Tras una serie de investigaciones en torno a James Webb , político y ex administrador de la agencia espacial estadounidense, a quién se le conoció por incitar la persecución de lesbianas y gays durante las décadas de los 50 y los 60, la NASA no cambiará el nombre del observatorio bautizado en su honor, y que será lanzado a órbita el próximo 18 de diciembre. Las científicas y los científicos están inconformes y denominan esta decisión como "falta de transparencia".
Telescopio Espacial James Webb. Foto: NASA
Recientemente, la agencia encargada del programa civil norteamericano aseguró que las acusaciones que implicaban a Webb (1906-1992), no contaban con las pruebas suficientes para respaldarlas.
"No hemos encontrado evidencia en este momento que justifique cambiar el nombre del telescopio espacial James Webb", reveló el actual administrador de la agencia, Bill Nelson .
Frente a estas declaraciones, la inconformidad de la comunidad científica no se hizo esperar, ya que si bien la NASA aseveró que no había fundamentos robustos para desacreditar al otrora abogado, no publicó ningún informe sobre el alcance de la investigación.
Dicha reserva enfureció al gremio científico, pues desde el pasado mayo, más de mil 200 integrantes de esta comunidad firmaron una petición para renombrar al Telescopio Espacial James Webb (JWST) .
Entre los firmantes se encuentran especialistas programados para usar utilizar el instrumento óptico, después de su lanzamiento, a finales del otoño.
“Estoy decepcionada”, expresó Johanna Teske , astrónoma de la Carnegie Institution for Science , en Washington DC, "sin saber qué factores se consideraron, es difícil para mí respetar la decisión de mantener el nombre actual".
Sin embargo, la agencia de investigación aeronáutica y aeroespacial, a través del historiador Brian Odom , señaló que se llevó a cabo una minuciosa investigación en torno a los eventos ocurridos hace 70 años, cuando Webb formó parte del gabinete de gobierno de los Estados Unidos, lo que lo proveyó de poder para tomar decisiones acerca del personal que colaboraba políticamente.
“Bajo las circunstancias de Covid-19 , la investigación fue lo más exhaustiva posible y muy objetiva”, recordó.
La investigación consistió en el estudio interno de documentos históricos que podrían arrojar luz sobre el comportamiento de Webb hacia las personas homosexuales, y que, en su momento, fue denominado como " el temor de la lavanda ", haciendo referencia del "temor ojo" anticomunista, que produjo intensas tensiones entre la sociedad que se encontraba polarizada entre la derecha e izquierda política a finales de los cuarenta.
Además, el jefe interino de la NASA refirió -en un artículo de "Nature", que la investigación está cerrada, lo que limita la posibilidad que las y los inconformes con esa resolución diriman, más adelante, en favor del renombramiento del JWST, que fue pensado y desarrollado desde víspera de 1996.
Las y los expertos denuncian que el hecho que el resultado de las indicaciones no arrojará la información suficiente para condenar a Webb, tiene que ver con no se estudiaron los materiales que no han sido digitalizados.
Webb ocupó varios puestos de liderazgo en el gobierno de Estados Unidos, Durante un período en el que los empleados federales homosexuales fueron despedidos sistemáticamente debido a su orientación sexual.
Por ejemplo, era administrador de la NASA cuando un empleado de la agencia fue despedido en 1963 bajo sospecha de ser gay.
Parte de la comunidad científica piensa que la decisión de la NASA es incorrecta. Webb, afirman, fue jefe de la agencia durante un período de discriminación y tiene la responsabilidad.
"El puñetazo está en la negativa absoluta a escuchar las voces de los astrónomos queer", dice Brian Nord , astrofísico del Laboratorio del Acelerador Nacional Fermi en Batavia, Illinois. “Este es un rechazo a confrontar la historia. Si no podemos tener eso, ¿cómo vamos a arrojar luz sobre la opresión que enfrenta la gente? ".
Nord es uno de los cuatro astrónomos que encabezaron la petición para que se cambiara el nombre del telescopio. El resto es conformado por Lucianne Walkowicz , del Planetario Adler en Chicago, Illinois; Chanda Prescod-Weinstein , de la Universidad de New Hampshire en Durham; y Sarah Tuttle , de la Universidad de Washington en Seattle.
Los estudiosos contactaron a Nature, en un correo electrónico, señalando que pese a que la NASA y sus representantes izan la bandera de un discurso sobre equidad y diversidad pero, "no parecen estar particularmente preocupados por la responsabilidad pública sobre temas delicados que han impactado a un grupo históricamente marginado".
melc