En época de fiestas se hace más difícil cuidar la dieta. Cenas, despedidas de año, almuerzos... las ofertas de comidas deliciosas, pero ricas en calorías, sobran.
Tantas cosas se dicen sobre qué tenemos que hacer para perder peso que, por el afán de cuidarnos, a veces resulta difícil distinguir entre información fiable y falsa y acabamos poniendo en práctica cosas que no tienen ni pies ni cabeza.
Para evitar estos consejos que pueden ser erróneos, compartimos aquí cinco falsedades muy extendidas sobre la pérdida de peso.
Esto es falso. Bajar de peso involucra hacer cambios pequeños que puedas mantener a lo largo del tiempo.
Esto quiere decir ser físicamente más activos.
La recomendación general para un adulto es hacer al menos 150 minutos de actividad física -puede ser caminar rápido o andar en bicicleta- por semana, según recomienda el NHS, siglas del Servicio Nacional de Salud de Reino Unido.
Se trata, en síntesis, de quemar más calorías de las que consumimos y eso puede lograrse mediante una combinación de las dos cosas.
Las dietas bajas en carbohidratos, muy de moda en la década de los 90 y en la de 2000, hicieron que estos se ganaran una mala reputación.
Sin embargo, cuando se ingieren en la cantidad adecuada como parte de una dieta balanceada, estos no conducen al aumento de peso (siempre y cuando no les añadas a los carbohidratos mantequilla, salsas de crema, etc.).
Siempre es recomendable comer granos y carbohidratos integrales como el arroz integral o pan negro.
En el caso de la papa, por ejemplo, es bueno dejarle la piel para aumentar así el consumo de fibra.
Hay dietas que recomiendan ciertos alimentos como los pomelos, la pimienta de cayena o el uso de vinagre, con el argumento de que su ingesta puede contribuir a perder peso porque queman grasas.
De acuerdo a la Clínica Mayo, una prestigiosa organización sin fines de lucro estadounidense dedicada a la práctica clínica, la educación y la investigación, no hay alimentos que quemen grasas, te hagan perder kilos más rápido o aceleren tu metabolismo de modo tal que esto tenga un efecto en tu peso.
"Las dietas que se centran en alimentos únicos, como los mencionados anteriormente, son muy restrictivas y carecen de los nutrientes que el cuerpo necesita", dice la clínica en su página de internet.
Por otro lado, cualquier pérdida de peso que se produzca como consecuencia de la restricción de calorías se revertirá una vez que abandones este régimen.
El problema con esta clase de productos es que muchos de ellos pueden contener más azúcar o sodio para compensar la pérdida de sabor que se genera al reducir las grasas.
Por otro lado, dice la Clínica Mayo, la grasa nos proporciona sensación de saciedad, haciendo que nos sintamos llenos por más tiempo.
"Elegir un producto sin grasa para reducir las calorías puede jugar en contra, porque puede hacer que comamos un refrigerio poco después".
En realidad, cuando se trata de perder peso, el problema no son los refrigerios en sí, sino de qué tipo son.
Mucha gente necesita ingerir algo entre las comidas para mantener sus niveles de energía.
"Elige frutas o vegetales en vez de papas fritas, chocolates y otros tentempiés ricos en azúcar, sal y grasa", recomienda el NHS.