México es uno de los países donde vive una gran cantidad de perros callejeros , los cuales defecan en la vía pública dando origen a un grave problema de salud, ya que con frecuencia las heces se quedan, se deshidratan y se van pulverizando.
Este proceso es la causa de distintas enfermedades parasitarias de los perros que pueden transmitirse al ser humano, dos de ellas son la toxocariosis y la ancylostomosis.
La toxocariosis es producida por el parásito Toxocara canis ; se transmite por la materia fecal de los perros y su fase larvaria se encuentra en las heces. Entre las afectaciones de salud humana que genera se encuentran: distensión abdominal leve, problemas gastrointestinales e incluso ceguera.
La doctora Yazmín Alcalá Canto , de la Facultad de Medicina, Veterinaria y Zootecnia de la UNAM , señaló que este parásito causa ceguera porque la larva empieza a migrar en el organismo del humano y al no estar en un perro, entra en estrés y se convierte en un parásito errático que se va al hígado o a la cámara ocular. Muchas veces se puede confundir con un tipo de cáncer conocido como retinoblastoma.
La manera en que este parásito se puede transmitir al humano es cuando un niño, al estar jugando en un parque o jardín, come tierra en la que previamente hubo excremento de perro, el cual había estado ahí hasta por dos o tres semanas.
“ Toxocara es un problema y lo hemos identificado en las jardineras de varios parques de la Ciudad de México ; hemos ido a recolectar muestras tanto frescas como de varias semanas y hemos encontrado presencia de este parásito”, destacó la especialista.
Por otra parte, la ancylostomosis es una enfermedad provocada por el parásito Ancylostoma caninum , el cual tiene la capacidad de penetrar por la piel; se desarrolla en los suelos arenosos.
Al igual que toxocara, el parásito causante de la ancylostomosis vive en parques en los que existen areneros o incluso en las playas, sitios en donde es muy común su presencia. Éste, si no es ingerido, puede ser adquirido vía cutánea.
Un problema general
Los perros que no tienen dueño difícilmente han sido desparasitados, además de que consumen agua de sitios en los que pueden adquirir parásitos como la giardia que provoca problemas gastrointestinales severos, diarreas crónicas y colitis crónicas , tanto en los perros como en humanos.
La manera en que los perros pueden infectarse es comiendo o lamiendo la materia fecal de otro animal infectado. El ser humano se infecta si manipula o juega con la arena o la tierra que hay en un parque que contiene heces o si toca una superficie infectada y no se lava las manos e ingiere algún alimento.
La investigadora destaca que estas problemáticas pueden presentarse tanto en perros que tienen dueño como en aquellos que viven en la calle, ya que los primeros, aunque sí han sido desparasitados , cuando sus dueños los sacan a la calle, pueden oler o lamer el pasto de algún jardín donde previamente hubo materia fecal infectada de algún otro perro que no ha sido desparasitado.
Recomienda a los dueños recoger y desechar apropiadamente las heces, además de realizarle a su perro pruebas c oproparasitoscópicas para saber si es necesario desparasitarlo , aunque -dijo- en medicina veterinaria se opta preferentemente por la desparasitación preventiva.
Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia