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De acuerdo a la teoría de “La era del vacío” del filósofo y sociólogo francés Gilles Lipovetsky , cada generación trata de reconocer su identidad a través de una figura mitológica, la que es reinterpretada dentro de la personalidad.
En este caso, se hace presente la figura de Sansón , caracterizada por una fuerza excepcional para combatir a sus enemigos, atribuida al largo de su cabellera.
“Dentro de los estereotipos que ha prefabricado el ser humano, el cabello como percepción de belleza connota poder y fuerza interna, por lo abundante de la misma”, determinó la doctora Damaris García Carranza de la Facultad de Psicología (FP) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) .
El impulso a cambiar de imagen durante el confinamiento ha sido un tema muy comentado en redes sociales. Imagen: Especial
El cabello es una de las características que más nos definen, por ello sentimos la necesidad de renovar su aspecto durante el distanciamiento social.
A lo largo del confinamiento son algunos los productos específicos que la población ha adquirido para hacer frente a la cuarentena, entre ellos, se destacan los de primera necesidad, bebidas alcohólicas y productos para el mantenimiento del cabello como cortadoras y tintes, al grado de que ya escasean en los estantes de los supermercados, explicó en algún momento Doug McMillan , dueño de la cadena de supermercados Wallmart.
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García Carranza explicó que la pandemia por Covid-19 ha generado respuestas de diversa índole, entre ellas se encuentran los cambios de apariencia.
“Somos seres biopsicosociales, inherentes a las relaciones con los otros que, se han visto mermadas por el fenómeno actual, lo que produce que el ser humano se vuelque por sí mismo”, señaló la académica de la UNAM.
Esta reacción psicológica ha ido en aumento al grado de que el tema ya se refleja en memes. Imagen: Especial
La conservación del aspecto físico nos ayuda a enfrentar la distancia, como una respuesta de protección, al cuidar nuestra estabilidad emocional pues la imagen suscita una clase de fascinación propia, agregó la especialista en modelos de psicología clínica.
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“Nos cuestionamos qué debemos hacer con nosotros mismos; ¿cómo me veo?, ¿cómo me visto?, ¿cómo me relaciono conmigo?”, detalló la doctora, “estos deseos por el cambio se presentan como un distractor porque nos negamos a profundizar en los aspectos psíquicos y de reparar en quiénes somos realmente”.
Los cambios en la apariencia contrarrestan la pérdida de la autonomía inmediata y el impedimento de tomar decisiones tan simples como decidir a dónde salir.
El cambio de apariencia es un distractor ante todos nuestros sentimientos durante el aislamiento, explica la especialista. Imagen: Especial
“La protección del yo interno da sentido a la existencia de cada individuo y efectuamos una clase de perdida por la falta de facilidad de respuesta con los otros”, determinó García Carranza.
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García Carranza aconsejó que debemos beneficiarnos de esta crisis y el dolor emocional que implica; “Nos encontramos en una situación extraordinaria, ninguno de nosotros nos esperábamos algo así y a partir de esto podemos aprovechar para crear nuevas relaciones con nosotros mismos” reflexionó, “asumirnos como dirigentes de nuestra propia vida y empatizar con nuestras necesidades, así como sensibilizar en nuestros requerimientos”.
fjb
