El experto Gibrán Melchor Villanueva Ortiz dijo que aunque popularmente se prefiere a la carne de pollo y pescado, llamada "blanca", por encima de la carne de cerdo y res o "roja"', también implica riesgos a la salud si no se consume bajo buenas medidas higiénicas.
El médico adscrito a la Unidad de Medicina Familiar (UMF) 167 del IMSS Jalisco agregó que la carne blanca es un reservorio importantísimo de microorganismos nocivos para la salud humana como la salmonella y laschigella , causantes ambas de cuadros clínicos de deshidratación que afectan más gravemente a los niños menores de 5 años y a personas que cursan la tercera edad.
Apuntó que a raíz de un contagio de estas bacterias pueden comenzar síntomas de fiebre tifoidea , una infección dolorosa y molesta del aparato digestivo, entre otras patologías que siempre deben ser atendidas por personal de salud para reducir las probabilidades de agravamiento .
Villanueva Ortiz detalló que al ingresar al cuerpo luego de ingerirlos por carne contaminada, "los microorganismos se van directamente al intestino, y ocasionan dolor de estómago, náuseas, vómito y aumento en el número de defecaciones que se realizan en un día".
"Normalmente una persona defeca de dos a tres veces cada 24 horas, pero si esta cantidad aumenta ya lo consideramos diarrea, y puede derivar en una fuerte deshidratación", enfatizó.
El experto explicó que si no se conservan en refrigeración, no se consumen rápidamente, no se preparan con higiene o no quedan lo mejor cocidas posible, las carnes de pollo y pescado "se contaminan fácilmente y se vuelven un foco latente de infección".
"Al cocinar, antes que nada tenemos que lavarnos muy bien las manos y todos los utensilios que vayamos a necesitar, no hay que dejar la carne a medio cocer y hay que evitar que se acerquen las moscas, porque transportan muchas bacterias", indicó.
Por ello, recomendó que al adquirir productos cárnicos, "lo mejor es que tengamos la precaución de ir a establecimientos que tengan la certificación de un rastro".
jpe