Los niños buscan refugio en las fuentes de la Alameda Central en la Ciudad de México. Se liberan de la ropa, entranal agua y el rostro les cambia ante la envidia de los adultos que no encuentran remedio para el calor asfixiante, ni siquiera bajo la sombra de un árbol. Las estampas se replican en el mundo entero. Las escenas pueden llegar a ser más dramáticas que lúdicas, pero la temperatura sigue subiendo.
Los eventos de calor extremo que duran de unos pocos días a semanas cada vez ocurren con mayor frecuencia en las principales ciudades del mundo y pueden tener un impacto perjudicial en la salud y en áreas de la vida cotidiana, por lo que cada vez es más importante medirlos.
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Los datos de la NASA ayudan a pronosticar y monitorear estos eventos. Una ola de calor es un período de clima anormal e incómodamente cálido y en general húmedo, que dura al menos un día, varios días o semanas.
La Oficina Global de Modelado y Asimilación (GMAO) es una organización única en su tipo que utiliza modelos informáticos y técnicas de asimilación de datos para mejorar el programa de Observaciones de la Tierra de la NASA. El calor extremo forma parte de las investigaciones, modelos y sistemas de asimilación que analizan una gran gama de procesos físicos, químicos y biológicos. La familia de Sistemas de Observación Terrestre Goddard (GEOS) se utiliza para analizar las condiciones climáticas con una amplia gama de escalas espaciales.
Sistema de Observación de la Tierra
Originalmente formado para apoyar la misión del Sistema de Observación de la Tierra (EOS) de la NASA, el papel de GMAO ha evolucionado para incluir observaciones más novedosas. Los esfuerzos incluyen el desarrollo y la implementación de componentes que combinan los datos del núcleo dinámico atmosférico, el modelo físico del océano y los módulos de aerosoles atmosféricos, junto con datos específicos contenidos a nivel regional en los paquetes de física atmosférica, hidrología de la superficie terrestre y los módulos de biogeoquímica oceánica.
Los datos se proporcionan a los equipos de instrumentos de las tres plataformas satelitales EOS (Terra, Aqua y Aura), así como a los equipos científicos de las últimas misiones espaciales de la NASA que complementan los estudios de modelado en la predicción meteorológica. Desde varias plataformas, cada centímetro de la Tierra es analizado para saber en tiempo real lo que le sucede al planeta, pero también para poder adelantarse a estos impactos.
Los científicos utilizan herramientas analíticas basadas en modelos a largo plazo. El sistema de modelado GEOS, utiliza complejas ecuaciones matemáticas para representar procesos físicos en la atmósfera. Esto permite el análisis de las condiciones atmosféricas incluso en regiones remotas. Así se proporciona información crítica sobre la escala de la ola de calor para evaluar y comprender mejor el impacto en las comunidades.
Este año es el décimo consecutivo en que las temperaturas están al menos un grado por encima de la media preindustrial. Para los especialistas, la llegada del calor extremo en 2023 está influenciado por al menos dos fenómenos claves: el fin del ciclo de La Niña y las emisiones de gases causantes del efecto invernadero.
Después de un periodo neutro, el fenómeno climático de El Niño parece anunciar su aparición. Muchos países han emitido evaluaciones del clima nacional y escenarios que subrayan la estrecha conexión entre el cambio climático y el calor. Según un reporte de la OMM, firmado por Johannes Cullman, director del Departamento de Clima y Agua de esta institución, las olas de calor mostradas en los últimos años en todo el mundo son consistentes con los hallazgos científicos. Las evidencias de eventos de calor más frecuentes, prolongados e intensos, empatan con las concentraciones de gases de efecto invernadero como detonadores de las temperaturas globales.
Las observaciones históricas muestran un aumento gradual en la temperatura de las olas de calor con un incremento de al menos cuatro grados en un siglo. El texto puntualiza: “Una ola de calor muy intensa se está produciendo al menos 10 veces más frecuentemente hoy que hace un siglo”.
Repunte histórico
Los riesgos relacionados con la salud, la seguridad alimentaria, el suministro de agua y el crecimiento económico que se proyectan aumentarán con un calentamiento global de 1.5 °C y aún más si se llega a 2° C. Según datos de la OMS, entre 2000 y 2016, las personas expuestas a las olas de calor aumentó. Su duración promedio fue de 37 días más afectando alrededor de 125 millones de personas más en comparación con el período entre 1986 y 2008.
Hace dos meses el Servicio de Cambio Climático de Copernicus publicó su informe anual sobre el Estado del Clima 2022, y subrayó el aumento de las temperaturas y la intensificación de los fenómenos extremos. Entre las conclusiones está que las escasas precipitaciones y las altas temperaturas provocaron una sequía generalizada. También que las emisiones de carbono por incendios forestales fueron las más altas de los últimos 15 años y algunos países registraron las mayores emisiones de las últimas dos décadas, mientras que el Ártico experimentó su sexto año más cálido histórico.
Se reportó el inicio de junio del 2023 como el más cálido registrado hasta la fecha, pues la temperatura media del aire en la superficie del planeta, fue la más alta registrada. Durante mayo la superficie oceánica registró un récord de temperatura histórico.
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Copernicus destaca que a principios de junio la temperatura media del planeta superó en 1.5º C la media de la época preindustrial. Esa marca es la que se fijó como límite deseable la comunidad internacional en la Conferencia de París de 2015, en la que se firmó un histórico acuerdo de lucha contra el cambio climático con el compromiso de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero para mantener el aumento de la temperatura media en +2º C como máximo, y preferiblemente en +1.5º C.
Según la OMS, hoy, entre 3 mil 300 y 3 mil 600 millones de personas viven en contextos que las hacen altamente vulnerables al impacto del cambio climático. A mediados de mayo, gran parte de EU y Canadá vivían una racha récord. En México la tercera ola de calor inició a principios de junio, registra temperaturas elevadas alertas en todo el territorio e incluso reportes de personas fallecidas. Los veranos en Europa se han ido calentando desde los años 80. Las olas de calor cada vez son más largas: duran cinco semanas más y aumentan a un ritmo de nueve días por década.
Las olas de calor matan a miles de personas cada año y, a menudo, desencadenan incendios forestales y fallas en las redes eléctricas. La urbanización agrava el problema. Los golpes de calor, la deshidratación, las enfermedades cardiovasculares y otras relacionadas con la temperatura son riesgos para la salud y conviene estar preparados al inicio de este verano que amenaza con subir los termómetros aún más.
El verano 2023 (Hemisferio Norte) comenzará el próximo miércoles 21 de junio y durará hasta el sábado 23 de septiembre. Diecisiete días se ha extendido en promedio el verano durante los últimos 60 años, pero se piensa que hasta seis meses podría durar el clima veraniego a finales de este siglo si no se realizan esfuerzos de mitigación.