Entre odontólogos existe desconocimiento sobre la enfermedad Covid-19 , así como las medidas de protección personal que deben emplear durante este brote pandémico. La mayoría de ellos saben sobre la enfermedad, pero no identifican al 100% las formas de transmisión .
El estudio “La práctica del dentista y el Covid-19” arrojó información sobre el conocimiento que existe en el gremio odontológico en torno al virus SARS-CoV-2 . Dichas cifras fueron obtenidas a partir de una encuesta aplicada a 826 dentistas, que ejercen su profesión alrededor de la República Mexicana.
El doctor Bernandino Isaac Cerda Cristerna , científico de la Facultad de Odontología de la Universidad Veracruzana , explicó en entrevista con EL UNIVERSAL que las actividades dieron inicio semanas previas a ejercer de manera activa la Jornada Nacional de Sana Distancia , con el objetivo de tomar una decisión ante la posibilidad de frenar o continuar con labores ante el brote del virus, pese al riesgo que esto podría conllevar.
“Cuando inició la problemática, con el reporte del primer caso de Covid-19 , a finales de febrero, nos preguntamos cómo esto iba afectar a la parte de la odontología, por lo que buscamos antecedentes en la literatura científica, sobre cuál había sido la actitud de los dentistas en México cuando ocurrió la epandemia en el año 2009 por la gripa porcina H1N1 ”, mencionó el miembro del Sistema Nacional de Investigadores (SNI) .
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En la investigación donde también colaboró José Bermeo Escalona, académico de la Universidad La Salle, el 71% de las participantes encuestadas fueron mujeres, mientras que el 29% restante correspondió al género masculino, de los cuales el 94% practica la profesión de manera privada y 48% dedica su labor dentro del sector público.
Foto: Archivo El Universal
“Parte de lo que nosotros nos preguntamos está enfocado en los dentistas de practica privada, porque en la práctica publica dependen finalmente de los reglamentos que indique cada institución; en cambio, la práctica privada tiene la libertad de seguir o no, con el riesgo de contagio, porque cesar de trabajar también impactaría en su economía ”, expuso Cerda Cristerna, quien encabezó la investigación.
Los resultados arrojaron que el 99% de los clínicos sabe qué es y cómo se contagia la enfermedad, además de conocer los síntomas que produce; además el 96% consideraron que en las actividades de consulta existe un nivel alto de contagios, por la presencia de saliva y gotas de aerosol.
El experto detalló que, cuando se les preguntó sobre la relevancia de detener la ejecución de algún procedimiento dental para reducir la transmisión del virus, el 78% pensó que era “muy importante”; 21% “medianamente importante” y 1% “nada importante”.
Por otra parte, en cuanto a quienes decidieran hacer un alto a las practicas odontológicas, un 90% de los participantes mencionaron que atenderían sólo casos de urgencia, mientras que el 10% de estos aseguró que no atenderían a ningún paciente.
Foto: Archivo El Universal
Los dentistas que optaron por seguir con sus labores fueron cuestionados acerca de sus hábitos en las medidas de protección personal . El 89% usa las barreras impuestas por la Norma Oficial Mexicana para el Control y Prevención de Enfermedades Bucales , que indican el uso obligatorio de una bata de manga larga, guantes desechables, lentes de protección o careta y cubrebocas.
“Todos los encuestados (100%) dijeron que siempre usan guantes, el 98% usa cubrebocas, el 75% guantes de protección, 26% usa bata, tan sólo el 24% dijo usar gorro y el 18% utiliza careta.”, informó el académico de la universidad en la región Orizaba-Córdoba.
Foto: Archivo El Universal
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Tras lo anterior, Cerda Cristerna y Bermeo Escalona concluyeron que los dentistas deben incrementar el uso de barreras protectoras personales para evitar los posibles contagios .
“Por eso el uso de barreras de protección es obligatorio siempre, el problema es que se presenta una variación muy importante de cómo cada practicante de la profesión lo toma”.
El director del estudio advirtió que “la regla que tiene que llevarse a cabo siempre es que el dentista visualice a su paciente como un sujeto que tiene un riesgo de infección; sin importar edad o género, es una persona que puede transmitir el virus o ser contagiado por el dentista”.
Además ahondó en la necesidad de conocer mejor los medios de transmisión, el tiempo de incubación y los signos y síntomas asociados al coronavirus, pues “este conocimiento todavía es insuficiente dentro de la comunidad odontológica (…) los dentistas también están en el mismo proceso de aprendizaje , así como los cirujanos y médicos”, pues la literatura científica del SARS-CoV-2 aún es escasa".
nrv