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Investigadores de la Universidad de Oxford desarrollaron una tecnología capaz de detectar a través de una tomografía computarizada , la propensión a ataques cardíacos.
El biomarcador llamado Fat Attenuation Index (FAI) presentado en el congreso de la Sociedad Europea de Cardiología en Munich y publicado en la revista " The Lancet " analiza imágenes de la grasa que rodea las arterias.
Para el desarrollo del dispositivo, los científicos realizaron un estudio apoyado por la Fundación Británica del Corazón y el NIHR Oxford Biomedical Research Center , donde participaron tres mil 900 pacientes de Europa y Estados Unidos.
Los sujetos de estudio fueron seguidos durante 10 años luego de haberles realizado un angiograma coronario (radiografía de los vasos sanguíneos del corazón) por tomografía computarizada.
De acuerdo con la Universidad de Oxford, se descubrió que la tecnología FAI predecía ataques cardíacos fatales años antes de que ocurrieran, con una precisión superior en comparación con otros métodos.
Las personas con FAI anormal tenían hasta nueve veces más riesgo de tener un ataque cardíaco fatal en los siguientes cinco años ; estos pacientes serían los candidatos para la terapia médica agresiva y de esta manera, evitar que esto sucediera.
La nueva tecnología puede ser transformadora para la prevención primaria y secundaria, dijo el líder de la investigación, Charalambos Antoniades, de la División de Medicina Cardiovascular de la Universidad de Oxford.
“Por primera vez tenemos un conjunto de biomarcadores, derivados de una prueba de rutina que ya se usa en la práctica clínica diaria, que mide lo que llamamos el riesgo cardiovascular residual, que se pasa por alto en todas las puntuaciones de riesgo y las pruebas no invasivas", apuntó.
Por su parte, Metin Avkiran, director médico asociado de la Fundación Británica del Corazón , que financió la investigación, afirmó que “al utilizar este escaneo no invasivo, podríamos evitar un ataque al corazón al acecho que podría ocurrir en el futuro.
“Pero también potencialmente nos da una ventana en tiempo real para rastrear el efecto de los medicamentos en las arterias inflamadas, ayudándonos a identificar nuevas terapias que salven vidas ", puntualizó.