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Que los restaurantes hayan cerrado y que los humanos se queden en sus casas produce varios efectos, entre ellos el cambio de los hábitos alimenticios y el comportamiento de las ratas.
Tan solo en febrero, el Barrio Francés de Nueva Orleans recibió a millares de visitantes que pasearon por sus calles desbordadas por la música que sale de los clubes de jazz, bares y restaurantes.
Sin embargo, apenas unas semanas después, casi todos los lugares de entretenimiento de ese sitio turístico del estado de Luisiana, en Estados Unidos, tuvieron que cerrar sus puertas por el coronavirus.
Y las ratas, literalmente, salieron de sus escondites…
Esta súbita aparición de roedores en calles de Nueva Orleans y otras del resto del planeta no sorprende al reconocido rodentólogo estadounidense Robert Corrigan.
"Cuando tienes una colonia de ratas que ha estado dependiendo de turistas que esparcen desperdicios y de restaurantes que tiran mucha basura por la noche, puede ser en Washington DC, Nueva York o cualquier otro lugar, y eso desaparece, entonces los roedores no saben qué hacer ", explica el experto.
Por su parte, Claudia Riegel, parte de la junta de control de plagas de Nueva Orleans, sintetiza el fenómeno reciente de esta manera: "Esas ratas tienen hambre".
El efecto del aislamiento
Al menos una tercera parte de los seres humanos alteraron sus comportamientos habituales debido a la amenaza de la enfermedad Covid-19.
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En varios países, las cuarentenas que se llevan adelante significan que la basura de la que dependían las ratas ya no está del todo disponible, y esto obliga a los roedores a adaptarse también.
Robert Corrigan, quien tiene una oficina en Bajo Manhattan, en el corazón de Nueva York, indica que ha recibido mensajes de amigos de toda la ciudad que han visto ratas en nuevos lugares y en horas extrañas para estos animales, que abandonan sus escondites casi siempre de noche.
Aunque también hay lugares donde no se han producido cambios dado que las colonias de roedores todavía pueden alimentarse de la basura doméstica, que todavía hay mucha, y no necesitan la que generan restaurantes y centros turísticos.
Desde Reino Unido, la Asociación Nacional de Técnicos de Plagas advirtió a principios de abril que "el cierre de escuelas, pubs, restaurantes, hoteles, atracciones turísticas y otros lugares públicos para hacer cumplir el distanciamiento social tendrá consecuencias no deseadas".
Si hay alimentos disponibles, las plagas podrían multiplicarse en edificios vacíos o salir a buscar alimentos envalentonadas por la necesidad, señaló la institución británica.
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“Maestras de la adaptación”
Las ratas hambrientas "pueden deambular bastante y terminar en un vecindario completamente diferente que no tenía ratas antes", sostiene Corrigan a la BBC.
El experto señala que estos roedores son "mamíferos formidables", muy buenos para detectar fuentes de alimentos y que sus poderosos dientes pueden hacer que las barreras como puertas, plásticos o redes no sirvan de mucho.
"Están en todas partes, y no llegarían a ser completamente globales si no fueran muy hábiles para dominar la adaptación", indica.
Aunque ver más ratas no significa que las ciudades serán invadidas.
De hecho, Corrigan dice que ahora es el momento perfecto para introducir técnicas nuevas de control.
Mientras tanto, en Nueva Orleans se anunció que se están adoptando medidas adicionales para controlar la robusta población de ratas de la ciudad.
La suposición es que los roedores con el “estómago vacío” serán más propensos a tomar comida puesta en trampas.
El rodentólogo también advierte de que sin comida, las ratas "se vuelven contra sí mismas".
El canibalismo es muy dominante en colonias estresadas, añade el experto.
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¿Por qué las ratas son invitados no deseados?
Un grupo de ratas errantes y hambrientas puede causar estragos, desde daños en los hogares hasta la propagación de enfermedades.
"Pueden terminar dentro de la casa, una habitación con niños o dentro de un hogar de ancianos u hospital", alerta Corrigan.
Las ratas están oficialmente relacionadas con 55 patógenos diferentes, aunque no ha habido informes de ratas portadoras de covid-19.
También pueden roer madera y cables eléctricos, lo que representa un peligro para los incendios domésticos.
Cómo mantener a las ratas fuera de los hogares
Una forma de alejar a las ratas es sellar grietas y agujeros cerca de los cimientos. También tuberías o cualquier otro espacio por donde los roedores puedan entrar.
En interiores, asegúrese de que haya pocos lugares donde puedan esconderse y mantenga las áreas ordenadas.
Es importante mantener la comida en contenedores a prueba de roedores.
Y si se encuentra con ellas dentro de su hogar, Corrigan recomienda llamar a profesionales.
"Si ve ratas de repente en su propiedad como resultado de esta pandemia de coronavirus, deshacerse de ellas no es un trabajo que pueda hacer usted mismo".