Un nuevo estudio reveló que el Covid-19 prolongado, como se le conoce a los casos que después de la recuperación presentan secuelas de la enfermedad, es más usual de lo que pensaba, pues los expertos estiman que entre el 10% y el 30% de las personas infectadas con el SARS-CoV-2 tienen dificultades para recobrar su salud.
Hasta la fecha, se cuantifica que al menos 78 millones de personas se han recuperado de padecer Covid-19. Esta cifra implica un panorama “optimista” , pues supera los decesos producidos por el nuevo coronavirus , que oscilan entre la pérdida de 2 millones 96 mil vidas en todo el mundo.
Sin embargo, los investigadores se cuestionan ¿cómo es la condición de vida de las personas después de atravesar el Covid-19? Dicha preocupación aumentó cuando los expertos de salud notificaron que, posteriormente a la alta hospitalaria, muchos pacientes no mejoraban.
Este fenómeno fue denominado como “long Covid-19” o “Covid-19 prolongado” . Quienes lo padecían experimentaron síntomas persistentes como fatiga, dificultad respiratoria, pérdida del olfato -anosmia- y del gusto -ageusia-, así como niebla mental, una de las alteraciones más comunes asociadas a la infección.
Foot: RONALDO SCHEMIDT / AFP
En una publicación de “Science”, los especialistas expresaron que pese a que han ubicado las manifestaciones relacionadas con la infección perdurable , hay poca claridad sobre sus causas o cómo tratar esta “constelación de síntomas”.
Los datos preliminares indican que por lo menos la tercera parte de las infecciones del SARS-CoV-2 corren con la mala suerte de persistir, por lo que los científicos aseguraron que debe existir una explicación biológica que justifique los síntomas crónicos posteriores a la enfermedad.
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Emilia Liana Falcone y Michael Sneller, de los institutos de Investigación Clínica de Montreal y de Alergias y Enfermedades Infecciosas (NIAID), respectivamente, hablaron con la revista científica acerca de su experiencia con pacientes que atravesaron síntomas continuos.
Foto: AP /Andre Penner
No solo el long Covid atrae "enfermedades posinfecciosas"
Los estudiosos recordaron que muchas afecciones , no sólo el Covid-19, puede causar síntomas duraderos que incapaciten a quienes los padecen, fenómeno que nombraron como “enfermedades posinfecciosas”.
Entre ellas indicaron que se encuentra la polio . Esta enfermedad apareció en la década de 1950 con una serie de brotes que afectaron, principalmente, a la población infantil. Las niñas y niños, alrededor del mundo, desarrollaron tras la recuperación un síndrome característico por la fatiga, dolor corporal y dificultad para concentrarse.
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“En términos de fatiga algunas de las complicaciones neurológicas, confusión mental, falta de concentración, es común después de otras infecciones”, ahondó Liana Falcone. “Dicho esto, creo que hay ciertas características que no son tan comunes como las que estamos viendo ahora: la pérdida del olfato y el gusto que he visto en la clínica al menos seis meses después”.
La experta en inmunología clínica agregó que a estos síntomas se ha añadido la aparición de endocrinopatías , produciendo problemas de tiroides . Pese a que esta manifestación ha sido atribuida exclusivamente al Covid-19, reconoció que quizá este síntoma ocurre en el contexto de otras infecciones virales y no se ha indagado lo suficiente para descifrarlo.
Los expertos en enfermedades infeccionas explicaron que aún no existe una definición clara de lo que es el “long Covid”, ya que hace un año todavía no existía y la falta de datos ha impedido categorizarlo como padecimiento. Hasta el momento, los científicos se han basado en cuestionarios y revisiones de historias clínicas de pacientes hospitalizados.
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Falconer y Sneller preparan un estudio, con el objetivo de profundizar en la biología del Covid-19 prolongado. Los estudiosos reunirá 150 sobrevivientes de la enfermedad, de los que el 55% no presentan síntomas posteriores a la infección. Tomaron en cuenta también, a los familiares y personas cercanas con las que estuvieron en contacto, a pesar que estas no contrajeran el virus.
Los voluntarios sanos son descritos como “grupos de control” y son una parte esencial del estudio, pues los investigadores revelaron que la observación de este sector de la población los provee de herramientas para eliminar “el ruido de fondo”.
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Esto quiere decir que, hay síntomas colectivos que se desencadenan frente a una emergencia sanitaria mundial , como lo es la pandemia actual, entre los cuales se destacan la ansiedad, el estrés e insomnio , así como la depresión. “Tenemos que incluir a personas que están viviendo eso para poder desentrañar qué está realmente relacionado con la infección”, recalcaron.
“Con el estudio del Ébola -rememoró Michael Sneller- al tener un grupo de control, demostramos que muchos de los síntomas que se pensaba que eran síntomas posteriores a este síndrome, en realidad ocurrieron con la misma frecuencia en el grupo de control”.
De esta manera, los especialistas señalaron la importancia de darle seguimiento a la enfermedad post-Covid , ya que sólo de esta manera contarán con los indicios necesarios para conocer qué condiciones o factores de riesgo producen la enfermedad duradera. Además que esto les dará las bases para alcanzar una vía de tratamiento clara, mediante los que combatirán los problemas reversibles de los pacientes recuperados.
nrv