróneo sobre la lactancia y quienes muy posiblemente no tienen la información adecuada sobre su importancia en el desarrollo infantil.
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De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud , la lactancia materna es buena tanto para el bebé como para la mamá e incluso para la comunidad.
Según la OPS, “la lactancia materna es una de las formas más eficaces de asegurar la salud y la supervivencia de los niños”; se estima que 820,000 vidas infantiles se salvarían cada año si todos los niños fueran amamantados, sin embargo, solo 40% de los lactantes reciben leche materna como alimentación exclusiva.
La leche materna contiene anticuerpos que ayudan a los lactantes a tener un desarrollo sano y les protege de enfermedades frecuentes en la infancia que pueden provocarles la muerte.
Por otra parte, la lactancia también es beneficiosa para las madres pues, de acuerdo a la OPS, puede funcionar como un método natural de control de la natalidad – con hasta 98% de protección durante los primeros seis meses de vida del bebé – y reduce el riesgo de cáncer de mama y de ovario, diabetes tipo 2 y depresión postparto.
Un problema frecuente al que se enfrentan las madres en todo el mundo es la dificultad o imposibilidad de amamantar a sus hijos mientras trabajan . Gran parte de las madres que regresan a trabajar después del nacimiento de sus bebés abandonan la lactancia por falta de tiempo o de instalaciones adecuadas para dar pecho o extraerse leche.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) dice que “Las madres necesitan tener en su trabajo o cerca de él un lugar seguro, limpio y privado para poder seguir amamantando a sus hijos. Se puede facilitar la lactancia materna adaptando las condiciones de trabajo, por ejemplo, mediante la baja por maternidad remunerada, el trabajo a tiempo parcial, las guarderías en el lugar de trabajo, las instalaciones donde amamantar o extraerse y recoger la leche, y las pausas para dar el pecho”.
A pesar de que este tipo de medidas se están implementando en distintos países donde poco a poco se ha generado consciencia sobre el carácter primordial de la lactancia materna, aún queda mucho por hacer.
Historias como la de Marcella Mares evidencian los prejuicios injustificados a los que se enfrentan las madres al amamantar a sus hijos y, más allá del injusto linchamiento social del que son víctimas, el tipo de restricciones que se les imponen tienen consecuencias mayores en detrimento de las madres y en contra del derecho a la salud de sus hijos.
mp/lae