Todos los días compartimos nuestra vida con sustancias que contaminan nuestro entorno , no sólo en la calle, también entre las paredes de una habitación . Existen múltiples productos tóxicos que están dañando nuestra salud sin que nos percatemos.
Las personas están expuestas en todo momento a situaciones de riesgo al estar en contacto con sustancias químicas en el trabajo o incluso en nuestras casas, afirma Omar Arellano Aguilar , profesor de la Facultad de Ciencias de la UNAM.
En una oficina por ejemplo, existe un fenómeno llamado el Síndrome del Edificio Enfermo. Dentro de esa oficina, refiere, hay muebles que fueron pintados con lacas o pinturas solventes que con el paso del tiempo se van degradando y poco a poco van liberando sustancias químicas, compuestos orgánicos volátiles como toluenos, cloroformos, compuestos clorados , entre otros.
Una persona que pasa ocho horas diarias o más durante 20 años de su vida en esa oficina, podría comenzar a padecer algún tipo de alergia o una enfermedad más grave.
Otro lugar de riesgo son los sistemas de ventilación, es decir los extractores de aire y los aires acondicionados , en los que si no hay un mantenimiento adecuado, se acumulan grandes cantidades de polvo, esporas y ácaros que causan padecimientos como dolores de cabeza, enfermedades respiratorias, alergias y problemas en la piel en quienes pasan largos períodos de tiempo cerca de esos aparatos.
Pero eso no es todo, agrega Arellano. Investigaciones científicas han demostrado que quienes pasan mucho tiempo en lugares u oficinas con luz artificial y en donde además no hay vista al exterior como vegetación, o simplemente no es posible darse cuenta si es un día nublado o soleado por lo encerrado de ese sitio, pueden llegar a desarrollar depresión debido a la falta de contacto con la naturaleza.
Cuidado con el cloro y los insecticidas
Los tóxicos en el hogar es otro tema a valorar. Los limpiadores con amonio, cuando se mezclan con cloro, generan una reacción química, vapores tóxicos que pueden causar irritaciones por inhalación.
También están los productos clorados que en contacto con el agua o utilizándolos en grandes cantidades pueden ocasionar algún tipo de alergia al desprender un compuesto llamado cloramina; y si el lugar en donde se usan no tiene ventilación suficiente, pueden provocar alergias e irritación en la mucosa, en los ojos y en la piel, menciona Omar Arellano.
Los insecticidas son utilizados más frecuentemente de lo normal , y muchos de los productos químicos que contienen como las cipermetrinas, piretroides y muchos compuestos que se prohíben en otros países, en México están permitidos. De hecho, en otras naciones existen alrededor de 92 sustancias prohibidas que aquí se siguen utilizando, alertó el académico de la UNAM.
Ciencia UNAM, Dirección General de Divulgación de la Ciencia