A poco de rebasar el primer trimestre del año llega marzo , acompañado de una serie de eventos astronómicos que, como si de una agenda se tratara, marcan cada etapa del mes. Unos de los más relevantes son la Luna nueva y la Luna llena , la primera de ellas que imperceptible para nuestros ojos, nos priva de la luz de la noche, mientras que la segunda se muestra en su máxima magnitud durante un par de cielos nocturnos, pero ¿en qué fechas y a qué hora podremos observarlas?
Foto: AP / Álvaro Barrientos, archivo
El primer mes del año para los antiguos, el tercero para contemporáneos, marzo fue, antes del año 150 (a.C.), el mes que con que comenzaba un ciclo y diciembre era el décimo y último, de hecho, de ahí deriva su nombre, "decem" como se le denomina al número diez en latín, lo mismo que ocurría con septiembre, al ser el número siete en el calendario romano . En cambio, cuando enero y febrero se agregaron como los dos primeros meses del año, sus nombres no fueron relacionados de ninguna forma a un número cardinal como ocurría con los otros, sino que hacía una referencia general al invierno.
Si en ocasiones anteriores, la falta de tiempo o las múltiples actividades que realizas cotidianamente provocaron que te olvidaras que una lluvia de estrellas estaba por avistarse y cuando te asomabas por la ventana ... demasiado tarde, había tenido lugar el día de ayer, hoy es el día perfecto para romper con esa racha infortunada, ya que este miércoles 2 de marzo se producirá la Luna nueva del mes o también conocida como novilunio .
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De acuerdo a " Time and date ", cada Luna nueva se manifiesta dos semanas antes que la Luna llena, producto de la conjunción entre el Sol y la Luna que, alineada al gran astro, da la espalda a la Tierra, es por ello que no podemos verla y que es denominada como "la fase invisible". Esta noche, el lado del satélite que, habitualmente, ilumina a nuestro planeta se mantiene en penumbra, específicamente a las 11:36 horas, debido a que se mantiene tan próxima al Sol que pareciera ocultarse. A este fenómeno también se le conoce bajo el nombre de sizigia. Cabe destacar que, la mitad de la superficie de la Luna siempre está iluminada por la luz solar, salvo durante los eclipses lunares, cuando la Tierra proyecta su sombra sobre la Luna.
Pero, si bien es astronómicamente imposible observar un novilunio, la ausencia de la Luna trae otros beneficios, por ejemplo, identificar rastros de estrellas u otros objetos celestes que se aparezcan en el cielo profundo y que, a diferencia de cualquier otra noche, podremos apreciar, pues la luminosidad lunar no opaca su aparición. Algunos de ellos son planetas, lluvias de meteoritos, nebulosas y galaxias. Aunque, como en muchas cosas, hay una excepción, un momento del año en que tenemos la oportunidad de presenciar esta primera fase lunar, se trata del instante en que se efectúa un eclipse solar. Este momento ha sido denominado por la astronomía como la "Luna perfecta".
Pero ¿por qué los eclipses del Sol no ocurren cada mes? Justo a partir de ese cuestionamiento, las y los astrónomos han interpretado la perfectibilidad de la Luna, pues durante cada Luna nueva, pese a que esta, la Tierra y el Sol se alienan, lo hacen de una forma imperfecta, ya que la órbita de la Luna alrededor de la Tierra está ligeramente inclinada.
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Aunque quizá esto parecería una curiosidad, lo cierto es que cuando sobreviene un novilunio las mareas alcanzan su altura más alta, ya que las fuerzas gravitatorias del satélite y el Sol se entremezclan y empujan el agua del océano en una misma dirección. La resistencia que alcanzan es tal que son descritas como mareas vivas o reales.
La Luna llena, contrariamente a lo que pasa con la Luna nueva, siempre se encontrará opuesta al Sol, pues su cara iluminada orbita a nuestro planeta, por lo que la observamos plenamente. En esta ocasión, el plenilunio se producirá el 18 de marzo, a las 01:19 horas, pero por su característica magnitud tendremos la oportunidad de apreciarlas durante las dos próximas noches y hasta en las horas más tempranas del amanecer. Sin embargo, las y los especialistas aseveran que este evento astronómico alcanza un instante de precisión, cuando la Luna se encuentra en un alguno de 180° grados frente al Sol, logrando una longitud elíptica, la distancia más larga que llegan a alcanzar, así es como la observamos "llena y redonda".
Esta noche es la única en la que la Tierra puede apreciar la Luna completa, esto pasa debido a que el lado diurno del satélite se coloca de lado opuesto al Sol. El plenilunio, además, sale por el este de la puesta de Sol; alrededor de la medianoche comienza su trayectoria y termina por ponerse con la salida de Sol, por eso podrás vislumbrarla desde las últimas horas del atardecer. De la misma manera en que pasa con los eclipses de Sol, no en todas las Lunas llenas ocurre un eclipse lunar, pues la órbita de la Luna se inclina 5,1 grados, con respecto a la órbita Terrestre alrededor del Sol. Pese a que en cada plenilunio, la sombra de la Tierra pasa muy cerca de la órbita lunar no se produce un eclipse. Tras la producción de este evento, siguen otras fases lunares que le suceden antes que culmine el mes, entre ellas: la gibosa menguante; cuando la mitad de la Luna está iluminada, cuarto menguante, y Luna creciente.
melc