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El primer vuelo operativo de la NASA y SpaceX que marcará una nueva era de vuelos espaciales fue aplazado nuevamente de hoy para mañana domingo.
Hans Koenigsmann, vicepresidente de Fiabilidad de construcción y vuelo de SpaceX, describió como una “sutil” falla en los motores del cohete reutilizable Falcon 9 (producido por la empresa de Elon Musk) el motivo del anterior cambio de fecha. Investigaciones revelaron que un tipo de "barniz" común en la industria aeroespacial había bloqueado una válvula de escape. Pero ahora son los vientos en la zona (Florida, EU) lo que ha orillado al nuevo aplazamiento del despegue de la nave.
Sobre la misión y esta nueva experiencia, el astronauta Michael Hopkins habló con EL UNIVERSAL: “En el espacio, extraño el clima. Sé que puede sonar ridículo, pero una vez que volví a la Tierra, estaba en mi patio y empezó a llover. Pude sentir todo, el viento. Eso es algo que falta durante la estancia de seis meses en la Estación Espacial Internacional. Sé que el clima implica varios retos, pero parte de enfrentarlos y el cambio de estaciones es lo que hace tan especial vivir en la Tierra. Pero, tampoco puedo esperar a flotar. La falta de gravedad es algo que realmente no se puede replicar aquí”.
En septiembre, directivos y los cuatro tripulantes de la nave Crew Dragon (certificada por la NASA) se reunieron con los medios para hablar del proyecto.
El factor histórico está presente en diversos aspectos de este programa espacial. Además de los avances tecnológicos y científicos que implican la mancuerna de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de EU con el sector privado.
El arranque oficial del programa Commercial Crew también se ha desarrollado en medio de la pandemia de Covid-19, protestas antirracistas y una elección presidencial crucial para EU. No sorprende que la propia tripulación haya decidido nombrar a su nave “Resilience” (resiliencia, en español), por “su correcto funcionamiento en tiempos de estrés”, explicó Hopkins, comandante de la misión SpaceX Crew-1.
“Estamos en una nueva era de viajes tripulados al espacio”, aseguró por su parte Jim Bridenstine, administrador la agencia espacial, quien celebró la independencia que logra la industria aeroespacial estadounidense al contar con sus propias naves certificadas para transportar a astronautas estadounidenses y continuar con los avances tecnológicos que llevarán a la primera mujer a la Luna en 2024 y al primer humano a Marte en la década de 2030.
Sobre la experiencia de la colaboración con la empresa de Musk, Hopkins destacó que fue muy especial para él y el piloto de la nave, Victor Glover.
“Fuimos afortunados porque empezamos en 2018. A esas alturas aún se estaban desarrollando las tres pantallas táctiles que usamos para controlar el vehículo. Fuimos parte de su desarrollo, de su prueba y verificación. Podemos decir de que alguna forma nuestras huellas dactilares forman parte del diseño y es especial saber que uno contribuyó en algo que nuestros colegas verán y usarán en el futuro”, dijo Hopkins.
Mientras que para el astronauta Glover, la empresa nutrió la cultura de la NASA y viceversa, con sus respectivos conocimientos y manejos del negocio.
Los objetivos
Después del Crew-1 se enviarán otras siete misiones tripuladas a lo largo de 14 meses y se transportará cargamento a la Estación Espacial Internacional (EEI), explicó Benji Reed, director senior de vuelos tripulados de SpaceX.
La rotación de tripulación y los constantes envíos de mercancía se traducirían en un aumento de horas dedicadas a la investigación científica y tecnológica en el laboratorio de la EEI. “Estamos tratando de industrializar el espacio lo más rápido posible, biomedicamentos, por ejemplo, los componentes con que las farmaceúticas logran la inmunización. El valor aquí es la microgravedad. No podemos crear microgravedad en la Tierra. Aquí llegamos a maximizarla con fines de investigación. Cuando piensas en crear tejido humano en la Estación, usando tus propias células madre, pierde sus propiedades... son problemas a solucionar, pero hay muchas otras cosas que se pueden lograr ahí”, dijo el encargado de la NASA sobre los beneficios de los programas espaciales.
“Lo que seguiría después de los vuelos comerciales serían las estancias comerciales, más allá de la Estación Espacial. Hemos pedido en el Congreso que se aumenten los fondos para que esto sea posible. Necesitamos hacer la inversión ahora”, agregó Bridenstine.
Los protagonistas
“Es un privilegio vivir en la estación en su 20 aniversario desde que fue habitada. Pero trato de no pensar mucho en el hecho histórico. Trato de concentrarme en mi trabajo”, señaló Glover en conferencia de prensa.
“Estoy muy emocionado por ver el trabajo de Victor en su primer viaje”, dijo Hopkins, comandante del SpaceX Crew-1, puesto que lo llena de honor, pero que reconoce que también se ha apoyado en la experiencia de sus compañeros.
“Los astronautas debemos cumplir con estudios del área STEM (Ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas, por sus siglas en inglés). Entonces te preguntarás cómo es que la educación de ciencias políticas se posiciona en este campo. El motivo por el que también estudié eso es porque quería tener un mejor entendimiento de las culturas y sociedades. Esto es una colaboración internacional, son 15 naciones las que forman parte de la EEI. Es importante entender cómo son y cuando aportas eso creo que ayuda a fortalecer las relaciones. Debemos ser efectivos no solo al manejar una nave, sino al estar al interior de la EEI”, dijo.
“Todos aportamos algo diferente a la mesa”, concluyó el equipo al hablar de diversidad. En cuanto a las expectativas, el comandante indicó que su atención está enfocada principalmente al retorno seguro de la tripulación, además de trabajar en el segmento orbital de EU en la EEI, la cual albergará a siete astronautas por primera vez en la historia, por lo que actualmente se trabaja en habilitar un espacio más para dormir.
El cultivo de rábanos, la aplicación de microgravedad en pruebas de fármacos para el tratamiento de la leucemia y el estrenar el nuevo inodoro son otras de las tareas que emocionan a la tripulación.
COVID-19
La convivencia con SARS-CoV-2 no ha sido indiferente en las actividades espaciales.
El administrador de la Agencia reconoció que aunque se pidió a la población no reunirse para ver el lanzamiento del Demo-2 —viaje de prueba de la Crew Dragon ya tripulada— realizado en mayo para evitar la propagación del Covid-19, la ciudadanía hizo caso omiso, por lo que ahora solicita que se apliquen las medidas correspondientes y no formar multitudes en el Centro Espacial Kennedy.
Los astronautas tampoco han sido inmunes a la pandemia de coronavirus, pues el aislamiento los orilló a pasar más tiempo juntos, lo que los ayudó a unirse como tripulación y también con el resto del equipo.