Mientras el mundo entero celebra las cinco décadas de la llegada del hombre a la Luna, India lanza una ambiciosa misión a una parte inexplorada de nuestro satélite.
Siete días después de haber fracasado el primer intento por problemas técnicos, la misión Chandrayaan-2 ya está en el espacio desde este lunes.
Se trata de su segunda misión lunar -la primera fue en 2008, sin alunizar y para buscar agua- y está previsto que llegue al cabo de seis semanas.
Entre gran expectación, la nave fue lanzada a la órbita terrestre, donde permanecerá durante 23 días hasta iniciar una serie de maniobras que la llevarán a la órbita lunar.
India ha apostado fuerte por esta misión que, de ser exitosa, será la primera en la historia en alcanzar el polo sur de la Luna.
El proyecto ha costado US$145 millones y está liderado por dos mujeres, Muthaya Vanitha y Ritu Karidhal.
¿Pero qué ansía tanto India en el polo sur de la Luna?
Poco se sabe de esta región de la Luna, pero se sospecha que es rica en agua y otros recursos como el helio 3, poco abundante en la Tierra.
La ausencia de atmósfera en la Luna pudo haber facilitado la incrustación de este gas en su superficie.
El helio 3 podría utilizarse como una fuente de energía más segura que la nuclear y más ecológica que los combustibles fósiles.
Está previsto que el componente del cohete encargado de alunizar explore durante 14 días la superficie de nuestro satélite y envíe imágenes y datos a la Tierra para su posterior análisis.
La misión
Se trata de la misión más compleja realizada por la agencia espacial de India y para ello ha usado su cohete más poderoso, el Geosynchronous Mark III, que pesa casi 640 toneladas y es tan alto como un edificio de 14 pisos.
"Esto es el comienzo de un histórico viaje de India a la Luna", declaró Kailasavadivoo Sivan, presidente de la Agencia India de Investigación Espacial.
Para ahorrar combustible, se ha elegido una ruta que aprovechará la fuerza gravitacional de la Tierra.
India no tiene un cohete tan potente como el Saturno V, empleado por el programa Apolo, y es por ello que la misión tardará bastante más que los cuatro días que les tomó a Neil Armstrong y compañía llegar a la Luna.
"Habrá 15 minutos críticos una vez se libere la plataforma encargada de tocar superficie y enfile hacia el polo sur de la Luna", comentó Kailasavadivoo Sivan antes del primer intento de lanzamiento hace una semana.
El alunizaje se llevará a cabo de forma autónoma y dependerá de la configuración previa del sistema.
Nada pueden hacer, una vez se desprenda la plataforma de alunizaje, los que controlan la nave desde la Tierra.
Así que si el sistema autónomo falla, el cohete podría estrellarse en la superficie lunar.