El término correcto es depresión estacional o trastorno afectivo estacional, el cual se caracteriza por el desarrollo de una depresión que se manifiesta siempre en la misma época del año y, aunque puede suceder en cualquier época, la mayoría de las personas que viven con ella la desencadena la estación invernal, señala el Dr. Ángel Alberto Ruíz Chow, especialista en psiquiatría con un postgrado en neuropsiquiatría.
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) indica que la depresión invernal es un padecimiento que afecta entre el cuatro a ocho por ciento de la población en general.
¿Cómo se siente la depresión invernal?
Se ha visto relacionado en las personas que presentan depresión invernal una influencia importante ante los cambios drásticos en los ciclos de luz y sombra, situaciones que se pueden ver reflejadas en la época de invierno por un anochecer más temprano o, bien, noches más largas.
Debido a este motivo, es más frecuente que personas en países nórdicos presenten este trastorno, pero la realidad es que también en México y en cualquier parte del mundo hay casos de depresión invernal.
La depresión estacional es un padecimiento que cualquier persona, de cualquier edad, puede desarrollar. Sin embargo, las personas en edad productiva, especialmente las mujeres, son mucho más susceptibles a vivirlo. Pero esto no significa que niños o adultos mayores también la lleguen a presentar, indica el Dr. Ruíz.
Otro factor de riesgo es contar con familiares que ya han presentado alguna enfermedad de este tipo como el mismo trastorno afectivo estacional, depresión, trastorno bipolar, esquizofrenia o cuadros de ansiedad. Es importante recalcar que no por tener alguna de estas características se va a desarrollar la depresión estacional, pero sí se deben tener en cuenta, en caso de sentir este cambio.
Estas personas podrán comenzar a sentir cambios en su estado de ánimo, pueden sentir tristeza, irritabilidad o falta de energía. También podrán comenzar a sentir falta de placer en actividades que anteriormente les gustaban.
La realidad es que el trastorno afectivo estacional es un padecimiento muy similar en la percepción al trastorno depresivo mayor, comúnmente conocido como depresión; pero en la depresión estacional su aparición es muy puntual en alguna temporada específica del año, ya sea primavera, verano, otoño o invierno. Mientras que la depresión es una situación que se puede presentar en cualquier etapa de la vida de una persona.
¿Cómo se llega al diagnóstico de depresión invernal?
Una vez que la persona o sus familiares y amigos, han percibido este cambio en el estado de ánimo, se deberá buscar una consulta con un médico general, un psicólogo o incluso un psiquiatra, el tipo de médico que más confianza le de a la persona para este primer contacto.
Hay que recordar que los niños también son susceptibles a presentar trastorno afectivo estacional, así que como padres es importante prestar especial atención a las actitudes que presente el niño o la niña. Y en caso de percibir alguno o varios de los signos, hay que acudir con el médico pediatra o con un psiquiatra infantil para poder determinar si existe un cuadro depresivo estacional, un cuadro depresivo crónico o es otra situación lo que está generando el cambio en la actitud del niño, comenta el Dr. Ruiz.
Una duda que puede surgir en las personas es ¿cuándo debo de buscar ayuda profesional? Ante esto existen diferentes momentos donde se recomienda la búsqueda de atención profesional.
Por un lado, es cuando ya se ha observado la presencia de esta depresión en otros años y siempre rondando la misma época o estación.
Pero en caso de que sea la primera vez que se observa este cambio, es importante buscar ayuda médica cuando ya se tienen más de dos semanas con falta de energía o de placer. También si perciben que su concentración se ha visto alterada, un aumento en el sueño durante el día o incluso, insomnio durante la noche. Otro factor importante es percibir cambios conductuales importantes, especialmente un mayor grado de tristeza.
Sin importar si la persona es adulto o niño, el médico deberá revisar la historia clínica, analizar si esta depresión se ha dado en otras ocasiones en la misma época del año y algunos otros estudios clínicos.
Una vez que se han descartado otros posibles padecimientos, así como la depresión crónica, se podrá señalar que es un trastorno afectivo estacional.
¿Cómo se trata la depresión estacional?
Si el especialista ha llegado al diagnóstico de trastorno afectivo estacional, se deberá conocer el grado del padecimiento y, en función a esto, se podrá seguir uno o varios tratamientos, los cuales serán específicos para cada paciente.
Psicoterapia
La terapia psicológica, psicoterapia o terapia de conversación, es una herramienta bastante frecuente en este padecimiento. Dentro de sus beneficios se encuentra aprender formas saludables para lidiar con el trastorno, reducir las conductas evasivas; identificar o cambiar actitudes o pensamientos que pueden afectar el estado de ánimo de la persona, controlar el estrés y desarrollar comportamientos saludables.
Este tipo de terapia se puede emplear tanto en casos leves como severos de este trastorno.
Medicamentos
Para los casos moderados o severos, también se puede incluir el uso de medicamentos recetados por el especialista. Los antidepresivos pueden ser empleados para prevenir o tratar el trastorno afectivo estacional.
Algo importante a tener en cuenta con estos tratamientos, es que pueden pasar varios días o semanas hasta que empiecen a sentirse los beneficios; y para el caso de los medicamentos, podría ser necesario hacer cambios en la dosis o tipo de medicamento hasta encontrar el que mejor se acomode a cada paciente.
Autocuidados
Existen otras medidas que cada persona puede realizar para mejorar o, en algunos casos, prevenir la aparición de este trastorno.
● Caminar: al comienzo de la temporada de otoño o invierno, se recomienda salir a caminar entre 10 y 20 minutos diarios bajo el sol, tomando las medidas pertinentes para protegerse de los rayos solares.
● Actividad física: realizar ejercicio con regularidad ayuda a aliviar el estrés y la ansiedad, estas dos sensaciones favorecen el desarrollo del trastorno.
● Sueño estable: mantener un patrón de sueño estable favorecerá el descanso y mejorará la actividad en el día.
● Reducir consumo de sustancias: el alcohol, tabaco y otras drogas son sustancias que pueden fomentar o incrementar los síntomas del trastorno afectivo estacional; reducir o eliminar su consumo en personas que ya han sido diagnosticadas beneficiará su salud.
La duración del tratamiento puede variar en cada persona, algunos podrán dejarlo cuando acabe su periodo estacional, mientras que en otras, será necesario un tratamiento más estable.
Es importante atender la depresión estacional
Se podría sentir que la depresión estacional es únicamente un estado de ánimo pasajero y, por lo mismo, no darle la relevancia que realmente tiene. La realidad es que este trastorno, al igual que muchos otros que afectan la salud mental, son situaciones neuroprogresivas, es decir, que pueden comenzar a discapacitar de manera paulatina, a la persona durante los siguientes años.
Como resultado generarán que no reaccionen de manera adecuada a la vida diaria y, en casos extremos, llevarlos a desarrollar una ideación o intención suicida. Por este motivo es de vital importancia que se reciba la atención debida una vez que se ha llegado al diagnóstico, concluye el Dr. Ruíz.
En el Centro Neurológico del Centro Médico ABC se cuenta con especialistas para atender a niños, adolescentes, adultos y adultos mayores.