Ante la cantidad de enfermos por Covid-19 , y las previsiones que se han hecho, expertos han puesto sobre la mesa la aplicación de una guía bioética para tomar decisiones en casos donde haya escasez de herramientas; sin embargo una experta de la UNAM advierte que mucho del contenido de esos protocolos resultan cuestionables y desacertados .
La aplicación de estas guías podría significar una desventaja para los pacientes con enfermedades crónicas o portadores de comorbilidad, que son dos o más padecimientos que ocurren en una persona simultáneamente, así como un problema para los adultos mayores, pues podrían darle mayor prioridad a los jóvenes para acceder a los recursos.
El Consejo de Salubridad General (CSG) ha puesto en disposición la “Guía para Asignación de Recursos Médicos en Situación de Contingencia”, que cuenta con una serie de planteamientos para resolver la desproporción que existe en la atención sanitaria y el desabasto de recursos médicos. Este documento ya se encuentra en una segunda redacción en busca de corregir los errores cometidos en su primera versión.
También lee:
Paulina Rivero Weber
, doctora en filosofía e investigadora en bioética, explicó en entrevista para EL UNIVERSAL que le parece bastante cuestionable que la edad sea tomada como un criterio tan importante : “Es una forma de valorar la vejez muy inadecuada, nuestros viejos tienen mucho que dar y no tienen por qué ser relegados”.
Agregó que esa situación arremete contra el derecho a la salud, estipulado en el articulo 4to de la Constitución.
La también especialista en metafísica mencionó que, más que una guía, deberían de existir lineamientos generales que asistan a los médicos en la toma de decisiones que en algún momento tendrán que ejecutar, con el fin evitar la generación de emociones negativas como sufrimiento por estrés moral.
“Lo primero que tenemos que intentar es aprender a distribuir los recursos de tal manera que se logre atender a toda la gente y evitar preferencias al darle tratamiento a un paciente sobre otro”, consideró la integrante del Sistema Nacional de Investigadores.
Respecto a elegir “al azar” sobre qué pacientes atender, la catedrática de la UNAM aseveró oponerse radicalmente debido a que en medio de una pandemia "no se puede actuar de manera irracional a través de una guía que se supone tendría que ayudar a los médicos a decidir razonablemente"
También lee:
“Me parece una falta de respeto al gremio médico proponer que se lance un volado sobre la vida de una persona (…) hay muchos otros criterios que se pueden tomar en cuenta antes de aplicar el azar ”.
En este caso mencionó que es importante humanizar el trato con el doliente y darle voz: “La guía omite la opinión del paciente, ¿qué piensa sobre su ingreso a terapia intensiva ? Muchas personas dirán que sí quieren ser atendidas, otras decidirán lo contrario, sea como sea, el paciente debería ser escuchado”.
Otro de los problemas de las guías de asignación radican en que son muy estrictas, fallan en su cumplimiento de facilitar y se convierten en motivo de presión. “Las versiones de estas guías son muy rigurosas; es decir, el médico tendría que leer alrededor de 30 páginas y en este momento no cuentan con el tiempo para invertir en una lectura tan extensa”.
“Durante el análisis de estos protocolos, un grupo de especialistas de la universidad en temas de justicia distributiva en salud y yo nos dimos cuenta que están muy mal escritas (...) Una guía debe ser breve y de lectura sencilla para que el médico la comprenda rápidamente y no se convierta en un dolor de cabeza”, detalló.
Por otra parte coincidió en la decisión de priorizar la atención médica del personal clínico como una manera de retribuir su esfuerzo , además de procurar el mantenimiento de su salud, pues se necesita de ellos para combatir la emergencia sanitaria: “Esta medida no me parecería éticamente indeseable”, determinó.
La catedrática de la Facultad de Filosofía y Letras (FFyL) espera que las autoridades sanitarias estén dispuestas a escuchar a los médicos intensivistas para la elaboración de ese tipo de protocolos, pues hasta le fecha no se les ha considerado, además que reparen en atender a las observaciones de la comunidad universitaria, pues su opinión es imprescindible ante esta emergencia de salud.
nrv