Las vacunas siempre han sido una forma de protección contra diversos padecimientos. Son compuestos que tienen el objetivo de desarrollar inmunidad en el organismo por medio de anticuerpos para protegerlo de las infecciones que pudieran presentarse.

Su propósito es prevenir que un individuo contraiga una enfermedad en particular, y en caso de que el padecimiento se presente, sea de gravedad moderada y no deje rastro de secuelas.

Sin embargo, actualmente, algunas mamás jóvenes han decidido dejar de vacunar a sus hijos, ya que no tienen la noción de lo importante que es pues en su entorno inmediato no han visto que se desarrolle la enfermedad y no perciben el riesgo real, así que deciden comportarse distinto y no vacunar, alertó Mauricio Rodríguez Álvarez, académico de la Facultad de Medicina de la UNAM.

¿Qué consecuencias tiene no vacunar a los niños? El impacto directo que se genera en el niño es el riesgo; puede enfermarse desde un grado leve hasta grave con consecuencias a largo plazo.

Beneficios de las vacunas

Si los menores no se vacunan, muy probablemente las enfermedades que ya se habían eliminado resurjan. Es el caso del sarampión, que en Europa se había logrado controlar al final de la década de los años ochenta y en los últimos años, ha disminuido la aceptación de la vacuna del sarampión, lo que ha favorecido que los pocos casos que se han presentado propaguen más contagios.

En 1980, mencionó el especialista, se erradicó la viruela, que es la única enfermedad en los seres humanos que se ha logrado suprimir con la vacunación; otras, causaban mucho daño anteriormente y en los últimos 20 años se han controlado.

Éstas son, la poliomielitis, el sarampión, la rubeola congénita, la difteria, el tétanos, que si bien no se han erradicado, se han eliminado paulatinamente, pues el número de casos es de prácticamente cero.

En este contexto, organismos internacionales de salud, estudios científicos y otras organizaciones, han llegado a la conclusión de que las vacunas son seguras, efectivas y necesarias, pues tienen beneficios no sólo para quien la recibe si no para toda la comunidad.

“Afortunadamente, en México son pocos los casos quienes no se están vacunando; el 90 por ciento de las vacunas se suministran en el sector público y esta dinámica está funcionando”, detalló.

Los menores de cinco años, indicó, son más susceptibles de contraer enfermedades si no se les vacuna, ya que su sistema inmune está en proceso de maduración y sus defensas contra las enfermedades están en desarrollo.

Además, a esas edades, su sistema inmune no conoce las bacterias y cuando llegan a contagiarse se enferman de manera más intensa debido a sus defensas “débiles”, señaló Rodríguez Álvarez.

Con información de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses