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Cuatro son los proyectos que México presentará el próximo 30 de junio ante la Coalición para las Innovaciones de Preparación para Epidemias (CEPI, por sus siglas en inglés) con el objetivo de competir a nivel internacional para obtener uno de los tres financiamientos que esa institución de la Organización Mundial de la Salud (OMS) destinará para la elaboración de una vacuna contra el Covid-19 y que se sumarán a los nueve proyectos que ya ha seleccionado y que están trabajando.
El primero de los proyectos está encabezado por la doctora Laura Palomares del Instituto de Biotecnología de la UNAM ; el segundo lo encabeza la empresa Avimex -que tiene mucha experiencia en vacunas veterinarias- y trabaja en colaboración con investigadores del Instituto Mexicano del Seguro Social y de la UNAM; el tercer proyecto lo lidera la Universidad de Querétaro; y el cuarto tiene a la cabeza a la Universidad de Baja California y al Tecnológico de Monterrey, sin embargo todos suman investigadores de otras instituciones de investigación y apoyos de empresas farmacéuticas con capital mexicano.
La doctora Esther Orozco , coordinadora del grupo técnico-científico, que impulsa la Secretaría de Relaciones Exteriores , a través de la subsecretaría para Asuntos Multilaterales y de Derechos Humanos, asegura en entrevista con EL UNIVERSAL que es una gran oportunidad para la ciencia y la tecnología mexicana pues se pondrá a prueba en una competencia internacional, y eso ya representa un triunfo pues en nuestro país hay un gran talento científico.
“México probablemente tenga dificultades para competir y alcanzar el primer lugar, es decir para que seamos nosotros quienes saquemos la vacuna, desde luego no lo descartamos, pero la realidad está muy clara en el trabajo que estamos haciendo”, afirma Orozco y tiene toda la certeza de que México va a hacer un muy buen papel.
“Vamos a mandar estos cuatro proyectos y aun cuando no los aprobaran creo que uno o dos de ellos tienen posibilidades, incluso los cuatro; va a ser una experiencia muy importante para la tecnología y la innovación en México. Es una competencia internacional, es un comité y un organismos internacional, la competencia es dura pero tenemos mucha confianza de que los mexicanos tenemos proyectos sólidos”, afirma la doctora Orozco.
La investigadora emérita del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) dice que un grupo de 15 investigadores mexicanos de altísimo nivel que ella coordina y que se encargó de reunir, son quienes han estado analizado varios proyectos y de entre esos han visto estos cuatro proyectos, “en este Comité los hemos analizado, criticado, hemos dicho esto sí, esto no, y tenemos mucha confianza en que son proyectos sólidos, que tienen nivel para competir. Sin duda alguna”.
El pasado 4 de mayo, el canciller Marcelo Ebrard firmó el convenio de colaboración con la primera ministra de Noruega, Erna Solberg, para su participación en la CEPI, este organismo internacional que fue creada en 2017 con la misión de acelerar el desarrollo de vacunas contra enfermedades emergentes infecciosas, sus primeros trabajos los ha hecho en vacunas del MERS y el ébola.
Hasta el momento, la CEPI apoya ya nueve proyectos de vacunas en el mundo, y México podría obtener uno de los tres financiamientos que promueve. Esther Orozco asegura que el objetivo de este Comité en el que colaboran alrededor de 15 científicos de distintas instituciones, incluso farmacéuticas y fundaciones es trata de conjuntar a diferentes instituciones y varios proyectos para ver cómo los pueden embonar en un proyecto fuerte que le permita a México dar respuesta a los problemas de salud que nos aqueja.
“México tiene que ir aprendiendo a resolver sus problemas desde adentro, no esperar que venga la vacuna de Francia o de Estados Unidos o de la India y que nos manden lo que a ellos les queda una vez que resuelven su propio problema, nosotros tenemos que aprender a resolver nuestros problemas y a aprender a resolverlos por medio de la ciencia y la tecnología, no hay otro camino”, afirma la doctora Orozco.
Ciencia mexicana
El equipo de investigadores que coordina la doctora Orozco y que dictaminan los proyectos de vacuna para el Covid-19, provienen de distintas instituciones, entre los participantes están la doctora Laura Palomares del Instituto de Biotecnología y el doctor Jaime Berumen, jefe de la Unidad de Investigación en Medicina Experimental de la Facultad de Medicina, por parte de la UNAM.
Así como la doctora Rosa María del Ángel, de Cinvestav; el doctor David Kershenobich Stalnikowitz, director general del Instituto Nacional de Ciencias Médicas y Nutrición (INCMNSZ); el doctor Constantino López Macías, del IMSS; y la rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Teresa García Gasca.
La doctora Orozco asegura que tras la invitación del canciller Marcelo Ebrard, y de la subsecretaria para Asuntos Multilaterales y de Derechos Humanos, Martha Delgado, ella convocó a investigadores de Cinvestav, del Politécnico, de la UNAM, de la Universidad de Querétaro, de la Universidad de Baja California, del Tec de Monterrey, pero también a Funsalud, a la Fundación Río Arronte e incluso a algunas industrias farmacéuticas porque aunque los investigadores mexicanos pueden hacer mucho en el laboratorio se necesita realmente el lazo con la industria farmacéutica para avanzar.
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“Uno de los requisitos que nosotros pusimos para que los proyectos fueran enviados a la CEPI es que estuvieran participando cuando menos tres instituciones y el otro requisito es que tengan una liga, un nexo, con alguna industria farmacéutica, y deseablemente que esa empresa farmacéutica tenga una parte importante de capital mexicano, o sea se trata de competir y resolver el problema de la pandemia, que ojalá aportemos algo, pero se trata también de pulsar la investigación tecnológica en México y de buscar las ligas entre la industria farmacéutica y los investigadores mexicanos”, señala Orozco.
Durante la influenza, en 2009, la doctora Esther Orozco era directora del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal, y Marcelo Ebrard era Jefe de Gobierno; en esa época también se convocaron a científicos mexicanos, y de los varios grupos que apoyaron, al menos dos elaboraron una vacuna contra la influenza. Dice Orozco que esa vacuna tuvo muchos problemas e incluso mostró que todavía nos falta avanzar mucho, pero fue una vacuna eficiente, una vacuna que llegó al final, que se demostró que podía proteger.
“De allí aprendimos muchísimo. Cuando el virus de la influenza no sabíamos ni cuál era el microorganismo que la estaba causando, estábamos a ciegas, esperando que Canadá o Estados Unidos o cualquier otro país definiera de qué se trataba; pero esta vez los investigadores mexicanos inmediatamente obtuvieron la secuencia del RNA del SARS-Cov-2 que causa el Covid-19, supimos que se trataba de eso, que era el mismo virus, que era casi idéntico al virus chino, y pudimos avanzar”, señala.
Sin embargo dice que para poder avanzar debe haber quién impulse, quién organice, quién marque las políticas públicas “y creo que en esta ocasión se está dando esa conjunción de factores, entonces tenemos esperanzas, si no llegamos primero en hacer una vacuna, eso es muy difícil, lo tenemos muy claro, pero aunque no seamos los primeros va a ser sumamente útil para México porque con esta cantidad de miles de millones de habitantes en la Tierra ¿dónde va a haber vacuna suficiente para todos?”, afirma la doctora Orozco.
Ante la pregunta sobre qué pasó con la empresa mexicana Birmex cuya misión era producir vacunas que ya se producen en otros países pero que tienen la patente libre y se puede producir en México para no importarla, la doctora Orozco dice que por alguna razón que ella no alcanza a comprender Birmex se apagó y ahora tenemos que importar casi todas las vacunas que les ponemos a nuestros niños y a nuestra gente.
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“Soy una simple investigadora pero lo ideal sería que Birmex volviera a resurgir y que se hiciera cargo de la producción de vacunas en el país, no solamente eso, que fuéramos tan suficientes que pudiésemos exportarlas a los países hermanos, a Guatemala, a El Salvador a Paraguay, a Latinoamérica y el Caribe, creo que México tiene con qué y es tiempo de despertar; esta pandemia nos tiene que mover muy adentro para que despertemos y nos pongamos a trabajar en pro del país con políticas públicas que resuelvan los problemas que tenemos, sobre todo los problemas de salud”, afirma.
Lo que falta es que Birmex se reactive y que produzca las vacunas que el país necesita, apoyada en el ejército de científicos mexicanos que pueden diseñarlas y probarlas, decir si son útiles o no lo son, si no tienen daños colaterales para la población.
“Queremos que México le muestre al mundo las capacidades que tenemos y las posibilidades que tenemos y que lo único que necesitamos es tener la plataforma para dar el brinco. No estoy diciendo que nosotros haremos la vacuna pero llevar nuestros proyectos al CEPI es una experiencia, con eso se avanza para tener respuesta en los próximos eventos, la pandemia nos ha obligado a los investigadores y a los gobiernos a acelerar el paso y ver cómo acortamos esos tiempos”, concluye la doctora Esther Orozco.