Ante la manifestación de este 8 de mazo , por el Día Internacional de la Mujer , la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) informó que pondrá a disposición a 3 mil policías mujeres que monitorearán la pacificidad de los contingentes. Sin embargo, en años anteriores, estas autoridades han arremetido en contra de las manifestantes que, encapsuladas, son agredidas con sustancias paralizadoras que se usan más comúnmente, como el gas lacrimógeno . Por ello, te explicamos de qué forma puede evitar entrar en contacto con este compuesto químico que, si bien tiene una de las capacidades tóxicas menos severas, es aún una clase de arma química.
Las colectivas y grupos que se manifestarán esta tarde han esclarecido que se tratará de un encuentro pacífico, que responderá a las urgencias feministas de visibilizar las injusticias que se ha propinado a lo largo de la historia en contra de las mujeres, a través del abuso de poder patriarcal, el silenciamiento de referentes mujeres en todos los ámbitos, la urgencia de combatir las desapariciones y los feminicidios, así como el reforzamiento de lazos sororales entre mujeres. Sin embargo, las autoridades de la Ciudad de México amanecieron esta mañana con un vaticinio: "se espera una marcha muy violenta". A través de estos argumentos, durante distintas marchas, se ha justificado el uso de violencia por las agentes policiacas que deberían de salvaguardar a las mujeres que forman parte de la concentración.
Estos desencuentros suceden con habitualidad, pese a que el artículo 6.º reza que "la manifestación de ideas no será objeto de inquisición (...), sino en el caso de que ataque a la moral, la vida privada, o los derechos de terceros". Una de las sustancias de control más usadas durante la represión a manifestantes es el gas lacrimógeno. Por ello, es importante conocer cuáles son los efectos que produce entrar en contacto con él y la manera de mitigar su impacto.
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El gas lacrimógeno, también denominado como gas CS , es un químico cristalino que, luego de ser detonado, por medio de un cartucho o granada se esparce en forma de aerosol muy fino. Desde su creación, en 1928, se convirtió en una de las armas más efectivas para los enfrentamientos bélicos, por su facilidad de dispersión a las masas, sin el uso de la fuerza física. La Guerra de Vietnam fue uno en los primeros sucesos de esta índole en donde se aplicó este tipo de armas. En la actualidad, se ha convertido en uno de los elementos esenciales dentro de los cuerpos de policías en todo el mundo.
Foto: El Universal / Fernanda Rojas
“La gente asume que es seguro, [pero] es importante saber que estas armas causan daño,” dijo Rohini Haar, médica de emergencia del Centro de Derechos Humanos de la Escuela de Derecho de la Universidad de California, Berkeley, para un medio internacional.
El gas lacrimógeno está compuesto por "clorobencilidenmalononitrilo", un componente activo que penetra en el cuerpo humano, a través del receptor TRPA1, que tiene como tarea fundamental mandar "señales de dolor" al sistema nervioso.
Cuando el gas CS es denotado, se libera y viaja en el aire, tiene la facilidad de adherirse a cualquier parte húmeda del cuerpo, como en las lágrimas, el sudor, la grasa generada por el cuero cabelludo, la saliva, mucosa o boca. Cuando esto ocurre, la vista comienza a nublarse, por el ardor inducido en los ojos. La única forma de combatir las molestias es a través de un parpadeo constante que, a su vez, limitará la capacidad de visión durante el rumbo del contingente o durante la represión que esté ocurriendo. El polvo lacrimógeno, además, satura las vías respiratorias, lo que dificultará la respiración. La mucosidad y salivación aumentará, como parte de un mecanismo de defensa, pero esta sintomatología sólo dificultará más el restablecimiento.
“El cuerpo produce todos estos fluidos y respuestas para expulsar este tóxico irritante. En el caso del gas lacrimógeno, la respuesta es bastante exagerada, y si las personas afectadas no pueden escapar, quedan básicamente incapacitadas,” explicó el anestesiólogo Sven-Eric Jordt, profesor de en la Escuela de Medicina de la Universidad de Duke.
Por ello, los pañuelos y bandanas se han convertido en elementos tan representativos como una pancarta y las consignas, durante una manifestación, pues entre más esté cubierta la piel, menos serán las posibilidades que el gas lacrimógeno alcance a rozar con alguna parte del cuerpo. Otra de las recomendaciones es llevar agua, ya no sólo para beberla sino para lavarse el rostro en caso de irritación severa.
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No hay una fórmula completamente efectiva para mitigar los efectos que el gas lacrimógeno puede generar en el cuerpo humano, pero en distintos disturbios generados en manifestaciones históricas, las y los afectados se lavaban el rostro con leche, humedecieron las bandanas con refresco de cola, y se aplicó, también, cebolla y vinagre, que redujo el ardor. Otra de las medidas es absorber gajos de limón que abren la garganta cuando las vías respiratorias se bloquean.
Sin embargo, cabe destacar que estas recomendaciones están basadas en el empirismo de las y los manifestantes. Las y los expertos en sustancias tóxicas advierten que “realmente no hay evidencia detrás de nada de esto, y yo sería muy cuidadosa al recomendarle a alguien cualquier otro método que no sea mucho aire fresco y mucha agua”.
Otras de las técnicas a las que más se ha recurrido es a la mezcla de agua con una cantidad módica de bicarbonato de sodio, que es guardada en atomizadores y roceada como spray luego del impacto de gas CS. Esta es la única fórmula que ha sido comprobada científicamente, a través de un estudio que arrojó que la solución de agua y bicarbonato de sodio rompe con las moléculas del polvo CS son más bien inestables, en un proceso llamado hidrolización. Esto debido a las condiciones básicas que aceleran el proceso que disminuye los efectos del gas lacrimógeno.
melc