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De acuerdo con los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos (NIH), la vitamina E es un nutriente liposoluble que está presente en muchos alimentos.
En el cuerpo, la vitamina E tiene una función antioxidante , pues ayuda a proteger a las células contra los daños ocasionados por los radicales libres, que son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos en energía; también están presentes en el ambiente debido al humo de cigarro, la contaminación del aire y la radiación ultravioleta.
La vitamina E también ayuda a estimular el sistema inmune , con lo que es posible que el organismo combata bacterias y virus.
Además, ayuda a dilatar los vasos sanguíneos, evitar la formación de coágulos de sangre y permite que las células interactúen entre sí para desempeñar numerosas funciones.
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¿Qué alimentos son fuente de vitamina E?
La vitamina E que, como ya vimos, está llena de beneficios para la salud , puede encontrarse en diversos alimentos de forma natural, si bien hay algunos a los cuales se les adiciona.
Algunos alimentos que son fuente de vitamina E incluyen aceites vegetales como los aceites de germen de trigo, girasol y cártamo, así como los aceites de maíz y soya.
Frutos secos, como cacahuates y avellanas, también aportan vitamina E , al igual que algunas semillas, como las semillas de girasol.
La vitamina E también puede encontrarse en hortalizas de hojas verdes, incluyendo la espinaca y el brócoli.
La Clínica Mayo añade que la vitamina E también se encuentra en carnes, productos lácteos y cereales fortificados.
Deficiencia de vitamina E.
La deficiencia de vitamina E es muy poco común en personas sanas, como señalan los NIH; no obstante, se le relaciona con enfermedad que ocasionan una mala absorción o digestión de las grasas, como la enfermedad de Crohn, la fibrosis quística y algunas enfermedades genéticas poco frecuentes, incluyendo la abetalipoproteinemia y la ataxia con deficiencia de vitamina E.
La deficiencia de vitamina E puede causar daños en nervios y músculos con pérdida de sensibilidad en brazos y piernas, así como pérdida de control del movimiento corporal, debilidad muscular y problemas de visión, además de debilitar el sistema inmune.
Además, puede causar neuralgia, según señala la Clínica Mayo.
Suplementos de vitamina E
Los NIH señalan que la mayoría de los suplementos multivitamínicos diarios aportan cerca de 13.5 mg de vitamina E, mientras que los suplementos de vitamina E contienen 67 mg o más.
Dado que la mayoría de los suplementos de vitamina E contienen cantidades mucho más elevadas que las recomendadas, lo mejor es siempre consultar con un especialista antes de comenzar a consumirlas, pues no necesariamente por consumir más se obtendrán más beneficios.
Además, se debe considerar que, aunque parezca que sólo se habla de una sustancia, la vitamina E es el nombre de 8 compuestos relacionados presentes en los alimentos, incluyendo el alfa-tocoferol.
Cuando es de origen natural, la vitamina E recibe el nombre de d-alfa-tocoferol , mientras que cuando es sintética, es decir, hecha en laboratorio, se le conoce como dl-alfa-tocoferol . Cabe resaltar que la versión natural de la vitamina E es más potente que la sintética.
Algunas etiquetas incluyen la vitamina E en Unidades Internacionale s (UI) en lugar de mg. 1 UI de la forma natural de vitamina E equivale a 0.75 mg. 1 UI de vitamina E sintética equivale a 0.45 mg.
Por lo tanto, la versión sintética de vitamina E de 400 UI contiene 180 mg del compuesto hecho en laboratorio.
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Riesgos de consumir vitamina E
Si bien tiene múltiples beneficios para la salud, es necesario consultar con un especialista cuál es la ingesta recomendada de vitamina E dependiendo de nuestra edad y otras características de nuestro organismo de modo que no se ingiera de manera excesiva.
Consumir dosis elevadas de vitamina E puede aumentar el riesgo de sangrado, pues ocasiona menor capacidad de coagulación tras un corte o una herida, así como de hemorragia grave en el cerebro.
Tomando en cuenta los riesgos anteriores, se establece que la ingesta máxima de vitamina E , tanto natural como sintética, es de 1000 mg al día para adultos, es decir, 1500 UI de vitamina E natural y 1100 UI para la versión sintética. Los límites son menores en niños.
En el caso de la vitamina E de 400 UI, los NIH mencionan un ensayo en hombres que, tras tomarla por varios años, presentaron un aumento en el riesgo de cáncer de próstata .
La Clínica Mayo alerta que el uso de vitamina E puede suponer riesgos graves si se toma en dosis altas , si se padece algún trastorno de salud o si se ha tenido un ataque cardiaco o un accidente cerebrovascular.
Se recomienda consultar con un especialista antes de tomar vitamina E si se tiene alguna de las siguientes condiciones: deficiencia de vitamina K, enfermedad ocular en la que se daña la retina, trastornos hemorrágicos, diabetes, antecedentes de ataque cardiaco o de accidente cerebrovascular, cáncer de cabeza y cuello, enfermedad hepática.
Asimismo, la Clínica Mayo señala que el uso de vitamina puede ocasionar interacciones adversas con el uso de ciertos medicamentos de quimioterapia, anticoagulantes y medicamentos antiagregantes plaquetarios, sustratos de citocromo P450 3A4, estatinas y niacina, así como con la vitamina K.
Además, si se consume en exceso, la vitamina E puede causar efectos secundarios que incluyen náuseas, diarrea, cólicos intestinales, fatiga, debilidad, dolor de cabeza, visión borrosa, erupción cutánea, disfunción gonadal y mayor concentración de creatina en la orina.
mp