Una generación de melómanos está dañando sus oídos con reproductores de audio que no limitan niveles de ruido peligrosamente altos, dijo el martes la Organización Mundial de la Salud (OMS) .
Hay 466 millones de personas en todo el mundo que sufren pérdida de audición, los que se compara con 360 millones en 2010 . Se prevé que la cifra crezca a 900 millones -una de cada 10 personas- para 2050, indicó la OMS.
"Más de 1.000 millones de jóvenes están en riesgo de perder la audición (...) por escuchar música regularmente por los audífonos de sus dispositivos", dijo la doctora Shelly Chadha , del programa de prevención de la sordera y la pérdida de la audición de la OMS durante una rueda de prensa.
La OMS está pidiendo a manufactureros y reguladores que tomen medidas para que teléfonos inteligentes y reproductores de audio incluyan software que pueda asegurar que la gente no escuche la música demasiado fuerte por mucho tiempo.
"Lo que proponemos son ciertas funciones como una reducción automática del volumen y control parental para que si alguien supera su límite de sonido tengan la opción de que el dispositivo automáticamente reduzca el volumen a un nivel que no le dañe los oídos", dijo Chadha.
La Unión Europea es la única región del mundo que manda que los dispositivos de audio personales se configuren con un estándar de 85 decibeles , con un máximo de 100, dijo la OMS.
La organización además está revisando los niveles de volumen en lugares como clubes nocturnos y recintos deportivos. Hay algunas pautas pero no hay una implementación amplia, agregó Chadha.