En el marco del Mes del Niño, es importante tratar de manera correcta y adecuada la diabetes tipo 1 en niños y adolescentes, ya que pueden crecer y vivir felices con mayor calidad de vida si se toman las medidas necesarias en su cuidado y control.

Según datos reportados por la Federación Internacional de Diabetes (IDF por sus siglas en inglés)1 en México:

En 2017, el número de niños y adolescentes con diabetes tipo 1 fue de 26 mil 600.

El número de niños y adolescentes recién diagnosticados cada año con diabetes tipo 1, por cada 100 mil es de 5.4, dentro de un rango de 0 a 19 años de edad.

En este tipo de diabetes las defensas del propio organismo destruyen las células beta del páncreas. Al no haber una producción de insulina en el organismo, es necesario administrarla de manera externa por medio de inyecciones.

La Asociación Americana de Diabetes , en su guía de práctica clínica de 2018, indica que el diagnóstico de diabetes en niños y adolescentes se realiza con una prueba de hemoglobina glucosilada que indique un resultado mayor o igual a 6.5%. Por otro lado, en general en niños y adolescentes que ya viven con diabetes se sugiere evaluar el control de su glucosa (azúcar en sangre) con la misma prueba, la cual debe ser menor a 7.5%.

Es importante resaltar que el hecho de que sea una condición que no se cura, no quiere decir que no se pueda vivir con ella de manera plena y retrasar o hasta evitar las complicaciones que pudiera provocar, si se atiende a tiempo de manera eficaz.

“Las aplicaciones de insulina inyectada son el tratamiento óptimo para el control y cuidado de la diabetes, sobre todo cuando hablamos de diabetes tipo 1 donde hay que reponer la insulina que el cuerpo no produce. La insulina es vida, y una correcta técnica de inyección hace toda la diferencia para aprovecharla al máximo. Es un tratamiento totalmente seguro y benéfico para los pequeños ya que las agujas actualmente son tan cortas que hacen el tratamiento totalmente amigable, con 5 biseles en la punta forman un diamante que vuelve el tratamiento más fácil y cómodo para su día a día”, afirma Marisol Olarra, Educadora en Diabetes de Becton Dickinson.

Existen algunas diferencias entre los procedimientos de inyección de acuerdo a la edad de cada paciente. Las recomendaciones para niños menores de 6 años, es que con agujas para dispositivos tipo pluma de 4mm, 5mm y 8mm se aplique en ángulo recto haciendo un pliegue en la piel para que la insulina llegue al tejido graso, que es donde actúa de la mejor manera. Si se realiza con jeringas, para este mismo rango de edad, con agujas de 6mm y 8mm también se debe de aplicar en ángulo recto formando un pliegue. A diferencia de los adultos, estos no necesitan hacer pliegue con agujas de 4mm y 5mm.

“Con la guía y asesoramiento del médico tratante y equipo de profesionales de la salud, lograremos el éxito deseado. Si sumamos al tratamiento de insulina una alimentación saludable y actividad física, no hay razón para que los niños y adolescentes no crezcan sanos y felices como cualquier otra persona que no vive con diabetes. Han resultado ser los mejores pacientes ante esta situación, adoptan muy bien el tratamiento, son muy disciplinados en su estilo de vida y son un excelente ejemplo para todos, podemos aprender mucho de ellos”, indica Olarra.

Es de gran importancia que la familia esté involucrada, tanto en apoyo emocional como en conocimiento del padecimiento y su tratamiento con insulina para optimizar resultados y el bienestar sea integral. Incluso en la escuela, los maestros deben estar al tanto como apoyo en esta disciplina adquirida.

Este Mes del Niño, asegura la Educadora de diabetes, se debe concientizar sobre el problema que representa la diabetes infantil en México, cómo atenderla y cómo evitar complicaciones para que los niños continúen su crecimiento lo más saludablemente posible.

jpe

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses