Durante el solsticio de invierno se vive el día más corto del año en el hemisferio norte y el más largo del año en el hemisferio sur.
El solsticio de invierno es el fenómeno astronómico que marca el inicio de la temporada invernal en el hemisferio norte del planeta.
Los solsticios ocurren dos veces al año, el primero se da durante junio (solsticio de verano), mientras que el segundo sucede en diciembre, cuando el Sol se sitúa a mayor distancia del Ecuador.
Los solsticios, cuyo significado proviene del latín y significa 'Sol quieto o estático', se producen por la inclinación del eje de rotación de la Tierra, lo que hace que varíe la iluminación de la Tierra a lo largo del movimiento del planeta en su órbita alrededor del Sol.
Los rayos del Sol inciden de manera diferente sobre la superficie de la Tierra durante el año. A partir del solsticio de invierno, y durante los siguientes seis meses –hasta el solsticio de verano– la incidencia de los rayos solares aumenta, hasta llegar al día más largo del año en el hemisferio norte sobre el 21 de junio.
Lluvia de estrellas
La lluvia de estrellas “Ursid” acompañará el solsticio de invierno. Este fenómeno comenzó el 17 de diciembre y se prolongará hasta el 24 del mismo mes. Alcanzará su máximo nivel entre el 22 y 23 de diciembre con hasta 10 meteoros por hora que ingresarán a nuestra atmósfera.
Se le denomina Ursid a esta lluvia porque proviene de la constelación Ursa Minor.
Será hasta el 2029 que se presencie una lluvia de estrellas durante el solsticio de invierno.
Con información de Agencias