Los futuros exploradores de la Luna serán bombardeados con dos o tres veces más radiación que los astronautas que están a bordo de la Estación Espacial Internacional , un peligro para la salud que requerirá de refugios de paredes gruesas para su protección, informaron científicos el viernes.
La sonda enviada por China al lado más alejado de la Luna está proporcionando las primeras mediciones completas de la exposición a la radiación desde la superficie lunar, información vital para la NASA y otros que tienen como objetivo enviar astronautas al satélite natural de la Tierra, señaló el estudio.
Un equipo chino-alemán informó sobre los datos de radiación recopilados por la sonda, llamada Chang’e 4 por la diosa china de la Luna, en la revista estadounidense Science Advances.
“Este es un logro inmenso en el sentido de que ahora tenemos un conjunto de datos que podemos utilizar para comparar nuestra radiación” y comprender mejor el riesgo potencial para las personas en la Luna, comentó Thomas Berger, un físico del instituto de medicina de la Agencia Espacial Alemana.
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Los astronautas recibirían en la Luna entre 200 y mil veces más radiación de la que experimentamos en la Tierra, o entre cinco y 10 veces más de la que reciben los pasajeros en un vuelo transatlántico, señaló Robert Wimmer-Schweingruber, de la Universidad Christian-Albrechts de Kiel, Alemania.
“La diferencia es, sin embargo, que no estamos en un vuelo de ese tipo por el tiempo que los astronautas estarían explorando la Luna”, dijo Wimmer-Schweingruber en un correo electrónico.
El cáncer es el principal riesgo.
“Los humanos no estamos realmente hechos para estos niveles de radiación y debemos protegernos cuando estemos en la Luna”, añadió.
Los niveles de radiación deberían ser prácticamente los mismos en toda la Luna, excepto cerca de las paredes de los cráteres profundos, dijo Wimmer-Schweingruber.
“Básicamente, cuanto menos se vea el cielo, mejor. Esa es la fuente principal de la radiación”, aclaró.
Wimmer-Schweingruber dijo que los niveles de radiación están cerca de lo que los modelos habían predicho. Los niveles medidos por la sonda Chang’e 4, de hecho, “coinciden casi exactamente” con las mediciones realizadas por un detector en un orbitador de la NASA que ha estado dando vueltas a la Luna durante más de una década, dijo Kerry Lee, un experto en radiación espacial del Centro Espacial Johnson, en Houston.
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“Es agradable ver la confirmación de lo que pensamos, y que nuestra comprensión de cómo la radiación interactúa con la Luna es como se esperaba”, manifestó Lee, quien no participó en el estudio dirigido por los chinos.
En un detallado esquema publicado esta semana, la NASA dijo que la primera pareja de astronautas que aterrice en la Luna como parte del nuevo programa Artemisa pasará una semana en la superficie lunar, más del doble de tiempo que las tripulaciones del Apolo hace medio siglo. Las expediciones durarían de uno a dos meses una vez que se establezca un campamento base.
La NASA busca poner astronautas en la Luna para finales de 2024, un ritmo acelerado ordenado por la Casa Blanca, y en Marte en algún momento de la década de 2030.
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La agencia espacial dijo que tendrá detectores de radiación y un refugio seguro a bordo de todas las cápsulas tripuladas Orión que vuelen a la Luna. En cuanto a los módulos de aterrizaje, tres equipos corporativos separados están desarrollando sus propias naves con la supervisión de la NASA. Al menos para el primer alunizaje de Artemisa, los astronautas vivirán en la porción de ascenso de su módulo de aterrizaje.
Los investigadores alemanes sugieren que se construyan refugios de tierra lunar para estancias de más de unos pocos días. Las paredes deberán tener 80 centímetros (2 pies y medio) de espesor, dijeron. Si son más gruesas, la tierra emitirá su propia radiación secundaria, creada cuando los rayos cósmicos interactúan con el suelo lunar.
fjb