Después de que esta mañana se registrara un sismo de magnitud de 7.5, con epicentro al sur de la localidad Crucecita, en Oaxaca, se propagóaron versiones sobre la posible amenaza de tsunami de 1 a 3 metros de altura en las costas de Oaxaca y Chiapas.
Durante varios minutos continuó la polémica entre los comentarios; sin embargo el Centro de Alerta de Tsunamis del Pacifico aclaró que no hay una alerta para México.
La misma suerte no la corrieron Ecuador, El Salvador, Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá y Perú, que de acuerdo con el Observatorio Sísmico Metereológico de la CDMX la alerta se extendía para esas naciones latinoamericanas.
La forma más común de la presencia de un tsunami sucede como consecuencia de un sismo de gran magnitud , pero también pueden ser ocasionados por erupciones volcánicas , deslizamiento de terreno, desprendimiento de hielo glaciar e incluso por el impacto de un meteorito.
El fondo marino debe de registrar un fuerte movimiento de forma vertical para que el siniestro se origine, mismo que definirá su magnitud. Este movimiento causa que una gran masa de agua sea impulsada fuera de su equilibrio habitual y, al tratar de recobrar su equilibrio, el cuerpo de agua generará olas.
El evento también conocido como maremoto consta de un grupo de olas que se mueven con gran energía.
La UNAM enlista tres etapas para este tipo de fenómenos naturales cuando son ocasionados por un sismo:
Sucede en el epicentro del temblor, en donde el desplazamiento de las placas tectónicas, libera energía que provoca que el agua de mares y ríos se desborde a grandes velocidades.
Este fenómeno produce grandes ondas en los océanos. La cresta alcanza velocidades de hasta 200 kilómetros, así como un distancia de tiempo entre una y otra de 25 minutos; el tamaño de las olas puede llegar a ser de 30 metros, aproximadamente. Cuando las olas se acercan a las costas disminuyen su velocidad, sin embargo, alcanzan alturas considerables.
En el Pacífico se generan maremotos por el cinturón de fuego, “que es todo este margen continental constituido por sucesión de zonas de subducción, (es decir) placas oceánicas se van por abajo de la placa continental que le corresponde", explicó en su momento un especialista del Instituto de Geofísica de la UNAM . Por otro lado, en el Atlántico es muy difícil que se genere este fenómeno, mas no es imposible.
Algunas recomendaciones ante la alerta de tsunami es seguir las indicaciones de las autoridades, considerar que el llamado puede durar horas, evitar las costas y de encontrarse allí, alejarse un kilómetro hacia la tierra o colocarse en un lugar elevado a 15 metros.
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